Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Los agricultores de las vegas de los ríos Verde, Seco y Jate, en Almuñécar están viviendo uno de los momentos más complicados de su historia. La galopante sequía que les mantiene en vilo y el riesgo inminente de salinización de los acuíferos les ha llevado ... hasta el límite de proyectar desaladoras privadas para salvar las reservas que les quedan. Los agricultores, que explican que no pueden esperar a que lleguen las canalizaciones de Rules –aún en tramitación y sin fechas concretas– ven peligrar 4.800 hectáreas de subtropicales. Dicen que no llegarán al verano. Por eso, están dispuestos a gastarse hasta 300.000 euros para adquirir sistemas que desalen el agua de los acuíferos si fuera necesario. Una medida desesperada para un momento desesperado.
Sin embargo, no es la primera vez que en Almuñécar se valora una solución similar. Hace más de una década, entre 2006 y 2007, con el andalucista Juan Carlos Benavides al frente del gobierno, se planteó construir una desaladora en una parcela de más de seis mil metros cuadrados en la margen derecha del Río Seco para garantizar el suministro a la población y asegurar agua de riego. Una planta que, directamente, se encargaría de tratar el agua del mar para que fuese apta para el consumo y el riego.
"Esto, junto con la reutilización de las aguas residuales, una vez depurada, para riegos agrícolas y de los futuros campos de golf, nos proporcionará un uso sostenible de nuestros recursos", justificó entonces el gobierno que sacó adelante la iniciativa en pleno. Salvar la producción y garantizar el suministro sacando agua del mar es una medida que ya han adoptado en otros puntos de España, como en Tenerife, donde, sin ir más lejos, se inauguró la tercera planta en diciembre de 2016 gracias a un proyecto cofinanciado por el Gobierno y la Unión Europea.
La de Almuñécar, sin embargo, nunca llegó a salir adelante y los papeles llevan ya más de una década olvidados y guardados en un cajón. El entonces alcalde de la localidad sexitana, Juan Carlos Benavides, explica a IDEAL que el proyecto, valorado en 24 millones de euros, llegó incluso adjudicarse a la empresa Acciona, pero nunca llegó a ejecutarse, a pesar, según cuenta, de haber recibido el visto bueno por parte de los técnicos municipales.
juan carlos benavides
La posibilidad de beber y regar usando agua del mar quedó atrapada, según explica el andalucista, en una maraña administrativa y, a día de hoy, nada se sabe de aquel proyecto. "La empresa llegó a pagar el aval, pero las administraciones, en un exceso de meticulosidad, no dieron el visto bueno", rememora Juan Carlos Benavides, haciendo alusión a los permisos que, según cuenta, tenían que llegarle desde la Junta.
Con el recuerdo de una sequía que salinizó los acuíferos en los años 90 y las altas perspectivas de crecimiento urbanístico, el Ayuntamiento de Almuñécar planteó en el año 2006 esta desaladora, que captaría el agua en la playa de San Cristóbal. "El sistema se diseñó para abastecer a la población, pero también para garantizar agua de riego en situaciones de emergencia", detalla Juan Carlos Benavides, que en su momento pidió el apoyo de todos los grupos políticos para sacar la planta adelante.
Según indica, no querían ni imaginarse que pudiera pasar lo mismo que en los 90, cuando la sequía se llevó por delante un tercio de superficie arbolada en Almuñécar. El gobierno contabilizó en los 15 hectómetros cúbicos el agua necesaria para cubrir las necesidades agrícolas en un año seco, y los 12,5 en año húmedo. El agua para uso doméstico, por su parte, estaba situada en el año 2005 en 4,8 hectómetros cúbicos. Esto, según indicaron en 2006, hacía que existiera un déficit en los acuíferos de tres hectómetros cúbicos en los años secos, mientras que el excedente de los años húmedos no se podía almacenar.
Los 24 millones de euros que iba a costar la planta no saldrían de fondos municipales, sino que sería la misma empresa que la construyera la que se habría encargado de explotarla 20 años y de cobrar a los vecinos por su consumo. "Algo así como lo que hace la Mancomunidad hoy en día", explica el ex alcalde.
El andalucista, además, cuenta que el proyecto podría recuperarse a día de hoy si se quisiera, ya que el aval que entonces pagó la empresa adjudicataria sigue estando en vigor. Eso sí, el gobierno sexitano, que sería quien tendría que tomar en este caso la iniciativa, tendría que rehacer los proyectos y adaptar su logística y presupuestos a la realidad actual.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.