Viaje al tablao de Colita

La catalana reúne en el Palacio de Carlos V más de medio siglo de fotografía flamenca

Pablo Rodríguez

Viernes, 3 de febrero 2017, 17:29

Como José Menese se inspiró en el cante majestuoso de Antonio Mairena, a Isabel Steva Hernández Colita (Barcelona, 1940) el flamenco se le metió en las entrañas con Carmen Amaya y Antonio Gades. Las hechuras de los bailaores, con las barracas arrabaleras del Somorrostro barcelonés como telón de fondo, le cambiaron la vida aquel 1963 en que los dos grabaron la película Los tarantos. «Me quedé totalmente deslumbrada», reconoce la propia artista bajo la mirada de los dos genios.

Publicidad

Aunque el tiempo, rueda terrible, se llevó a los dos bailaores hace tiempo, algo de ellos, de ese talento con el que acariciaban las almas desde las tablas, permanece en las imágenes de la fotógrafa catalana. Algo pervive en las portentosas secuencias que componen El viaje sin fin, una exposición que ha convertido la capilla del Palacio de Carlos V en el genial tablao de Colita.

Inaugurada ayer con la presencia de la propia autora y representantes de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Granada y el Patronato de la Alhambra y el Generalife la delegada Sandra García, la edil María de Leyva y el director Reynaldo Fernández del Manzano, la muestra recoge casi 80 fotografías en las que Colita revela «una mirada sin artificios, manipulaciones ni prejuicios» de las más grandes figuras del cante, el toque y el baile flamenco.

Además de los mencionados Carmen Amaya y Antonio Gades, Colita reúne en su tablao a gigantes como Enrique Morente, Paco de Lucía, Antonio Mairena, Bernarda y Fernanda de Utrera o Manolo Caracol, figuras con las que estuvo estrechamente vinculadas y a las que retrató «en momentos de alegría, de amor, de compañerismo y de amistad».

La selección definida como «un granito de arena en la historia de este país» muestra el crecimiento de una creadora autodidacta, una progresión iniciada con la curiosidad de Colita por el ambiente flamenco del Somorrostro y que se alimentó del contacto con Amaya y Gades. Ambos artistas abren la exposición con una secuencia que recoge la grabación de la última película de la bailaora Los tarantos en el arrabal barcelonés.

Publicidad

En rigurosa ausencia de color y siempre prestando atención a los «instantes únicos, intensos y fascinantes», la mirada de Colita salta de las escenas de la película a los gestos íntimos, casi secretos, de Amaya en los descansos de la grabación. Hay también un viaje al escenario del rodaje, el universo gitano del Somorrostro y de Montjuïc, en el que la artista encuentras destellos singulares de vida: miradas, sonrisas que se entrecruzan, el arrebato dionisiaco de la fiesta... Y también espacio para lo oscuro, para el dolor que cuesta pronunciar, el quebranto de la gitana madura la mirada baja y perdida a la que Colita retrata con una muñeca en las manos.

La exposición continúa con otras imágenes que revelan el paso de Gades por Cataluña. El bailaor, tras su regreso abrupto de Milán, aparece sonriente en las Ramblas junto a Vicente Escudero, en plena torsión jonda en La Arboleda de Palamós o posando con Rafael Alberti en su exilio trasteveriano.

Publicidad

Le siguen fotografías de finales de los años 60, en plena ebullición del Flamenco, un periodo que llevó el arte jondo a las universidades y que vio el nacimiento de figuras como Enrique Morente, Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Juan Peña El Lebrijano, Antonio Núñez El Chocolate o José Menese. A todos ellos los retrató Colita en esa época, tras un fascinante viaje que la llevó con un Seat 600 hasta Andalucía para conocer a las flamencos en auge.

Hay también espacio en esta sección para los consolidados, genios como Antonio Mairena que aparece retratado junto a Pepe Pinto en la taberna que éste tenía en la sevillana Plaza de la Campana y bajo el rótulo de la trianera calle Pureza, Aurelio Sellés, Fernanda y Bernarda de Utrera o Sabicas.

Publicidad

La exposición no solo se retiene en la edad de oro del Flamenco, sino que concluye mostrando la evolución posterior con creadores más recientes como Estrella Morente, Mayte Martín Miguel Poveda o Duquende, todos ellos retratados en los comienzos de sus carreras.

«Son las imágenes de una vieja fotógrafa que lo hacía todo a la antigua», señala Colita contra toda la verdad. Las fotografías, que pueden ser contempladas de forma gratuita en el Palacio de Carlos V hasta el 6 de mayo, revelan la mirada de una creadora que supo advertir la belleza del instante en lo jondo, que vio el mañana en el ayer de las bulerías de Carmen Amaya y Antonio Gades en Somorrostro.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad