Cuatro bares en Granada para probar comida de otras provincias de Andalucía

Tomando la comunidad autónoma como referencia, proponemos cinco bares o restaurantes donde comerse un pedacito de Andalucía en la capital granadina.

En junio hará dos años que abrió sus puertas en Granada un local donde saborear el 'Cadi, Cadi' en pleno barrio del Zaidín, en el cruce entre la Avenida de Dílar y la calle Fontiveros. En el restaurante La Gaditana, ya sea en su soleada terraza, en su barras o en su mesas altas en el interior, se pude degustar un pedacito de Cádiz de la mano de Ana y Alejandro, ella granadina y él gaditano.

Frituras de pescado al estilo gaditano (de choco, cazón, gambas fritas o una variada, si se desea) tortitas de camarones, atún, rodaballo a la gaditana, pulpo o gambas cocidas forman parte de su carta, donde los vinos de la tierra también tienen cabida, como no, los de Jerez. Pescado fresco y marisco para sentirse como La Viña o en Sanlúcar de Barrameda. Y con tapas, por supuesto, que esto es Graná, y aquí hay que... tapear

Una forma de sentirse en la calle Betis pero en el barrio Fígares de Granada. Con colores marineros, el nombre ya deja claro que la capital hispalense es la inspiración de este local que regenta Luis Barranco en la esquina de Pinto Zuloaga con calle Azhuma. Las gigantescas fotos de lugares reconocidos de la ciudad, como el propio puente de Triana, lo corroboran.

Su especialidad, el pescaíto frito: cazón, chipirones, boquerones, bacalao. Aunque también sirven rica ensaladilla rusa, gambas, cigalas, navajas, mejillones, tomate aliñado, pulpo, chopitos, arroz negro y carnes ibéricas. Todo ello regado con buena cerveza o buen vino de su amplia carta. «A falta de mar, pescaíto en terraza», es uno de sus lemas. Solo cierra los lunes.

De Alcaudete (Jaén), tierra de buenas frutas, verduras y productos de matanza, a Granada. Es el viaje que hizo Miguel, propietario de esta acogedora taberna en la calle José María Garrido Lopera, en los Vergeles. Taberna familiar, donde los buenos vinos, la cerveza bien tirada, un buen vermú casero, sus tapas de calidad, sus carnes y el buen rollo son su razón de ser. Con un trato cercano y siempre divertido, Miguel y su familia te hacen sentir como en casa en su pequeño rincón, una tasca con solera en sus paredes y buen gusto en la decoración que te traslada a los bares de antes.

Su pizarra de raciones, que va variando, ofrece auténticas delicias, como medallones de solomillo de ternera, perdiz en escabeche, codornices fritas, chuletitas de cordero, papas al mojo picón, tomate aliñado, unas ricas setas a la plancha o croquetas de chorizo. Sus carnes están a la vista en un expositor, también su embutidos o el sabroso tocino que sirven en papel de estraza. Vinos de calidad con el consejo del propio Miguel completan un local en el que acodarse en la barra, en uno de sus barriles de la puerta o en la ventana de su fachada para disfrutar de los mediodías primaverales con buen ambiente.

Aunque la Costa Tropical también es conocida por sus ricos espetos, Málaga se lleva la fama en cuanto a la elaboración de la sardina a las brasas y 'pinchada' de siete en siete sobre una barca. En Granada, desde hace un lustro, también es posible degustar esas delicia así preparada. No son de origen malagueño, pero en el Restaurante Al Espeto disponen de su propia zona para asar espetos, ya sea de sardina, de pulpo o de calamar o incluso de peces grandes. Ubicado en pleno centro de Granada, en la calle Ancha de Gracia, el pescado y el marisco es la especialidad de la casa.

Pero si las sardinas no nos bastan para sentirnos como si estuviéramos El Palo o en Los Boliches de Fuengirola, siempre podemos pedir unas conchas finas, ese rico molusco bivaldo característico de la Costa del Sol, y trasladarnos a los Hermanos Alba en Pedragalejo. Gambas rojas, almejas, arroces, quisquillas y una variedad de pescado fresco (lubinas, doradas, pargos y meros) forman parte de su carta. Y como no, los boquerones y las coquinas. Casi como un trocito de Málaga con corazón granadino (como Miguel Montalbán y sus socios, los propietarios), pero en pleno centro de la ciudad... y con cerveza también granadina (para los escépticos).