No ha sido un mes de junio al uso. En realidad desde el pasado 14 de marzo nada ha sido normal para nadie. La paulatina reapertura de negocios y el aligeramiento de as restricciones de movilidad ha ido animando poco a poco los negocios y las ciudades. Aún así las consecuencias de la crisis sanitaria del coronavirus todavía se notan. Los chiringuiteros están siendo unos de los grandes afectados. El presidente de la asociación de los empresarios del sector en la Costa Tropical, Paco Trujillo, afirma que la facturación ha caído más de un 60% en junio en comparación con lo que se ganó el año anterior. La recuperación total aún la ven lejana.
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Primero sólo podían venir a los locales visitantes de la provincia. A los que se sumaron después los de otras provincias. Aún así, Trujillo indica que entre que el tiempo no ha acompañado del todo y que aún no han podido venir a la Costa turistas de otras autonomías, ni tampoco ciudadanos extranjeros, la clientela está muy limitada y eso se nota en la caja.
Los empresarios del sector confían en que con la llegada de eso que llaman nueva normalidad, que permitirá la movilidad por todo el país, la situación comience a mejorar. La próxima semana será clave. Especialmente el fin de semana. Para ver la evolución de una crisis sanitaria que se ha convertido ya en económica y que está afectando de forma importante al sector turístico, uno de los más importantes en nuestro país.
E hecho de que puedan llegar visitantes de otras regiones como Madrid, muchos de ellos con su segunda residencia en la Costa Tropical, será importante para los chiringuitos, pero también para el resto de los negocios de los municipios de la comarca.
Trujillo es consciente de que este verano será difícil que la facturación alcance niveles similares a los de otros años, pero espera que poco a poco la situación vaya mejorando y al menos puedan salvar estos meses.
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Hace unas semanas el presidente de los chiringuiteros ya advertía de que las contrataciones de verano quedarían en suspenso esta temporada. Más de 700 empleos que normalmente sirven para reforzar las plantillas ante la llegada de los turistas, pero que ahora mismo no son necesarios. Los empresarios han tenido, de hecho, que hacer un importante esfuerzo para poder reincorporar a todos los trabajadores que estaban en Erte. Teniendo en cuenta, además, que el cierre derivado de la crisis de la Covid-19 se produjo justo a las puertas de la primavera cuando empieza a tener más ingresos el sector de los chiringuitos.
Ahora con un horizonte aún incierto, pero con ganas de que la reapertura vaya animando los negocios, los chiringuiteros esperan que el balance vaya siendo cada vez más positivo.
El presidente de la Federación de Turismo y Hostelería de Granada, Gregorio García, ya lo decía este viernes, por mucho que se incremente el aforo máximo de las terrazas, que ya pueden estar al 100%, lo que realmente hacen falta son clientes.
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Habrá que esperar a que pasen los meses para ver si el balance final del verano sale un poco más positivo que el de este arranque de junio.
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