M. J. Arrebola
Jueves, 5 de septiembre 2024, 00:31
La playa fluvial de Vélez de Benaudalla, se ha convertido en un destino popular durante los meses de verano. Un espacio natural que ofrece una escapada para disfrutar de la naturaleza y del agua de su río. Sin embargo, lo que en principio podría considerarse ... un atractivo turístico, se ha convertido en un «descontrol» para los vecinos que tienen cortijos cerca.
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Durante los meses de julio y agosto, la playa fluvial atrae a cientos de visitantes, especialmente los fines de semana. Hay días en los que se llegan a congregar hasta 300 personas, lo que supone un incremento considerable de la población en esta zona. «300 personas significa que hay 200 coches, y esos coches los aparcan aquí. Si pasara algo, no entraría una ambulancia», advierten los vecinos preocupado por la falta del acceso en caso de emergencia.
La falta de vigilancia en la playa fluvial y sus alrededores ha propiciado comportamientos inadecuados en los turistas que visitan la zona. Algunos vecinos tienen que soportar actos tan desagradables como que los visitantes hagan sus necesidades en sus puertas. «He tenido que limpiar excrementos de personas que vienen a pasar el día aquí», expresa indignado un vecino.
La situación se complica aún más con el aumento de robos en los cortijos y campos de la zona, especialmente en las fincas cercanas. «Durante la temporada de aguacates, es cuando más robos se producen. Porque ya tienen controlada la zona, vienen por la noche, cortan la alambrada y se llevan lo que hay», relata uno de los vecinos afectados. Y es que les da igual que haya personas dentro de las propiedades privadas. «Han entrado varias veces a mi finca, cortan el alambrado y se llevan los aguacates», explica un agricultor.
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La playa fluvial, rodeada de vegetación y con el río Guadalfeo corriendo a sus pies, es un lugar idílico, pero el aumento de visitantes ha traído consigo una serie de problemas. Los vecinos denuncian la acumulación de basura y la falta de respeto por el entorno rural. «Hay papeles, toallitas y hasta compresas tiradas. Es una vergüenza», comentan, señalando que, aunque hay habilitados contenedores de basura , muchos visitantes no los utilizan, dejando sus desechos por cualquier parte.
Otro de los problemas graves es la ausencia de instalaciones adecuadas para la cantidad de personas que acuden al lugar. «Los servicios están cerrados la mayoría de las veces, y cuando están abiertos, solo hay dos baños para 300 o 400 personas. Lo primero que tendrían que hacer es construir unos baños en condiciones y contratar a alguien para que los limpie», sugiere un vecino.
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La Policía Municipal de Vélez de Benaudalla comenta que muchos vecinos llegan a la oficina para transladar sus quejas por estos problemas. «Durante la semana realizamos rondas preventivas, pero los fines de semana, cuando más se masifica la zona, no estamos disponibles», explica el agente. En el verano han realizado varias actuaciones de retiración de vehículos mal aparcados. «Localizamos a los titulares de vehículos mal estacionados para que los retiren. Estas actuaciones también las llevamos a cabo en las propiedades privadas donde también aparcan», explica.
Ante esta problemática, los residentes han propuesto una serie de medidas para intentar controlar la situación. Entre ellas, se encuentra la idea de instalar una barrera en el acceso a la playa fluvial, cobrando una entrada por persona y coche, así como la colocación de señales de prohibido para aparcar en las zonas más estrechas. Además, sugieren la mejora de las instalaciones y la contratación de personal que mantenga el área limpia y en buenas condiciones.
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Los vecinos de Vélez de Benaudalla hacen un llamamiento al ayuntamiento para que tomen medidas para paliar esta situación que según comentan se agrava cada año que pasa. «Cada verano se incrementa el número de coches y personas, y con ello, los problemas», concluye un vecino.
Desde el consistorio destacan que esta zona es competencia de la Junta de Andalucía. «Hemos pedido a la Junta que nos lo ceda», explica el alcalde Francisco Gutiérrez. También se lamenta de que el acceso no está controlado y aprovechan la situación para robar. «Nuestra idea era vallarlo todo y evitar que hubiese tanta aglomeración en este lugar pero seguimos a la espera», añade Gutiérrez. Sobre el tema de la limpieza destaca que tres días a la semana pasa el personal de la basura.
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