La temporada de verano no está siendo buena. A estas alturas esa afirmación ya no es noticia. El sector atraviesa uno de sus momentos más difíciles consecuencia de la crisis sanitaria de la Covid-19. Y trata de capear un temporal, que en el caso ... del turismo de playa afronta ahora lo peor. En la Costa Tropical el número de camas se reduce considerablemente todos los años cuando llega octubre. Pero esta vez la oferta va a ser casi nula. El hotel Playacálida que abrió en julio sus puertas ya ha echado el cierre. Y desde la cadena hotelera apuntan que «de momento no tienen fecha de reapertura». Jesús Megías, presidente de la asociación hotelera de la Costa granadina, apunta que la práctica totalidad de la planta hotelera parará a partir del 1 de octubre. Algunos puede que incluso antes. Más de 800 empleos directos se perderán.
Publicidad
Megías indica que los niveles de ocupación está muy bajos. Entre semana no superan el 20%. El porcentaje sube algo los fines de semana. Pero la media en esta última semana de septiembre ha sido de entre el 30% y el 40%. Teniendo en cuenta que en verano no se ha superado el 60% de media (aunque ha habido viernes y sábados con buenos datos), a los empresarios del sector no les salen las cuentas.
El presidente de los hoteleros apunta que de cara a esta semana que acaba de empezar las previsiones son peores. El mal tiempo que dan para el fin de semana, con probabilidades de lluvia el sábado, unido al inicio del curso escolar y al prácticamente inexistente turismo extranjero hace que apenas haya reservas. «El otoño está perdido», lamenta Jesús Megías, que además precisa que su establecimiento hotelero cerrará, como muy tarde, el 1 de octubre. «Vamos a ir viendo casi semana a semana. Pero no más allá de inicios de octubre», asevera.
Megías señala que confía en que puedan alargar los ERTE más allá de final de año. La vista de los empresarios del sector ya está puesta en la próxima primavera. Antes, no esperan tener buenos datos, y la mayoría ni siquiera abrirán sus puertas.
Publicidad
«Ya solo pensamos en poder salvar la temporada de primavera y seguir adelante», precisa el hotelero, después de un 2020 que ya prefieren olvidar. Hay que tener en cuenta que a partir de Semana Santa es cuando el turismo de playa comienza a animarse y muchos hoteles reabren. Por eso están ahí ahora sus expectativas, teniendo en cuenta que las reservas que había para el otoño de turistas nórdicos, que son los que hasta ahora salvaban la temporada baja, han ido cancelándose a medida que han incrementado los contagios.
Los hoteleros, explica Megías, necesitan ahora más que nunca el apoyo de las administraciones para que este año casi en blanco sea solo una racha mala y no se lleve por delante todo lo que se había avanzado en los últimos ejercicios, en los que verano tras verano se han ido batiendo récords de llegada de visitantes. Del actual casi prefieren no mirar las cifras ni hacer balance. Son conscientes, como todos, de que el batacazo ha sido tremendo. Y ahora piensan en como salir lo menos dañados posibles.
Publicidad
El representante de los empresarios del sector apunta, además, que las consecuencias de este cierre no sólo será para los trabajadores empleados directamente en los alojamientos, sino que también afectará a otros sectores como el comercio o la hostelería.
De hecho, la asociación de chiringuitos ya advirtió hace un par de semanas de que algunos establecimientos se planteaban cerrar sus puertas en este mes de septiembre. La bajada de la facturación este verano, unida a la ausencia de turismo extranjero estaban también detrás de esta idea. Al igual que en el caso de los hoteles, los chiringuiteros miran día a día la evolución de los datos, siendo conscientes de que de nada sirve hacer comparaciones con la caja que pudo hacerse el verano anterior. Hay que tener en cuenta que estos empresarios ya dejaron de contratar a varios cientos de personas que suelen incorporarse como refuerzo de temporada, que en esta ocasión no fue necesario. A eso habría que sumarle los que perderían su puesto en el caso de que no puedan seguir funcionando en septiembre.
Publicidad
Los últimos datos de la coyuntura turística y ocupación hotelera del Instituto Nacional de Estadística, referentes a julio, mostraban una situación complicada. En la Costa, el desplome es de cerca del 60%. Los hoteles del litoral acogieron en julio de 2019 a 195.703 turistas, frente a los 76. 182 de este año. Las pernoctaciones en los hoteles de la provincia se hundían un 70% de un julio a otro y pasan de superar el medio millón a caer a las 181.470.
La bajada del turismo internacional, que será aún más significativa en los datos de agosto, es ya se notó en julio. Solo supuso un 15% del total.
En un verano sin visitantes foráneos, con limitaciones en el ocio nocturno y la hostelería y miedo por parte de muchos al virus y a la crisis económica, el sector se ha limitado a tratar de sobrevivir. Ahora, con un horizonte aún incierto, ponen toda su confianza en el 2021. Parece difícil imaginar que sea peor que este. Aunque mejor no especular, por si sorprende.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.