P.G-T.
Jueves, 15 de abril 2021, 23:54
El Ayuntamiento de Motril busca solución y una nueva vida para la central de recogida neumática de residuos que se construyó hace más de diez años y quedó abandonada sin llegar a utilizarse.
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El edificio, que costó casi un millón y medio de euros, financiado ... con fondos europeos, se ha convertido en un trastero y un espacio para que los operarios municipales pongan a punto las porterías y pistas deportivas de la ciudad.
Antes de que la crisis económica diera al traste con los planes de expansión, el Ayuntamiento de Motril quiso implantar un sistema de recogida neumática de basura con el fin de acabar para siempre con las bolsas fuera del contenedor, los malos olores y los vertidos incontrolados. El sistema iba a implantarse en zonas de expansión de la ciudad, comenzando por Los Álamos, al este de la localidad.
La idea es que la basura llegara transportada por aspiración mediante conducciones subterráneas hasta una central de recogida, con maquinaria puntera, en la que cada aparato ronda los 20.000 euros y que jamás se ha puesto en marcha.
El consistorio quería que la ciudad se adaptara y se desarrollara para que todas las áreas contaran con sistema neumático. La construcción de la red de tuberías por la que tenía que circular la basura corría a cargo de los promotores de los planes parciales MOT-4 y MOT-5, que nunca llevaron a cabo el proyecto.
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El Ayuntamiento comenzó el proyecto, que era parte del programa electoral de Izquierda Unida, partido que gestionaba el área de Medio Ambiente como socio del gobierno del PSOE, que dirigía Motril, por esta sede situada junto al CEIP príncipe Felipe, en pleno barrio de Los Álamos.
Con una financiación de 1,4 millones de euros, se erigió la primera de las centrales de recogida neumática de la ciudad. El Plan General de Ordenación Urbana proyectaba más para continuar paulatinamente el proyecto.
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Del total de la inversión, cerca del 80% se financió con Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder). Ahora el actual equipo de gobierno, dirigido por Luisa García Chamorro, busca una solución para lo que se considera un proyecto inasumible. El Ayuntamiento da por imposible la implantación del sistema de recogida neumática y quiere tener una solución para la planta antes de que se acabe la legislatura.
Un espacio para el barrio
La opción que barajan es convertir esta sede en un espacio vecinal, una especie de centro cívico para el barrio de Los Álamos, que carece de este tipo de instalaciones.
Sin embargo, el consistorio tiene que estudiar la viabilidad de cambiar el uso al edificio. Al haberse construido con fondos europeos, temen tener que reembolsar la aportación millonaria de la Unión Europea. La central languidece por el paso del tiempo.
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El edificio de 700 metros cuadrados alberga la máquina de aspiración, la sala de control y los contenedores donde se tenían que compactar y almacenar los residuos, que después irían a las plantas de tratamiento. La nave ha llegado atener algunos okupas, pero esta en casi perfecto estado. Ahora es un espacio que utiliza la concejalía de Deportes, dirigida por Daniel Ortega, para arreglar material, acondicionar las pistas del municipio y hacer acopio de productos deportivos. Además, el consistorio quiere sacarles partido a las placas solares que hay en la instalación para generar energía y ponerla a disposición de Endesa.
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