Cuidar el sentido de la vista es clave para la calidad de vida de las personas mayores.

El complejo mecanismo que nos abre a la vida

IDEAL organiza el Foro 'Edad y sentidos: soluciones de hoy a los problemas de siempre' | La cita tendrá lugar el próximo jueves a las 20,00 horas en el Centro Lorca, y contará con tres especialistas y Sandra Ibarra como madrina

josé antonio muñoz

Domingo, 8 de mayo 2016, 01:16

Nuestros sentidos son el módem que nos conecta al mundo. Mucho antes de que bajáramos la vista a las pantallas de nuestros teléfonos inteligentes por la calle, oíamos el claxon de los coches, veíamos el vuelo de los pájaros y olíamos, al pasar por una cafetería, el aroma que provenía del interior. Ahora, ya no tanto. En muchas ocasiones, no damos importancia a nuestros sentidos. Solo quienes tienen problemas con alguno de ellos recuerdan de forma permanente lo necesarios que son.

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A los sentidos, y a cómo cambian -y envejecen- de forma paralela al resto de nuestro cuerpo, se dedica el Foro de Salud de IDEAL, que tendrá lugar el próximo jueves día 12, a las 20,00 horas, en el Centro Lorca. En el mismo, cuatro ponentes hablarán a la concurrencia sobre los avances médicos y la filosofía necesaria para recibir, si es posible con una sonrisa, la evolución natural de nuestras capacidades, y darán a conocer las últimas novedades en tratamientos para hacer la vida más fácil.

El encuentro será moderado por el doctor Francisco Fernández Nogueras, jefe de la Unidad de Otorrinolaringología de los hospitales granadinos, en pleno proceso de unificación, por cierto. Además, asistirán el doctor Santiago Medialdea Marcos, jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital Virgen de las Nieves; el doctor José Luis Martínez Montes, jefe del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Virgen de las Nieves, y Sandra Ibarra, modelo y presidenta de la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad frente al Cáncer.

Hoy por hoy, podemos decir que el perfecto estado de nuestros sentidos es el mejor indicador de nuestra salud. De hecho, la esperanza de vida libre de discapacidad para las actividades de la vida diaria (EVLD), es el índice más comúnmente aceptado para aproximarnos a una estimación de los años que los andaluces viven en situación de dependencia. A principios de este siglo, a nivel nacional, la EVLD de los hombres era de 72,8 años, y para las mujeres de 75,4 años, mientras que en Andalucía era de 66,97 años para los hombres y de 68,97 años para las mujeres.

Granada era, en 2005, la tercera provincia andaluza con más personas con edad superior a los 65 años, solo superada por Jaén y Córdoba. La esperanza de vida en Andalucía, durante este siglo, ha evolucionado al alza, y ya supera en el caso de los hombres los 75 años, y en el caso de las mujeres los 80. En 2008, el 11,63% de los granadinos tenían limitaciones de capacidad, de las cuales el 75% afectaban al desplazamiento, dentro y fuera del hogar, a la realización de las tareas del hogar y de los cuidados personales, y a la utilización de las manos y los brazos. El otro 25% se repartía entre los problemas de comunicación, de relación con el entorno y de las tareas cognitivas elementales. Aunque la limitación física es la causa más frecuente de discapacidad, en determinados grupos de edad, las limitaciones sensoriales tienen una importancia clave.

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Lo que ocurre

Pero, ¿qué les ocurre a nuestros sentidos con el paso del tiempo? La historia es diferente en cada uno de ellos y en los órganos que los regulan. En cuanto al tacto, lo normal es que disminuya la sensibilidad táctil y la vibratoria, más acusada esta última en las extremidades inferiores, debido a la pérdida de fibras nerviosas sensoriales. La movilidad se ve afectada por el deterioro óseo, igualmente. En este sentido, el doctor Martínez Montes afirma que «con todo, el mayor problema para la movilidad de las personas, no solo los mayores, es la obesidad, que limita de forma importante la calidad de vida».

En el caso de la visión, el cristalino disminuye su transparencia debido a la acumulación de pigmentos -que produce las cataratas- y a la pérdida de elasticidad -que da lugar a la presbicia-. Del mismo modo, en la retina, disminuye su grosor, y también se afecta el campo visual, que mengua su tamaño, la agudeza visual, el nervio óptico y la corteza visual. Muchas personas pueden tener la tentación de acabar con estos problemas por la vía rápida mediante cirugía, pero, como afirma el doctor Santiago Medialdea, «a la hora de planificar una intervención hay que ser especialmente cauteloso, y hacer un diagnóstico que tenga en cuenta la mejora de la calidad de vida del paciente, pero también las consecuencias que pueden derivarse de la cirugía».

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Oído, cocina

En lo que se refiere al sentido de la audición, el problema más acusado es la presbiacusia, la pérdida de audición relacionada con la edad, especialmente en los sonidos de alta frecuencia. No es algo exclusivo de las personas mayores, ya que puede iniciarse a partir de la tercera década de vida. También debemos tener en cuenta la importancia que tiene este sentido en el mantenimiento del equilibrio, ya que la ausencia del mismo puede dar lugar a traumatismos que empeoren la calidad de vida. Para el doctor Francisco Fernández Nogueras, «es clave vigilar ambas funciones del oído, tanto la presbiacusia como lo que llamamos el presbivértigo, que se manifiesta cuando, a partir de ciertas edades, realizamos movimientos bruscos de la cabeza, por ejemplo».

Del mismo modo, el jefe de Otorrinolaringología de los hospitales granadinos, comenta con respecto a los cuidados del oído que estos «deben ser los mínimos necesarios. El sistema de producción de cerumen, aunque se ve como algo poco higiénico a veces, forma parte del funcionamiento normal del sistema auditivo. Por tanto, una limpieza excesiva y el uso de bastoncillos es perjudicial para la función auditiva».

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El sentido del gusto también se ve afectado, y hay una pérdida de la sensibilidad, que comienza entre los 40 y los 45 años en las mujeres, y una década después en los hombres. Igualmente, disminuye la secreción de saliva. Finalmente, el sentido del olfato también se ve disminuido por la pérdida de capacidad, que está directamente relacionado con la pérdida de neuronas receptoras de los estímulos olfativos.

El Foro de IDEAL dará respuestas a las inquietudes de la población sobre cómo mejorar nuestros sentidos a través de la acción terapéutica y de hábitos preventivos.

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