Polémica tras la cancelación a última hora del concierto de Keen Levy en la feria de Motril

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Javier F. Barrera

El Ayuntamiento de Motril ha asegurado en un comunicado que la suspensión «imprevista» del evento se debió únicamente a una decisión «del promotor y organizador» del concierto. No obstante, algunos asistentes han vertido críticas contra el propio Keen Levy por tratarse presuntamente del verdadero responsable de que la actuación no se llevara a cabo.

«Dijo que para cuatro que estábamos esperándole, no cantaba. Además, se veía que vino 'hartito' -borracho- desde Granada. Comió pizza, bebió champán, fumó cachimba y aseguró que no iba a salir a actuar», denuncia uno de los asistentes al concierto en redes sociales. «Puso la excusa de que había poco público, pero allí todos comprobamos que la realidad no era esa. Fue una absoluta vergüenza», concluye.

Por su parte, el propio artista ha emitido otro comunicado defendiéndose de estas acusaciones y alegando una «mala organización» del evento. «Que no os engañen con mentiras. Quien me ha visto en concierto sabe que siempre doy la vida por mi público, pero las cosas tienen que ser correctas por todas las partes», explica Keen Levy. «No es mi culpa que por la mala organización yo tenga que pasar este mal rato y que se dude de mi profesionalidad. Lo siento», finaliza.

IDEAL se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Motril, que se ha mostrado en defensa de Keen Levy. Según la versión municipal, es falso que el artista no se encontrara en las condiciones físicas idóneas para cantar. «El artista no se subió al escenario en ningún momento, por lo que no es posible que ningún miembro del público asistente pudiera tener contacto con Keen Levy para comprobar lo que comió o bebió antes de la actuación», señalan fuentes del Consistorio motrileño.

Además, se insiste en que la razón por la que se suspendió el concierto responde «únicamente» al promotor del evento: Badía Beach Club. El Ayuntamiento de Motril ha lamentado las molestias ocasionadas al público asistente y exige «el reembolso íntegro de las entradas vendidas» por parte de los organizadores del concierto.