Hace un año y medio los padres del colegio motrileño Francisco Mejías se plantaron. Llevaban tiempo reclamando unos baños nuevos para sus hijos y estaban hartos de que se dieran largas y nunca se iniciara la obra. El edificio tiene cuarenta años de antigüedad y ... los aseos habían llegado a una situación límite, con tuberías destrozadas, orines que se desbordaban y cisternas que no funcionaban. Comenzaron entonces a hacer concentraciones de protesta los lunes y viernes. Ahora, un año y medio después, y tras haber llamado a muchas puertas, la Junta de Andalucía ha colgado un cartel en la puerta. Hay más de 156.000 euros de inversión y se ha iniciado ya la reforma integral de «aseos deteriorados».
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La cuestión se convirtió en una prioridad para el Ayuntamiento. De hecho, cuando Luisa García Chamorro llegó a la alcaldía, una de las primeras visitas que hizo fue a este centro educativo. Allí se comprometió a tomar cartas en el asunto para que el Consistorio hiciese la parte de mantenimiento que le correspondía y parapresionar a la administración andaluza para que también actuase.
«Hoy se cumple con una deuda histórica que teníamos con este colegio», ha asegurado ahora la alcaldesa, que resalta que los que ganan con esta actuación son los alumnos.
La obra tendría que haberse iniciado este verano, sin embargo la empresa a la que se le adjudicó el contrato renunció y hubo que sacarlo de nuevo a adjudicación. Por eso el proceso se ha retrasado más de esperado. García Chamorro recuerda, además, que la primera fase ya la hizo el ayuntamiento. El Consistorio motrileño invirtió 15.000 euros en el arreglo de la red de saneamiento. Pero esa era la parte más pequeña de una actuación importante que tanto los docentes del centro como los padres de los alumnos matriculados en él celebran ahora.
Los trabajos se están llevando a cabo mientras los niños acuden a clase, pero sin que haya contacto entre los trabajadores y los estudiantes. Desde la Dirección del centro mostraban ayer su satisfacción con el arranque de unas obras tan esperadas como necesarias.
Asimismo, la Asociación de Madres y Padres del colegio mostraba su satisfacción de que después de un «largo y duro camino» por fin se haya dado respuesta a su revindicación con el inicio de la actuación de reforma. Sus protestas han demostrado que a veces con la protesta se obtienen resultados.
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En junio del año pasado, el entonces delegado de Educación, Antonio Jesús Castillo, les explicó a los padres que el proyecto de renovación de los baños del Francisco Mejías es una de las obras etiquetadas como «prioritarias» que se le quedaron en el cajón al anterior gobierno del PSOE y también culpó al Ayuntamiento de Motril (la corporación anterior a la actual) de agravar la situación por la falta de mantenimiento. Este déficit de mantenimiento, según el delegado, provocó que una obra presupuestada en 60.000 euros inicialmente elevara ahora su coste a unos 200.000 euros, que es el dinero que inicialmente reservó Educación para el proyecto, aunque finalmente se haya adjudicado por un coste inferior.
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