Obras en la calle Plátano de Indias. MJAT

Comienza la demolición de los alcorques del vial del Residencial Arenas de Poniente

Los operarios retiran los árboles plantados mientras los vecinos exigen la retirada del muro conlindante y que «se cumpla con el PGOU»

MJ Arrebola

Granada

Lunes, 14 de octubre 2024

Después de más de dos décadas de demandas por parte de los vecinos del Residencial Arenas de Poniente ubicado en Playa Poniente de Motril, han comenzado las obras de ampliación del vial en la urbanización, pero no de la manera esperada. Las máquinas ya están ... trabajando en la retirada de seis alcorques que ocupa el único acceso a las viviendas, con el fin de ensanchar la calle y mejorar la accesibilidad.

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El principal problema, según los residentes, sigue siendo un muro colindante en mal estado que bloquea el único acceso a la urbanización. Este muro, que lleva más de 20 años en estado «ruinoso», impide la entrada de vehículos de emergencia, una situación que los vecinos califican de «insostenible» y que consideran un «peligro constante» para sus vidas.

María Jesús Granados, presidenta de la comunidad habla en nombre de todos los vecinos afectados y destaca que «lo más grave sigue sin resolverse, ese muro ruinoso que impide el acceso y pone en peligro a todos los que vivimos aquí. Están destrozando la calle», declaró. La presidenta aseguró que los vecinos llevan 20 años luchando por una solución definitiva y que no dejarán de protestar hasta que el ayuntamiento actúe de manera integral. Además exigen que «se cumpla con el PGOU establecido».

Nicolás Navarro, teniente de alcalde de Desarrollo del Litoral, destacó en su día que esta intervención responde a las prioridades establecidas en un encuentro con los vecinos, donde se acordó mejorar la seguridad sin afectar el acerado. «Con la ampliación del vial, podremos garantizar un acceso más cómodo y seguro para los residentes, facilitando además la circulación de vehículos de emergencia», explicó Navarro.

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Dias encadenados

La presidenta de la comunidad, María Jesús Granados, decidió encadenarse durante una semana a una palmera como forma de protesta.

A pesar del intenso calor y la incomodidad de su situación, María Jesús se mantuvo firme en su protesta, recibiendo el apoyo constante de sus vecinos, quienes le llevaban comida, bebida y compañía para que no se sintiera sola en su lucha.

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