Un camarero de un bar atiende el mismo día en que han entrado vigor nuevas restricciones en Navarra Eduardo Sanz / e. p.

Las cuarentenas se reducen a una semana para los más de 8.000 granadinos que hay confinados

La mayoría de los contagiados sufren síntomas leves y acotados en el tiempo, lo que induce a las autoridades sanitarias a rectificarse a sí mismas

antonio paniagua

Jueves, 30 de diciembre 2021, 00:54

La multiplicación de infecciones causada por la nueva variante ómicron y la acumulación de conocimientos que indican que la mayoría de los contagiados sufren síntomas leves y acotados en el tiempo han inducido a las autoridades sanitarias a rectificarse a sí mismas.

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El Gobierno y las comunidades autónomas acordaron ayer «por unanimidad» reducir la cuarentena de las personas que den positivo en las pruebas de covid de diez a siete días. El pacto se fraguó en el seno de la Comisión de Salud Pública, en la que están representados responsables sanitarios autonómicos y técnicos del Ministerio de Sanidad. Para contabilizar los siete días, el reloj empieza a funcionar desde el inicio de los síntomas o a partir del resultado positivo, en el caso de contagiados asintomáticos.

Las personas que no han sido vacunadas y que han tenido un contacto estrecho con un positivo también verán menguada la duración de la cuarentena hasta los siete días frente a los diez establecidos hasta ahora. La pasada semana ya se prescindió de la obligatoriedad de respetar un aislamiento de una decena de días para los contactos estrechos de un positivo que estuvieran inmunizados. Las medidas de acortamiento de la cuarentena, que entran en vigor hoy mismo, se adoptan a pesar de que existe «un alto nivel de circulación del virus», tal y como reconoció la ministra de Sanidad, Carolina Darias. En los últimos diez días se han registrado más de 8.000 positivos en Granada.

«A pesar de que la proporción de casos que necesitan hospitalización en las UCI es significativamente más baja que el pasado año por estas fechas, es verdad que las altas incidencias que estamos registrando están haciendo que esta ocupación vaya aumentando poco a poco», admitió la ministra.

El cambio de criterio se ha hecho sin el respaldo de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, que abogaba por esperar una semana más para revisar los pocos datos existentes sobre las dinámicas de transmisión de ómicron.

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La decisión acontece después de que el Reino Unido decidiera acortar el aislamiento a siete días en caso de que el paciente diera negativo en dos test de antígenos en los últimos dos días. En EE UU, los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han limitado la cuarentena a solo cinco días si la persona carece de síntomas. Sudáfrica, el primer país que identificó el nuevo linaje, apostó por adoptar medidas similares y eximió incluso a los positivos asintomáticos de la obligación de aislarse.

Al final, en España se ha llegado a una solución de consenso entre los partidarios de recortar al máximo el aislamiento a tres días para los contagiados sin síntomas y sin antídoto, como defendía el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, y los que preconizaban un periodo superior a los cinco días, postura que apoyaban los Ejecutivos de Baleares y Galicia.

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Estrategia de la OMS

La determinación sigue la nueva estrategia de la OMS, partidaria de disminuir la cuarentena a la vista de que el periodo de incubación del coronavirus, desde el contagio a la aparición de los primeros síntomas, suele oscilar entre cinco y siete días, aunque en algunos estudios se plantea que en el caso de la variante ómicron parece ser menor. No obstante, el director de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, precisó que tales investigaciones podrían estar sesgadas, por cuanto el menor tiempo de incubación parece una circunstancia exclusiva de las personas jóvenes. Insistió en que debe «minimizarse el impacto sanitario, pero también en la economía y en la sociedad».

En esta línea se inscribían las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien en su discurso de balance del año postuló la conciliación de la salud pública con «la salud mental y la economía». Pese a que la combinación de las variantes delta y ómicron tensa el sistema sanitario y está dejando exhausta la atención primaria, Sánchez adujo que la presión asistencial es muy diferente a la de hace un año. El 87% de los mayores de 70 años cuentan ya con la dosis de refuerzo.

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