Una de las principales calles de Motril perderá la mitad de sus aparcamientos por una reforma

Pero lo cierto es que, al final, todos los motrileños han podido enterarse de los entresijos de las obras a la vez, y no precisamente a través de un comunicado oficial o una reunión. Ayer por la mañana ya aparecía la licitación de las obras en el Boletín Oficial de la Provincia, donde puede verse con todo lujo de detalles la memoria donde se justifica la actuación, los planos que muestran cómo quedará la calle o el precio de adjudicación, que se sitúa en 1.300.000 euros y que se financiará gracias a los fondos europeos Edusi, que gestiona el Gobierno central y la Mancomunidad de Municipios, que se encargará de renovar todo el sistema de saneamiento. Además, la portavoz del Partido Popular de Motril, Luisa García Chamorro, también dio difusión a la información en redes sociales y criticó al gobierno por no haber «consensuado con los vecinos la remodelación de la calle Ancha antes de licitar el proyecto», que contará con un plazo de 26 días para encontrar a la empresa que se hará cargo de las obras.

En los documentos queda reflejado que se actuará sobre un total de doce mil metros cuadrados y que se reformará tanto la calle Ancha como la Plaza Carlos Cano y algunas zonas del Parque 28 de febrero. Una vez se metan las nuevas tuberías, llegará la reforma de la calle Ancha en sí, que se hará, según consta en los mismos documentos, con la idea de ganar espacio para el peatón haciendo aceras más anchas y para las bicicletas, con la creación de un carril exclusivo que se conectará con el que ya hay en el Camino del Cerro del Toro.

Una de las grandes novedades que traerá consigo el proyecto y según se aprecia en los planos, será la eliminación de las plazas de aparcamiento que ahora hay en el carril que va en dirección al Camino de San Antonio. Teniendo en cuenta que hay capacidad para unos 60 coches en toda la vía, la supresión de estas plazas supondrá que la calle Ancha perderá más de la mitad de los espacios con los que cuenta hoy en día. Habrá que ver también cómo quedarían en este nuevo dibujo las paradas de autobuses y las zonas de carga y descarga, que actualmente están en esas zonas donde hoy se aparca y que se perderán con el ensanchamiento de la acera.

La memoria justifica las obras en la necesidad de dinamizar una zona que, a decir verdad, está muy deteriorada y con las que se quiere reducir el uso del coche para seguir una estrategia de movilidad sostenible. Por eso, además de ensanchar las aceras, se eliminarán las barreras arquitectónicas, además de arreglar los pasos de peatones, embellecer la calle con zonas ajardinadas, modernizar el mobiliario y cambiar toda la iluminación.

Terminadas las obras, la calle Ancha contará con una vía central para coches con un carril en cada dirección y un ancho total de seis metros. De calle pasará a ser lo que el proyecto denomina una «ciclocalle». Es decir, una vía en la que conviven peatones, coches y bicicletas y donde se reducirá la velocidad a 30 kilómetros por hora. Ahora habrá que ver si el proyecto es bienvenido por los vecinos, que, eso sí, tendrán una calle totalmente nueva.