Comercios cerrados en el centro de Motril. JAVIER MARTÍN

El comercio de la Costa se une para exigir a la Junta que lo dejen trabajar

Las asociaciones de Motril, Almuñécar, La Herradura y Salobreña reclaman que puedan reabrir sus negocios porque los datos en la comarca son mejores que en la capital

Viernes, 20 de noviembre 2020, 01:54

Los comerciantes de la Costa no pueden más. Por eso las asociaciones que representan a los comercios de Motril, Almuñécar, La Herradura y Salobreña se han unido para reclamar ante la Junta de Andalucía poder abrir sus negocios «al menos hasta una hora determinada» y ... que todos sean considerados esenciales «cuanto antes». Reclaman que las medidas no sean las mismas para toda la provincia, porque entienden que la situación de la comarca de la Costa no es comparable a la de la capital granadina y su área metropolitana, donde afirman que se concentra un mayor número de contagios.

Publicidad

Los empresarios reclaman, asimismo, que mientras que se mantenga el cierre de sus comercios se exima el pago de cuotas de autónomos, seguros sociales e impuestos, así como que la administración abone prestaciones por cese extraordinario. «Las medidas aprobadas hasta ahora son insuficientes para soportar las restricciones con las que tenemos que cumplir y la incertidumbre respecto a la duración de este cierre provoca un daño irreparable en la estabilidad de nuestros negocios», lamentan los comerciantes de la Costa.

En un escrito dirigido a la Administración andaluza señalan que el sector del comercio y la hostelería ha sido el más dañado desde el inicio de la pandemia y a pesar de todo ellos han cumplido a rajatabla con todo lo que se ha exigido.

«La propagación de la pandemia no es imputable a la actividad comercial, restauración u hostelería, sino más que bien habría que buscarlo en las reuniones sociales que no se controlan y en la insolidaridad de algunos ciudadanos que no respetan las restricciones», apuntan las asociaciones.

Consideran que la imposición del cierre a las actividades consideradas no esenciales supone una discriminación a gran parte de la actividad comercial que «cumple una función social muy importante». «Zapaterías, tiendas de ropa o muebles, joyerías, bares o concesionarios no pueden ser criminalizados y considerados menos esenciales que floristerías, librerías, academias o colegios», señalan.

Publicidad

Lamentan que la mayor parte del control policial «a veces excesivo» haya recaído sobre los pequeños comercios, a diferencia de lo que ocurre en las grandes superficies. Indican , además, que después de los meses de confinamiento hicieron una importante inversión para poder adaptarse a las medidas sanitarias impuestas por las administraciones, además de cumplir con los pagos de impuestos y tasas y ahora se encuentran de nuevo sin poder levantar la persiana de sus establecimientos.

Reclaman, por tanto, que todo el peso de la crisis sanitarias no recaiga sobre sus espaldas y poder volver a trabajar, aunque sea con algunas restricciones, en una época que es clave para su facturación anual.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad