El 'cubo' se despide de Bankia para pasar a ser Caixabank

Es la segunda vez que el inmueble, originaria sede de CajaGranada, cambia de imagen. Aunque la antigua General pasó a formar parte de Banco Mare Nostrum (BMN) junto a Caja Murcia, Caixa Penedés y Sa Nostra como parte de la reestructuración del sistema financiero llevado a cabo en 2010, el edificio mantuvo sus señas de identidad.

El primer cambio no se produjo hasta marzo de 2018, cuando el conglomerado se fusionó mediante absorción a Bankia. La entidad granadina quedó diluida, apenas un 0,18%, dentro del capital de la antigua caja madrileña; una pérdida de peso que se tradujo visualmente en la sustitución del emblema por la grafía de la nueva poseedora.

Ahora el mítico cubo vuelve a expresar el nuevo rumbo con la sustitución del rótulo por el de Caixabank. El cambio se ha producido apenas 24 horas después de que se consumara la absorción de Bankia, movimiento que supone la conformación de un nuevo gigante bancario en el país. Ambas entidades habían informado a los mercados el pasado 3 de septiembre de 2020 de las conversaciones para integrarse en un solo grupo con la idea de expandirse y mejorar la rentabilidad al tiempo que minimizar los riesgos derivados de la crisis generada por la covid.

Caixabank supera ahora en capital, oficinas, plantilla y clientes en territorio español a BBVA y Santander, que son sus principales competidores. Sobre el liderazgo, se espera que el martes la presidencia recaiga sobre José Ignacio Goirigolzarri, anteriormente responsable de Bankia. Gonzalo Gortázar será consejero delegado de la entidad. Su sede legal se fija en Valencia, aunque Madrid y Barcelona ejercerán también como sedes operativas. En Granada, se consolida como primera entidad financiera. Su dirección territorial seguirá teniendo su sede en Málaga.

El 'cubo' seguirá siendo la seña visible de la entidad en Granada. Se trata de un edificio icónico de 40.000 metros cuadrados, diseñado por el arquitecto Alberto Campo Baeza y construido en 2001. Sus muros de hormigón armado envuelven un gran patio interior en el que, a través de lucernarios y un complejo diseño de paramentos de alabastro, se decanta el brillo para conformar lo que su creador bautizó como un «impluvium de luz».