Los nudistas reivindican su espacio en Cantarriján

El secretario de la entidad, Pedro Pérez, explica que este año, especialmente en agosto, los «textiles», que así denominan ellos a los que llevan bañador, se han hecho cada vez más presentes en Cantarriján. Los naturistas saben que el hecho de que la playa sea de tradición nudista no significa que no puedan disfrutar de ella personas que vayan vestidas. No existe ninguna prohibición y tampoco tienen nada en contra de ellos. Sin embargo, Pérez recuerda que para los que optan por disfrutar del mar sin ropa hay muy pocas opciones.

El presidente de la asociación nudista señala que el hecho de que aumente la presencia de textiles provoca que en cierto modo los que eligen el nudismo se sientan arrinconados. Además, precisan que al contrario de lo que algunas personas piensan las dos calas son de tradición naturista, tanto la primera como la segunda.

La asociación lleva tiempo trabajando para normalizar el nudismo. Insisten siempre en que no tienen nada en contra de las personas que optan por pasar el día en la playa con bañador, pero reiteran que para ellos es muy complicado ir a cualquier zona del litoral sin ropa.

Su objetivo es que los que quieren pasar el día desnudos puedan hacerlo con total tranquilidad y así continuarán.

Aunque con mascarillas y sin las actividades habituales, los nudistas de Cantarriján volvieron a pasar ayer de la libertad de bañarse en el mar, caminar o mar una cerveza en el chiringuito sin necesidad de llevar nada puesto. Para ellos es la mejor opción. Animan a todos los aquellos a los que les apetezca a probar. Y confían en que los que optan por el bañador respeten el pequeño espacio que tienen reservado los naturistas desde hace décadas. No pueden prohibirle la entrada a nadie, pero sí reivindican que este espacio nudista continúe siendo mayoritariamente nudista. Ellos continuarán quitándose la ropa para bajar a su playa.