El puerto de Motril inicia a finales de año las obras para construir una dársena deportiva de casi 600 amarres

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La dársena náutica, valorada en 38 millones de euros, aumentará los servicios. El puerto incluirá una nueva zona de varadero, reparación de buques, astilleros, un nuevo club náutico o una escuela de vela... Además, se compatibilizará el uso recreativo con el pesquero, con nuevas instalaciones para la flota, zona de rederos y restaurantes.

El muelle se integrará en la ciudad. En Varadero-Santa Adela se van a desarrollar más equipamientos que resucitarán económicamente los barrios tradicionalmente pesqueros. Espacios comerciales, con supermercado, tiendas, restaurantes, aparcamientos, zonas verdes, áreas deportivas equipadas y espacios de paseo por los muelles náutico y pesquero, ampliarán la oferta de la ciudad.

Con esta nueva dársena, la Costa logrará aumentar en un 20% sus amarres. Los últimos 225 amarres que se construyeron en el litoral fueron los del puerto deportivo de Marina del Este en el año 1988. Junto a los del Club Náutico de Motril suman solo 425 puntos de atraque, que sitúan a Granada a la cola de las provincias costeras del país, mientras que las provincias vecinas como Málaga tienen diez puertos y 4.748 atraques o Almería, con casi cuatro mil amarres en ocho puertos.

La obra de proporciones megalíticas que comienza en los próximos meses lleva aparejada numerosas actuaciones. En total, en el desarrollo de todo el plan para abrir el puerto a la ciudad se invertirán cerca de 60 millones, costeados gracias a la iniciativa público- privada. De aquí a 2026 el puerto habrá invertido 15 millones de su presupuesto.

Para construir la dársena hay que inundar y dragar la actual zona de preembarque. En este año se trasladará este espacio y el recinto aduanero a las inmediaciones de la ZAL (Zona de Actividades Logísticas), es decir el polígono del puerto. Por otra parte, se tendrá que construir un muelle para trasladar temporalmente al muelle de las Azucenas la flota pesquera, que una vez finalizada la reordenación del puerto se situará en la dársena náutico -pesquera.

«Nuestra previsión es que el inicio de las obras pueda ser a finales de 2023. Las fases que dividen la ejecución permitirá que la actividad portuaria continúe con total normalidad», destaca el presidente, José García Fuentes.

En definitiva, con los cambios de usos portuarios, quedarán tres dársenas. Una de ellas será exclusivamente para tráfico de mercancías, alejada de los núcleos poblacionales, situada en el muelle de las Azucenas, junto a la actual Zona de Actividades Logísticas (ZAL) y el futuro parque industrial y empresarial portuario, conocido como el PUE-1. La parte central de las instalaciones, la segunda dársena, se destinará exclusivamente para tráfico de pasajeros, tanto de líneas regulares de ferry de los muelles de Costa y Levante como de turismo de cruceros. Por último, se quedará la nueva dársena náutico-pesquera, que echa rodar en este 2023.

En cuatro años Motril habrá ganado al puerto 412.000 metros cuadrados, el equivalente a lo que ocupan hoy los barrios de Varadero-Santa Adela juntos. Las reformas y las nuevas zonas comerciales se traducirán en un millar de puestos de trabajo. De momento, la primera fase de este plan de apertura a la ciudad quedará listo en abril con la inauguración del nuevo paseo marítimo que ya conecta una parte del puerto con la ciudad.