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Manuel de los Reyes, Puerto Barruetabeña, Pilar Ramírez y Carmen Montes, detrás de algunas de las obras que han traducido al castellano
El 'best-seller' se (re)escribe en Granada

El 'best-seller' se (re)escribe en Granada

¿Qué me dirían si les digo que 'Los Juegos del Hambre' o '50 sombras de Grey' se escribieron aquí? Pues sí, no les engaño: palabra a palabra. Y no son las únicas obras de renombre. Autores de moda como Henning Mankell, Camilla Läckberg, Robin Hobb, Brandon Sanderson, Ken Liu, Joe Hill...

José E. Cabrero

Miércoles, 4 de enero 2017, 01:45

Sus nombres persisten entre la tapa y el prólogo, haciendo legibles las historias que nos conmueven. Y, sin embargo, no gozan de ninguna fama. ¿Qué me dirían si les digo que 'Los Juegos del Hambre' o '50 sombras de Grey' se escribieron en Granada? Pues sí, no les engaño: palabra a palabra. Y no son las únicas obras de renombre. Autores de moda como Henning Mankell, Camilla Läckberg, Robin Hobb, Brandon Sanderson, Ken Liu, Joe Hill... también se han escrito en Granada. O, al menos, la edición que los lectores españoles disfrutamos. Nuestra ciudad se ha convertido en una de las capitales más importantes de la traducción literaria. Convivimos con un nutrido grupo de profesionales de éxito que sirven al público hispanohablante todo tipo de aventuras. Pero, ¿por qué Granada?

«Porque los autónomos vivimos donde queremos y aquí se vive muy bien». La respuesta de Pilar Ramírez (Granada, 1976) despierta una sonrisa fácilmente traducible en sus tres compañeros de profesión. «Yo llegué a Granada por Pilar», explica Manuel de los Reyes (nacido en el País Vasco, criado en Solares, Cantabria. 1974). «Me vine a Granada a estudiar hace 10 años y ya no me he movido de aquí», confiesa Puerto Barruetabeña (Santoña, Cantabria. 1982). «Antes tenías que vivir cerca de las editoriales, pero ya no es necesario», añade Carmen Montes (Nacida en Cádiz, pero granadina de siempre, 1963).

Las manos de Pilar, Manuel, Puerto y Carmen han traducido algunas de las novelas más importantes de los últimos años. Y lo han hecho desde Granada. Aprovechamos el primer café de la mañana para charlar, rodeados de libros, sobre el trabajo del escritor en la sombra. Porque, ¿se considera escritor al traductor?

«Hay una creencia de que el traductor es un escritor frustrado. Y sí, hay que escribir bien para traducir, sin duda. Pero, ¿frustrados? No», adelanta Puerto. «Esto no es segunda división, por mucho que se crea», incide Manuel. «La Ley de Propiedad Intelectual dice que se trata de obra derivada cuando se refiere a traducción; así que somos autores. La industria editorial estaría muy mermada en España sin la traducción», subraya Carmen.

Manuel de los Reyes

Manuel de los Reyes nos cuenta que ejerce como traductor literario desde hace 16 años. «Yo había dejado los estudios y los retomé porque descubrí que quería dedicarme a la traducción. A la traducción de novela fantástica concretamente». Ha trabajado con algunos de los mejores autores de género del momento: Robin Hobb ('Las leyes del mar', 'El profeta blanco'), Brandon Sanderson ('Elantris', la próxima entrega de la saga 'El archivo de las tormentas'), Paolo Bacigalupi ('Cuchillo de agua'), Brent Weeks ('El ojo fragmentado') o Saladin Ahmed ('El trono de la Luna Creciente').

"Robin Hobb me ayudó a sentar las bases de lo que es mi trabajo ahora: novelas de fantasía heroica, el universo ficticio. Tiene una prosa muy agradable, engañosamente sencilla. Por debajo de esa prosa tiene una historia tan bien hilvanada que te obliga a hacer encaje de bolillos para que funcione. Me puse en contacto con ella y me dijo que le hiciera todas las preguntas que se me ocurrieran. De eso hace 10 años. Hobb es una señora encantadora".

Próximamente: Después de traducir a grandes autores de la literatura de género occidental, trabajará con uno de los escritores de la gran ola china: una antología de relatos editados y seleccionados por Ken Liu ('La Gracia de los Reyes'), 'Planetas invisibles', Sello Runas de Editorial Alianza.

Pilar Ramírez

Llegado el momento, Pilar Ramírez se preguntó qué podía hacer para leer y escribir «como modelo de vida». La respuesta no tardó en llegar: «Empecé con traducción técnica y manuales algo que se repite en casi todos ellos y poco a poco llegué a la literatura». Y así se convirtió en la traductora de Max Brooks ('Guerra Mundial Z'), Terry Prachett ('Los Pequeños hombres libres), Veronica Roth (la serie Divergente') y, por supuesto, Suzanne Collins (la trilogía de 'Los Juegos del Hambre').

"La obra que más me ha dado es 'Los juegos del hambre', es la que más gente leído. El libro me gustó mucho en su momento, se ha vendido tanto, lloré en el cine al ver la película. Lloré de emoción al ver la película. Cuando oyes a un actor famoso decir las palabras que te has inventado tú, es una sensación muy agradable. Y Veronica Roth ('Divergente') también tuvo un detalle precioso cuando vino a España. Me envió por correo un ejemplar de 'Leal' expresamente para mí".

Próximamente: Fuego (The Fire Man), de Joe Hill, el hijo de Stephen King. Será el segundo volumen de una colección nueva para adultos basada en thrillers y terror de la Editorial Nocturna.

Puerto Barruetabeña

La vocación de Puerto Barruetabeña llegó a los 15 años, después de leer en la prensa un reportaje sobre la tremenda complejidad de traducir 'El Señor de los anillos' al castellano. «En ese momento me di cuenta de que había una persona entre el libro original y el que yo leía». «Empecé a trabajar pronto sigue, sobre todo con novelas románticas. Ahora, con el paso de los años, tengo la suerte de decir que trabajo todos los géneros». Suyo es el tercer volumen de '50 sombras de Grey', algo que le ha ayudado a impulsar su carrera. Una carrera que no existiría sin el resto de más de cien autores traducids: Emily St. John ('Estación Once'), Adam Sternbergh ('El enterrador'), Alice Raine ('Lejos de la oscuridad'), Annie Kagan ('La otra vida de Billy Fingers') y un larguísimo y variado etcétera.

"Con '50 sombras de Grey' está lo del título, que llegó impuesto. Debía ser '50 sombras de gris', no sé quién fue... pero tuvimos que cambiar toda la novela para que se adaptara al título"

Próximamente: Con Estación Once disfrutó muchísimo de las distopías y, por eso, la traductora de 50 sombras de Grey está encantada con su nuevo proyecto, una ucronía de un autor israelí:¿Y si Hitler no hubiera ganado la guerra y se hubiera exiliado en Londres para convertirse en detective?

Carmen Montes

A Carmen Montes siempre le gustaron los idiomas. «Hablar otro idioma es descubrir otra parte de ti», explica. Su vocación inicial fue enseñar Latín en institutos, hasta que descubrió la traducción literaria. «Me llamaron de Tusquets para que tradujera a Mankell porque una profesora de la Universidad de Barcelona había leído mi tesina y le dijo a la editorial que yo podía hacerlo. Y hasta ahora sin parar: 17 años trabajando con autores suecos». Su brillante carrera viene acompañada de Henning Mankell ('Asesinos sin rostro' y toda la saga del detective Kurt Wallander), Camilla Läckberg ('La princesa de hielo') y Jo Nesbø ('Headhunters', 'El muñeco de nieve'), entre otros. En 2013 ganó el Premio Nacional de Traducción por la hermosa distopía Kallocaína, de Karin Boye.

"Aunque no exista una "receta" para traducir libros, sí podríamos decir que los traductores estamos sujetos a un par de preceptos o "mandamientos": uno, no falsearás, o sea, dirás lo que dice el original como lo dice el original; y dos, amarás tu lengua por encima de todas las cosas,y esto significa, también, no sólo ser consciente de su historia, sino estar atento a su evolución y a su presente, a qué palabras se introducen y por qué, y si procede introducirlas. Por supuesto, para traducir bien la literatura sueca -en mi caso- del siglo xix es imprescindible conocer bien la literatura europea del xix en general y la española en particular".

Próximamente: Montes sigue su idilio con la novela sueca y, además de un nuevo libro de Camilla Läckberg para 2017, está trabajando con Lacrimosa, editorial Nórdica, de Eva Marie Liffner. Trata del primer hombre que escribió una novela sobre la emancipación económica de la mujer.

Libros y lectores

Los cuatro traductores tienen obras muy señaladas. Obras que son fácilmente localizables en las librerías. Pero son muy conscientes de que eso sólo es la punta del iceberg: «La disparidad entre lo que viene vendiendo más o menos un libro y los pelotazos, es bestial», apunta De los Reyes. «Claro prosigue Puerto, yo he traducido 100 libros y sólo he cobrado derechos de uno». Nos explican que el trabajo del traductor se suele pagar por página, que escriben entre 100 y 200 páginas al mes (dependiendo de la complejidad del libro) y que, en muy contadas ocasiones, cobran un extra por número de ventas. De esto nos habla Pilar: «A final de año ves que de la mayoría de libros que has traducido se han vendido cien unidades, cuatrocientas... Incluso mil. Luego ves que 'Los Juegos del Hambre' lleva un millón de ejemplares vendidos. Todo está muy descompensado. Estos títulos tan grandes son los que salvan al sector».

«Lloré de emoción al ver la película»

  • Entre libros y cine

  • Aunque ellos no participan directamente en el doblaje, todos han tenido o van a tener algún contacto con el mundo audiovisual. Destaca el caso de Pilar Ramírez, con Los Juegos del Hambre «Lloré de emoción al ver la película». El caso de Puerto Barruetabeña es 50 sombras de Grey

¿Y cómo es un día de trabajo? «Cada uno tiene su manera. Creo que los aquí presentes tenemos un despacho en casa donde nos sentamos delante de la pantalla y tecleamos», explica Puerto. Y sigue: «No siempre tienes contacto con el autor y el contacto con los editores es por email o teléfono. El libro te llega por papel o en versión electrónica, te dan un plazo, te organizas como puedes y se marcan unos plazos de entrega». Aunque no siempre es así, Pilar nos cuenta que a veces se traduce al mismo tiempo que el autor está dando los últimos retoques al libro, para que salga al mismo tiempo en todo el mundo. «Esto pasa con los libros que ya se saben que van a vender antes de llegar a las librerías».

Entonces, les pregunto con el último sorbo del café, cuando leo vuestras obras, ¿qué leo?

Puerto Barruetabeña: «Lees al autor porque en nuestra profesionalidad está que el autor esté ahí, pero me estás leyendo a mí porque son mis palabras: no es la misma gramática, no es el mismo vocabulario y si no estoy yo no lo leerías. Entonces, ni lo uno ni lo otro, pero las dos cosas a la vez».

Manuel de los Reyes: «Si pones a dos personas similares a traducir el mismo libro nunca dará el mismo resultado. Es como si estuviéramos en una clase de pintura, dibujando a un modelo, por mucho que los alumnos compartan acrílicos, pinceles, materiales, técnicas... Nunca quedará igual. Está la sensibilidad artística, la firma final: este es mi retrato; esta es mi traducción».

Carmen Montes: «Mi traducción tambin es original, es mi original».

Pilar Ramírez: «Nos lees a todos».

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