Una Salobreña a repartir entre nueve o más

La localidad costera se enfrenta a unas municipales inciertas tras la salida de la alcaldesa, la proliferación de candidaturas, la recuperación de formaciones extintas y el traspaso de un concejal a Cs

Martes, 17 de enero 2023, 00:08

El paseo marítimo no ha empezado a afearse con cartelería y propaganda electoral de los partidos que concurren a las próximas elecciones municipales, pero la carrera ha empezado y a algunos ya les falta el aliento. No hay duda de que la Villa está dividida. ... Si en otras elecciones al menos se podía intuir cómo quedaría el Ayuntamiento o por donde irían los tiros, ahora es prácticamente imposible.

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La salida forzada de la alcaldesa, María Eugenia Rufino, ha provocado un terremoto en Salobreña de unas dimensiones colosales. El 'Macarenazo' se queda corto y, en comparación, fue solo un leve temblor. En Salobreña se cavó la tumba política de la, por entonces, líder de Vox, y también será la sepultura de otras aventuras políticas que comenzaron hace años o se inician ahora. El tiempo y las urnas lo dirán.

Al menos habrá nueve candidatos a los comicios del 28 de mayo, el municipio tiene razones para estar confundido. Todavía hay lugar para sorpresas. A algunos la situación les divierte, mientras a otros la guerra abierta que se traen sus vecinos les aburre hasta el punto de, no sin cierto dramatismo, «querer irse del pueblo». Se masculla, tarde y entre dientes, que era mejor aquello de más vale malo conocido que bueno por conocer. El adiós involuntario de la primera edil ha dejado huérfanos a algunos votantes que no creían en las siglas del PSOE pero sí en su vecina, aquella mujer «amable y pelirroja» que vive en el casco histórico, cerca del paseo las Flores.

Javier Ortega, quien en 2019 quedó desbancado por Rufino, logró cuatro años después los apoyos necesarios para sacar de su despacho -y quizás del PSOE por el descontento que tiene- a la regidora. Algunos partidos agradecen a Ortega la jugada… Dos encuestas vaticinaban que María Eugenia Rufino podría conseguir ser, por tercer mandato consecutivo, alcaldesa. «Esto es un galimatías. El hecho de que ella no sea candidata va a provocar una fuga de votos. Hay una cantidad de candidaturas para las municipales que veremos a ver. No creo que ninguna logre sacar al menos cuatro concejales», cuenta en la avenida del Mediterráneo un vecino, que confiesa que no sabe qué hará con su voto.

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El PSOE contaba con 7 de los 17 concejales que componen la corporación municipal. Cs, PMás, Vox, IU, Podemos y Vox son las otras formaciones que tienen representación. La portavoz de Podemos, María Jesús Castaño, hasta la fecha, parece que no tiene ganas de repetir, mientras que otros como Manuel Martín Montero (Vox) o Plácido Leyva (Cs) repetirán. En el caso de Cs también ha habido cierto barullo esta última semana después de que se anunciara que el exconcejal del PP, José Casares, se incorporaría a las filas del partido naranja, formación a la que algunos habían dado por muerta y de la que muchos huyeron en bandadas tras las andaluzas. Por el PP se presenta Rafael Bosh. La formación también tuvo sus sacudidas antes de elegir candidato, solo que, a diferencia del PSOE, fueron discretos.

Hay nuevos candidatos que suenan fuerte también en el pueblo. Uno de ellos es Paco Blanco, que se presenta a la alcaldía por Convergencia Andaluza. Unas siglas que en Almuñécar pesan, tanto para bien como para mal, por su líder, Juan Carlos Benavides, pero que en Salobreña va sumando adeptos. Blanco no es desconocido en la Villa. Vinculado al mundo cofrade, el candidato se ha implicado en causas sociales para la localidad y hasta montó un grupo de ayuda a los más mayores durante la pandemia. «Conozco al chaval que se presenta por CA y me ha sorprendido que se meta en política. Lo suyo hasta ahora habían sido las causas sociales», dice a su favor una vecina de avanzada edad en el entorno del mercado. A pesar de ser un pueblo de 12.000 habitantes, Salobreña no deja de ser un pueblo y es mejor no dar nombres para no dar de qué hablar.

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Además, resucitan iniciativas políticas que parecían extintas con adeptos y apoyo entre los vecinos. Después de décadas fuera de la primera línea política, María Teresa Jiménez, la que fue la primera alcaldesa de Salobreña, refunda la Agrupación Independiente por Salobreña, Lobres, La Caleta y La Guardia. La salobreñera, que se apartó de la política por motivos personales, se presenta a los comicios por el desencanto que siente con su pueblo, que «en 30 años no ha crecido nada».

La mujer, abuela ya de 66 años, tiene la «ilusión de la juventud, pero la experiencia que da la edad» y quiere trabajar por su pueblo. Presentará su lista el próximo 17 de febrero y adelanta que «son gente con talento, joven y con ganas que no ha estado antes en política», que a veces es un plus.

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