Las playas granadinas están completamente desiertas. RAMÓN L. PÉREZ

La Costa pasa del cartel de completo a una Semana Santa al 0% de ocupación

Los municipios del litoral han vivido una semana poco convencional con todos los establecimientos hoteleros y hosteleros cerrados

Sábado, 11 de abril 2020, 19:31

El 10 de marzo el presidente de los hoteleros de la Costa, Jesús Megías, celebraba que no se hubiese producido ningún contagio de coronavirus en la provincia y vaticinaba una buena Semana Santa en las playas granadinas. Entonces nadie tenía consciencia de la dimensión que iba a adquirir la crisis sanitaria. Un par de días después saltaban los primeros positivos en la provincia, en el centro de salud de Almuñécar. El sector se echaba a temblar. Y tenían razones para ese temor. La Semana Santa de este año cierra al 0%. La costa granadina está desierta. Lejos quedan los hoteles rozando el cartel de completo hace solo un año.

Publicidad

Sólo dos días después de esos dos primeros positivos llegaba una noticia esperada pero que muchos no querían creer. La Semana Santa de Granada se suspendía. Seis días más tarde, el 20 de marzo, el Gobierno ordenaba el cierre de todos los hoteles. Los turistas que se habían quedado atrapados tenían unos días para marcharse y los alojamientos cerraban sus puertas, algunos por primera vez en toda su historia. Los peores augurios se hacían realidad.

Las más de 7.000 plazas de la Costa Tropical se quedan ahora vacías. A eso hay que sumarle los apartamentos turísticos registrados, más de un millar. Desde Almuñécar se ha lanzado una campaña proponiendo a los clientes que en lugar de cancelar sus reservas, se aplacen para otra fecha. El objetivo es que poco a poco se pueda ir recurperando lo perdido. Pero mientras tanto las cajas de los hoteles, como las de los establecimientos hosteleros se quedan a cero. Por ahora, no hay cifras concretas de a cuánto puede ascender lo que han perdido. Pero de lo que parece que no hay duda es de que la cifra será millonaria.

La semana pasada los chiringuiteros ya mostraban su preocupación, no ya por estos días festivos que hace tiempo que dieron por perdidos, sino por lo que vendrá a partir de ahora. Por el verano, si es que pueden salvarlo. Por la previsible caída del turismo internacional. Y por el temor de pasar un invierno sin que los visitantes nórdicos permitan que los negocios sigan funcionando. Son más de sesenta los establecimientos que forman parte de la asociación de chiringuitos. Decenas de familias que depeden de un sector que mira al futuro con esperanza pero también con inquietud.

Si uno pasea ahora por las zonas turísicas de la costa granadina parece imposible pensar que estamos en la semana en la que, cada año, el sector comienza a despegar. La Semana Santa es el momento de tomar impulso. Si la situación no fuese la que es las playas se habrían arreglado y las principales preocupaciones serían si hay o no trasvase de arena para que las playas de Motril lucieran bien y si las previsiones meteorológicas daban lluvia o no para los días festivos. Pero nadie ha mirado mucho al cielo este año, ni los cofrades, ni los empresarios del sector turístico, ni los que no se han ido de vacaciones. Lo mismo da estos días que llueva o que haga sol. Los hoteles están cerrados y hay precintos para que ni siquiera se pueda pisar la arena de la playa. A través de los cristales de los chiringuitos se pueden ver las sillas y las mesas apiladas, como si se hubiese parado el tiempo.

Publicidad

Ver fotos

Galería. El estado de alarma deja vacía la Costa Tropical en Semana Santa. RAMÓN L. PÉREZ

La semana pasada, el presidente de los chiringuitos pedía ayuda a las administraciones. Decía que con un futuro tan incierto no creía que un futuro inmediato pudiesen hacer frene al pago anual por la concesión ni a otros muchos compromisos con la Hacienda Pública que puedan sobrevenir.

Eso sí, por el momento, las reservas para otoño en el sector hotelero se mantienen. Así lo afirma el presidente de los hoteleros, Jesús Megías, que confía en el turismo nacional para salvar los próximos meses. Nuevas reservas hay pocas por ahora.

Publicidad

Desde el primer momento, tanto hoteleros como hosteleros han reiterado la importancia de cumplir con el confinamiento para intentar que ya que la temporada de primavera se da por perdida, al menos en verano pueda comenzar la reapertura. Hay que tener en cuenta que hay alojamientos que reabren sus puertas precisamente en primavera.

Además, ayer el Gobierno central anunció un nuevo aplazamiento de los viajes del Imserso, lo que también afectará al sector.

Con un horizonte aún incierto, más aún teniendo en cuenta que el presidente del Gobierno ha dicho esta semana en el Congreso que previsiblemente tras el 26 de abril, habrá un nueva prórroga del estado de alarma, los empresarios turísticos confían en el verano para volver a la actividad. Mientras tanto, las playas seguirán desiertas y las persianas bajadas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad