Javier Olivares, uno de los creadores de El Ministerio del Tiempo

«El Ministerio del Tiempo debía terminar con García Lorca, será todo un homenaje»

Javier Olivares, creador de la serie de moda, nos habla de la importancia del poeta granadino en el final de temporada y analiza el fenómeno fan sin precedentes que recorre España de punta a punta

José E. Cabrero

Lunes, 13 de abril 2015, 00:57

Un sueño con Federico García Lorca. Así arranca el último episodio de El Ministerio del Tiempo, que se emite esta noche (22:00 horas) en La 1. Un capítulo en el que Julián, Amelia y Alonso (Rodolfo Sancho, Aura Garrido y Nacho Fresneda) viajarán acompañados del ilustre poeta granadino, que jugará un papel fundamental en la resolución de la temporada. Javier Olivares, uno de los creadores de la serie, nos habla de Lorca, del Ministerio que ha reinventando el universo fan español y del "amor por las historias" que tanto él como su hermano, fallecido por ELA mientras escribían el guión de la serie, cultivan pestañeo a pestañeo. Todo un apasionado de su trabajo.

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salto de eje

El Ministerio del Tiempo cierra con Lorca, uno de esos personajes que en Granada llevamos muy dentro. ¿Conoces la ciudad?

Sí claro, estuve de turismo.

¿Impresiones?

¡Me encanta! Además, hice un Máster en la Autónoma con dos muy buenas amigas granadinas, una de ellas María Dolores Martín Aurioles, que siempre me hablé maravillas de Granada.

Es que los granadinos somos muy de vender nuestra tierra...

¡Hombre, no me extraña! Es que es una tierra fantástica, no tenéis nada que envidiar a nadie. Me dolió mucho haberme ido de Isabel cuando se grabó la segunda temporada allí en La Alhambra.

De hecho, Isabel dejó unas fotografías preciosas. Lo mismo el Ministerio del Tiempo tendría que pasar por aquí, ¿no?

(Ríe) Eso depende de producción y, bueno, depende de mí pero hay que analizarlo, calcular gastos...

Yo sólo dejo caer que en Granada hay puertas maravillosas. ¡Sería un gran plató!

Seguro, seguro.

Bueno, Javier, ¿por qué Federico García Lorca para cerrar la primera temporada de El Ministerio del Tiempo?

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Pablo, mi hermano, que ya no está con nosotros, y yo pensamos desde el principio que el capítulo final de la serie fuera en la Residencia de Estudiantes. Hubo un momento en el que allí coincidieron Lorca, Dalí y Buñuel de jóvenes. Un Buñuel, por ejemplo, que todavía no se había planteado dirigir cine... Y nos parecía que era muy curioso conectar con un instante en el que tres de las personas -junto con Picasso- que definen el S.XX español e, incluso, gran parte de la cultura mundial, estuvieran estudiando juntos. Queríamos viajar a la Residencia y hablar de Lorca y de Dalí y de Buñuel. Pero sobre todo de Lorca.

Sin destrozar el capítulo, ¿qué nos puedes contar, qué pasará?

Conoceremos a un Lorca joven. Aunque Ángel Ruiz (1970, nacido en Pamplona, pero criado en Málaga) no da la imagen exacta de esa juventud, bordó tanto el papel del poeta que decidimos que fuera él. Ángel está haciendo una obra de teatro sobre Miguel de Molina en Madrid y de verdad que nos encantó desde el primer momento. Ya veréis.

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Y, bueno, enfocamos el tema de Lorca desde conceptos relacionados con el sueño, como el poema de La Leyenda del Tiempo, y con ciertos toques premonitorios. Verás, Lorca, en Poeta en Nueva York, en el año 30, escribió un poema que, de hecho, se recita en el capítulo: "Cuando se hundieron las formas puras bajo el cri cri de las margaritas, comprendí que me habían asesinado. Destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro. Y ya no me encontraron".

"Cuando se hundieron las formas puras

bajo el cri cri de las margaritas,

comprendí que me habían asesinado.

Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias.

Abrieron los toneless y los armorios.

Destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.

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Ya no me encontraraon.

¿No me encontraron?

No. No me encontraron".

Poeta en Nueva York, 1930

(Sigue Olivares) Es decir, esto está escrito siete años antes de su muerte. Entonces, claro, impresiona. Y por eso decidí que en una serie en la que lo premonitorio parece que no es tan importante (para un personaje de 1880 como Amelia Folch, las premoniciones en realidad no son tal porque puede viajar al futuro), Lorca podía encajar de una manera inesperada. Así, el capítulo arranca con el personaje de Rodolfo Sancho, Julián, teniendo un sueño con Lorca. En la siguiente secuencia, en el Ministerio, le dicen que su misión es ir a la Residencia de Estudiantes donde verá a Lorca. Y así entrelazamos los sueños de Lorca y del propio Julián en una relación muy especial. Me pareció una manera muy poética y muy bonita de celebrar a uno de los grandes poetas y creadores de España. El Ministerio del Tiempo tenía que terminar con García Lorca, será todo un homenaje.

Veo que te apasiona el tema.

Hay expertos mucho más conocedores, pero procuro documentarme. En el Ministerio, Pablo y yo lo que hemos hecho sobre todo es contar ese tipo de historias culturales que a nosotros nos han llamado siempre la atención y que, como nos han llamado la atención, dominamos. Como Lope de Vega, la Posguerra, la Guerra de la Independencia, Isabel (hicimos la primera temporada juntos), Guernika... Todo sumado con homenajes a otro tipo de historias, como Atrapado en el Tiempo (Harold Ramis, 1993) y tantas otra películas. Queríamos mezclarlo todo en esta serie.

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Parece que va a ser un gran final de temporada.

Es un final estremecedor.

¿Sorpresas dramáticas?

Sí.

¿Muy dramáticas?

Es un capítulo que va mucho más al drama que los anteriores. Creo que toca. Hemos alcanzado un momento en el que los personajes tienen muchos conflictos personales por resolver. Claro, ellos han salvado a Lope o al Empecinado. Pero llega un momento en el que es muy duro viajar por el tiempo salvando la Historia de España y no salvando tu propia vida o la de tu familia...

¿Ya tienes ideas para la segunda temporada?

Hay alguna idea, pero no mucho escrito.

¿Habrá más personajes granadinos?

No te sé decir. Estamos en una fase de analizar por dónde queremos ir. No te puedo garantizar nada.

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Nada, yo sólo dejo caer algunos nombres, no sé, ¿Ganivet? ¿Mariana Pineda?

Mariana Pineda tendría mucha gracia en el Ministerio del Tiempo, de hecho.

La revolución del tiempo

La revolución ministérica, como se la conoce, ha sido fabulosa. Parece que en España estábamos esperando una serie de ciencia-ficción que conciliara a fans con creadores. Es que es alucinante, por ejemplo en Granada hay una chica, Beatriz Iglesias, que cuelga unas ilustraciones preciosas nada más terminar un episodio y en FicZone (1 y 2 de mayo, Palacio de Deportes de Granada) están organizando una exposición de artistas de toda España...

Yo, todo esto, lo llevo con mucha alegría. Los fans me quitan mucho tiempo, pero se lo doy porque se lo merecen y porque es un placer. Estoy muy contento de haber generado este fenómeno... Me da tanta rabia que Pablo no lo haya podido disfrutar....

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¿Demuestra el Ministerio del Tiempo que la ciencia-ficción no es una parcela exclusiva de los angloparlantes?

Demuestra dos cosas: primero, que había un público al que no le daban un producto que estaba esperando desde hace muchos años. Y segundo, que hay un público que ve la televisión de otra manera y, aunque en términos de audiencia no seamos la opción más vista, es raro el día que no me encuentro con alguien hablando sobre el Ministero del Tiempo, cosa que no me había pasado en 25 años de profesión. Esto te indica que hay otra manera de hacer televisión y que la industria tiene que estar abierta a otras opciones. No es normal este fenómeno: sin ser la que tiene la mejor audiencia -aunque sea buena, conste- el Ministerio del Tiempo es la que más movimiento social genera a día de hoy. Y eso tiene que significar algo.

Sin duda. Parece que el Ministerio va a perdurar.

Por otra parte, te choca que en las páginas de bajar series de manera pirata, haya subtítulos en inglés, desde el primer capítulo, para que la gente de allí pueda ver la serie... Llama mucho la atención.

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Es que había mucha gente esperando este tipo de contenido en España.

Yo creo que ya no lo esperaban. De hecho, cuando se anunció el Ministerio, la gente desconfió mucho. Por ejemplo, cuando dijeron que éramos el Doctor Who a la española, los seguidores de la serie británica se ofendieron mucho... Y ahora puedo decir encantado de la vida que gran parte de los seguidores de Doctor Who son seguidores del Ministerio del Tiempo.

Confesaré que escribí un artículo mostrando inquietud, porque yo era de esos de Doctor Who... Pero fue una alegría retractarme de toda duda que pudiera tener. Y bueno, ¿qué proyectos tienes para el futuro?

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Lo primero, sobrevivir. Porque mi agenda ahora es una locura. Esencialmente quiero seguir con la segunda temporada; organizarla bien para que no sea tan sufrido al hacer la serie. Y luego pensar en otros proyectos.

¿Cine, quizás?

Tengo un guión desde hace muchísimos años hecho con Pablo que lo quiero mover. Pero, el cine en general, salvo algún tema puntual que saliera, no me llama la atención. El cine español está en manos de los directores y los guionistas somos ayudantes del asunto. A las pruebas me remito: Borja Cobeaga y Diego San José no fueron ni invitados a los Goya, cuando son los creadores de la película más taquillera de nuestro cine (habla de 8 apellidos vascos). No, no me llama la atención porque en la televisión tengo más control de mi propio producto. Estoy mucho más feliz en la televisión.

Por pura curiosidad, ¿de qué va ese guión?

Es un homenaje a la serie B del cine americano y a aquel momento en el que venían a rodar a España, a hacer películas a Almería y a Cuenca y a todo este tipo de sitios tan nuestros.

Cambiar el futuro (y el pasado)

¿Qué serie te gustaría ver en España?

Me gustaría ver una serie que hablara de política. Pero de verdad. Que hablara de la corrupción, de la situación en la que estamos, de los problemas sociales que hay en España. Echo de menos series que no sean sólo para divertir, series que metan un poquito el dedo en la llaga. La televisión, si se convierte sóloen mero divertimento, al final es un placebo, es una evasión excesiva. La televisión, como la novela o el cine, tiene que contar el mundo en el que vivimos y echo de menos series que hablen de lo que está pasando en estos momentos.

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¿Eres seguidor de alguna serie?

Ahora mismo no me da tiempo. Antes sí veía muchas series. Estoy viendo una sueca, mezcla de policíaca y fantástica, y estoy pendiente de unos capítulos de Mad Men y The Wire... Y muchas cosas para las que no tengo tiempo...

Cuando hablo con mis amigos sobre viajar en el tiempo, siempre surgen dos preguntas. La primera: Si pudieras hacer un sólo viaje en el tiempo, o al futuro o al pasado, ¿a dónde irías?

Iría hace apenas cinco o seis años, cuando mi hermano estaba sano, para poder seguir hablando con él.

Y, la segunda, si pudieras cambiar algo, ¿qué sería?

Si pudiera, viajaría al futuro para coger medicamentos que curen enfermedades que se están llevando a mucha gente y que, ahora mismo, no se están investigando lo suficiente. Y que cuando se hace, como en el caso de la Hepatitis C, enfermedad que yo sufrí en su día y de la que tuve la suerte de curarme, parece que hay quien decide quién tiene que vivir y quién tiene que morir...

Suele pasar con las historias, por muy fantásticas que sean, que cuando se va más allá de la narración, cuando detrás del espectáculo que vemos hay verdad, eso llega a la gente. Escuchándote, creo que esa es una de las claves del éxito del Ministerio...

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El Ministerio del Tiempo tiene magia. Tiene amor. No soy muy zen ni muy místico. Más bien todo lo contrario. Pero creo que el Ministerio (como la primera temporada de Isabel, que hicimos con mi hermano ya enfermo de ELA), que es una idea de Pablo, está hecho con un amor muy especial. Mi hermano escribió tres capítulos, el primero, el segundo y el quinto, que trataba sobre el Guernica. Ese capítulo lo escribió tres semanas antes de morir, con un ordenador en el que había un ratón de reconocimiento ocular y en el que cada letrita era un pestañeo. Escribió un guión pestañeo a pestañeo. Un guión en el que hay una visión positiva de la vida, del amor, de la lealtad hacia las personas y de sentido del humor. Un guión escrito por alguien que no se puede mover, por alguien que está preso en su cuerpo... Eso es un acto de amor a la profesión y hacia el hecho de querer contar historias.

En ese ambiente me he visto envuelto yo, se ha visto envuelto Marc Vigil y Abigail Schaaf y Jorge Dorado (directores de la serie)... Y todos, incluso muchos actores muy pendientes de mi hermano, que le han dado al Ministerio un cariño y una pasión y un amor que trasciende la pantalla y que nos está volviendo.

Una última cosa. Es una idea, para un guión de un posible capítulo. A ver qué te parece: Una puerta del tiempo se abre y los agentes del Ministerio evitan que Antonio Resines termina Los Serrano diciendo que todo fue un sueño... (Javier Olivares fue guionista de la serie)

(Ríe) No, de hecho aquello no podría ser un trabajo del Ministerio... Bueno, primero, no podemos ir a series de otras productoras y cadenas. Y no viajaremos allí porque, ya en su día, mi hermano Pablo, que era productor ejecutivo, y yo nos fuimos. Nos fuimos ante el desacuerdo de cómo estaban derivando ciertas cosas. Nos negábamos a que Resines fuera un Don Juan y a que todo acabara siendo un sueño... Yo dedicaría un viaje por la puerta del tiempo a algo más inteligente: intentar convencer a alguien de que esos giros de guión eran una estupidez. Desgraciadamente, una estupenda serie como Los Serrano es recordada por un final patético y no por la gran serie que fue.

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Vaya, he pinchado en hueso...

Es que es así. Fue una tomadura de pelo al espectador. Es como si después de ver un capítulo de Los Soprano te echaran las tomas falsas. Hay códigos que no se pueden romper por respeto a un público que es muy inteligente. Cuando los que crean las series tenemos menos poder que los que no las crean y se ponen a opinar...pues la cosa se jode.

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