Una pareja italiana hace 2.600 km para comprometerse en el Castillo de Salobreña

Todo ocurrió este jueves 15 de agosto, cuando Mattia Baldin sorprendió a su futura esposa tras estar planeando durante casi cuatro semanas su pedida de mano ideal. «Todo lo hice gracias a mi amiga salobreñera Belén Gutiérrez. Ella me dijo que se encontraba por allí y que podía hablar con gente del pueblo para hacer que el momento fuese muy especial en el casco antiguo», cuenta el novio. «Cuando subimos por la escalinata nos 'encontramos' con Carmen Benítez de 13 años que tocaba el violín y me prepararon un teclado para que yo me uniese junto a ella», explica entre risas.

Entre música clásica y la atenta mirada de unos 30 o 40 vecinos y turistas de la zona, Serena confiesa no esperarse nada de lo que iba a suceder a continuación. «Hice como que recogía una anilla del suelo y se la puse en el dedo», describe Mattia. «Ella se pensaba que estaba de broma pero de repente unos chicos aparecieron con unos carteles que ponían 'digli di si' y comencé un precioso discurso en español a la vez que sacaba un gran anillo», dice entusiasmado.

Ella no dudó ni un segundo en dar el 'sí quiero' y todos los vecinos que acompañaban a esta joven pareja acabaron vitorearon y aplaudiendo con ganas. Todos los viajeros que pasaban por allí no tardaron en fotografiar a los enamorados. «Llevamos cuatro meses saliendo juntos y esto no me lo esperaba nada. Fue todo muy extraño, pero a la vez parecía que estaba viviendo en una película», afirma Serena. «No podría haber pedido un mejor sitio y momento. Recordaremos Granada con mucho cariño para siempre», aseguran.

«Quise que todo fuera perfecto: antes de la puesta de sol, música en directo y la compañía de personas que lo hicieron todo mágico. Estoy muy agradecido con el resultado de este momento tan trascendental», afirma el prometido.

Un recuerdo de amor que quedará para siempre grabado en las escaleras del Castillo de Salobreña.