

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
No hay palabras ni formas de describir lo que han vivido entre las ruinas de Turquía. Hablar es condenarse a perder la alegría, esa resistencia ... diaria que construye y a la que se agarra todo ser humano para continuar cada mañana. Después de la pena, queda celebrar que David Cabrera, José Antonio Cabrera, Ismael Martín García y José Luis Varela, los bomberos de Almuñécar que lo dejaron todo la semana pasada para echar una mano a las víctimas del terremoto, han vuelto a casa sanos y salvos, al igual que sus dos ayudantes caninos, Maya y Zeus.
El balance de muertos en la catástrofe registrada el pasado lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, varía, pero asciende incluso hasta casi 39.000 personas. Encontrar con vida a los ciudadanos en ciudades sepultadas bajo los escombros es una ilusión para la mayoría de los brigadistas. El trabajo de bombero suele ser un empleo gratificante cuando sale bien, pero también lleva aparejado una ristra de calificativos que no son agradables. Topan con desgracias a diario, algunas con final feliz. Y el relato de lo que han presenciado en Adana o Elbistan perturbaría los nervios y el estado de ánimo de los lectores con más temple. «Efectuamos 80 búsquedas en edificios derruidos. Sabíamos que cada día que iba pasando quedaban menos posibilidades de encontrar gente con vida, aunque contábamos con la mejor herramienta del mundo, nuestros perros. Sin duda alguna, esto es lo peor que hemos visto y hemos estado en otras catástrofes», resume David Cabrera.
Los bomberos sexitanos han sido prácticamente los primeros de España en llegar a una Turquía en ruinas. A penas se lo plantearon, no dudaron en salir corriendo para arrojar algo de luz a quienes más lo necesitaban. «Cuando llegamos el lunes a las ocho de la mañana al cuartel para trabajar nos reunimos y no dudamos ni un segundo en saber cuál era nuestro deber y así fue. Fuimos a hablar con Francisco Robles, nuestro concejal de Seguridad.Hemos sido los primeros de España en llegar, nos fuimos sin pensarlo. Llegamos el mismo día de madrugada y nos pusimos a trabajar imparablemente», cuenta José Luis Varela, jefe de bomberos de Almuñécar. «Es gratificante ir para ayudar a personas que lo han perdido todo. Es cierto que hemos visto cosas muy desagradables, muy penosas. Nos sirve para valorar lo que tenemos día a día, es un regalo. Quiero traerme lo bueno porque malo hay bastante allí!», sentencia el jefe con un nudo en la garganta.
José Luis Varela, jefe de bomberos
Con humildad y arrepentimiento, los bomberos también piden perdón a los suyos, a sus seres queridos a quienes «han dejado tirados»y quienes han estado preocupados y en vilo el tiempo que han permanecido incomunicados a miles de kilómetros. Agradecen su comprensión. Tener una voluntad y una vocación inquebrantable es lo que tiene. Sientes que debes acudir, en cuanto pasa ya te estás yendo.
«No sabíamos si con los sacos dormiríamos en barro o nieve. Llegamos de madrugada a Estambul, cogimos otro avión hasta el aeropuerto de Adana. La embajada nos acercó lo máximo posible, coincidimos con otra unidad de España en un autobús. 20 personas en un camino de 10 horas con carreteras cortadas por el propio terremoto y nieve de 40 centímetros sobre el asfalto, más el trajín de ayuda humanitaria. Al llegar, solo dio lugar a dejar el equipaje y nos organizaron en camionetas. Trabajamos de 18.00 de la tarde a 6.30 de la mañana con temperaturas de -12 o -14 grados», explica Cabrera. Un auténtico periplo.
Ciudades que eran tumbas
Junto a la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD), la proteccion civil turca,elaboraron un calendario a través del traductor y se pusieron manos a la obra. En la unidad coincidieron los bomberos sexitanos, que iban como parte del Grupo de Especialistas en Rescate Canino en Catástrofes Método Arcón (GERCCMA) en colaboración con otros tres compañeros, Javier Luque, Jose Antonio Solano y Pedro Luque. Contaban con sus dos perros, Zeus y Maya, además de otros dos perros de la asociación y el can de un bombero de Albufeira, que también acudió como voluntario. Juntos, peinaron todas las áreas que les asignaron. Los lugares por donde fueron pasando eran tumbas.
David Cabrera, bombero
«El derrumbe ha sido devastador, las temperaturas eran muy bajas en nuestra ciudad. Pocas eran las opciones de que las personas sobrevivan en esas condiciones. En otras, con temperaturas de 7 u 8 grados, si han localizado gente con vida entre los huecos de los escombros. La esperanza nunca la pierdes, nuestra motivación era absoluta por donde hemos pasado», señala Cabrera. «Estamos tranquilos de que la maquinaria pesada que había allí después de revisar nosotros no se ha llevado a nadie. No localizamos a ningún ciudadano con vida», reitera con calma.»Ha sido muy duro. Hemos pasado frío y uno de nuestros perros se cortó. Los turcos nos daban todo lo que tenían, pese a haberlo perdido todo», añade.
Los bomberos sexitanos se preparan y entrenan todo el año. Acuden a Portugal y a otras zonas a ensayar con sus perros cómo actuar en caso de catástrofe. Estarán preparados para salir corriendo donde sea que haga falta ayuda. «Ojalá no ocurra nada similar, pero estamos preparados para salir en cualquier momento», subraya Cabrera, que colaboró en el rescate de las víctimas de las explosiones en el puerto de Beirut o en el terremoto de Puebla en México de 2017.
Un pueblo orgulloso
Esta mañana el alcalde de Almuñécar-La Herradura, Juan José Ruiz Joya, ha acudido al Parque de Bomberos a recibir a los recién llegados. «Los bomberos, junto a Maya y Zeus, han realizado una labor excepcional con temperaturas bajo cero y jornadas de trabajo de 12, 14 y 16 horas diarias para tratar de devolver la ilusión a muchas familias que han perdidolo que tenían, a sus seres queridos. Tengo palabras de agradecimiento, no dudaron ni un segundo en prestar auxilio. Estoy orgulloso de tener un cuerpo de bomberos preparado. Agradecer vuestro esfuerzo y trabajo en días tan duro donde habéis sido testigos de imágenes y experiencias lamentables, pero teneis el apoyo del pueblo de Almuñécar», ha destacado el alcalde, acompañado del equipo de gobierno. Los ediles y los efectivos que se han congregado en el parque han extendido una bandera turca como muestra de solidaridad con las víctimas.
Los voluntarias reclaman concienciación y solidaridad a los granadinos para poder acompañar al GERCCMA en más rescates. La asociación emplea el método Arcón, ideado en Andalucía, en sus intervenciones. Las primeras 72 horas son claves para el rescate de personas con vida bajo los escombros. Los perros consiguen localizar a las personas atrapadas mediante el olor que desprenden. Están entrenados para discriminar si se trata de personas vivas o fallecidas y se centrarán en señalizar a personas vivas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.