Aunque el acceso a las playas en Almuñécar está limitado a las once de la noche, muchos jóvenes se saltan la prohibición. JAVIER MARTÍN

La Costa controlará que el botellón no sea la alternativa al cierre del ocio nocturno

Almuñécar, Salobreña y Motril intensifican sus esfuerzos para evitar que se produzcan este tipo de reuniones que no están permitidas

Lunes, 17 de agosto 2020, 00:12

El botellón está prohibido. Eso no es nuevo. Pero cada verano los ayuntamientos costeros tienen que ponerse manos a la obra para evitar que esa norma se incumpla. Este año, además, con los riesgos de la crisis sanitaria del coronavirus este control se ha intensificado. ... Y ahora, tras el anuncio del inminente cierre del ocio nocturno, desde los consistorios de Almuñécar, Motril y Salobreña temen que muchos jóvenes elijan el botellón como alternativa. Por eso advierten de que van a estar aún más atentos. Ahora no sólo se trata de luchar contra los riesgos del consumo incontrolado de alcohol en la vía pública, si no también de evitar que se produzcan contagios por la Covid-19.

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La alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, reconoce que este año se han incrementado las reuniones de jóvenes para practicar botellón. Señala que en su municipio este fenómeno no se produce tanto en la playa como en otras zonas más escondidas donde los chavales encuentran una especie de refugio. La Policía Local se esfuerza en evitarlo.

Rufino afirma que se han incrementado el número de sanciones tanto por practicar botellón como por estar en la vía pública sin mascarilla. En algunas ocasiones lo uno va unido a lo otro. Ahora, con el cierre de los locales de ocio nocturno temen que se pueda incrementar esta práctica, por lo que la lucha contra el botellón se hará más activa si cabe.

En Motril, su alcaldesa, Luisa García Chamorro, afirma que no sólo les preocupa el botellón, también las fiestas en viviendas particulares y cortijos. Si antes del cierre de los locales de copas ya era un problema, ahora no descartan que sea peor. Por eso extremarán la vigilancia.

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Hay que recordar que en julio el Ayuntamiento motrileño ya anunció que iba a destinar noventa agentes de su plantilla contra el botellón y los «desmadres» nocturnos. Desde el inicio de la pandemia el área de Seguridad Ciudadana reforzó el control en playas y ciudad. La Policía ha tenido este año que posponer vacaciones y permisos hasta el final del verano para garantizar la seguridad de los vecinos y los visitantes. Hace dos años que Motril prohibió de forma radical el botellón en la calle y eliminó el botellódromo. Se establecieron sanciones de entre 300 y 24.000 euros para frenar la ingesta de alcohol en la vía pública. Este año, además, quieren que no se conviertan estas reuniones en un foco de contagios.

El asunto también preocupa en Almuñécar. El municipio sexitano recordaba la pasada semana que a inicios de verano se publicó un bando que limitaba el horario de apertura de playas entre las nueve de la mañana y las once de la noche. Hacían este llamamiento después de que en una sola noche se hubiesen levantado 46 propuestas de sanción por práctica de botellón. Además, se han abierto un par de decenas de expedientes por menudeo de drogas y se decomisaron varias armas blancas. Por todo esto, desde el Consistorio reiteran que es imprescindible evitar aglomeraciones y que las playas se cierran a las once de la noche para casi todos. Los pescadores, por ejemplo, sí pueden estar por la noche.

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El concejal del área de Seguridad, Francisco Robles, reconocía además ayer que les preocupa que con el cierre del ocio nocturno haya más jóvenes que intenten reunirse para practicar botellón como una alternativa de ocio. Por eso afirma que continuarán intensificando la vigilancia con los recursos de los que disponen.

El aumento de contagios en todo el país provocó que este viernes, tras reunirse con los presidentes de las comunidades autónomas, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunciara que habían decidido por consenso adoptar algunas medidas como la prohibición de fumar en la calle, a no ser que se pueda respetar la distancia, el cierre de discotecas y bares de copas y la limitación de horario de los locales de hostelería. Cada autonomía está publicando en sus boletines oficiales los detalles de aplicación de estas nuevas restricciones, con las que se espera poder controlar los índices de contagios que se han disparado sobre todo entre los menores de 40 años.

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En la Costa aún quedan dos semanas de este verano raro en el que la temporada alta está siendo más baja de lo habitual. En cualquier caso, hay mucha gente de vacaciones que va a tener que acostumbrarse a estas novedades. Y la Policía vigilará que el botellón no se convierta en una alternativa, también prohibida, a tomar copas de madrugada en un bar.

Un verano con más llamadas a la Policía por música alta

Si el botellón puede ser una alternativa al cierre de los bares de copas, las reuniones de amigos en viviendas particulares es sin duda otra, que ya antes de que entren en vigor las nuevas restricciones, están causando problemas en Motril. El consistorio motrileño explica que este verano la Policía Local ha recibido más llamadas que nunca por quejas relacionadas con el alto volumen de la música. Temen que a partir de ahora la situación sea más complicada. Pero afirman que los agentes continuarán vigilantes para evitar este tipo de comportamientos. Luchar contra la propagación del virus es el objetivo del Ayuntamiento de Motril, como lo es del resto de municipios de la provincia. Para ello están poniendo todos los recursos necesarios. Aún siendo conscientes de que en pleno periodo estival no resulta fácil controlar que los jóvenes quieran disfrutar de un ocio cada vez más limitado por el aumento de contagios que se ha registrado en todo el país.

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