Darro tendrá que buscar una casa a la familia que okupó la planta alta del centro de salud

El Juzgado número 1 de Guadix ha determinado que los okupas deberán restituir, «siempre que sea posible», el bien y abonar el deterioro que hayan provocado durante estos meses.

Tal y como se recoge en el documento, en poder de este medio, los propios denunciados reconocieron que okuparon la propiedad «sin autorización» y «que no tenían otro lugar donde vivir». No obstante, en el escrito queda reflejado que se desconoce si «habían agotado otras vías administrativas o sociales para solicitar ayuda».

Los denunciados, por su parte, han recurrido a la sentencia con un recurso de apelación y han alegado que el inmueble «no reúne las condiciones de habitabilidad ni seguridad residencial», un hecho que, aseguran, queda determinado en el informe elaborado por los servicios técnicos municipales y por el denunciante, el alcalde de Darro, Manuel Blas Gómez.

Defienden que el segundo piso del centro de salud carece de agua potable y carpintería en interiores y exteriores. Además, reclaman que el habitáculo se utilizaba por personas sin hogar para pernoctar o por otros residentes para hacer fiestas o reuniones.

Reclaman, también, los perjuicios que les ha generado esta situación por ser ellos vecinos del pueblo, al provocar una «discriminación» en una localidad de muy pocos habitantes.

Establecen que se vulneró el principio de «intervención mínima», ya que el alcalde formuló la denuncia legal «sin agotar antes otras vías de carácter administrativo o civil», por lo que solicitan que se absuelva a los padres de los menores del delito leve de usurpación.

Tal y como adelantó IDEAL, una familia compuesta por dos menores y sus padres okuparon el pasado 8 de agosto el piso de arriba del centro de salud de Darro. Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana, mientras los vecinos del pueblo y sanitarios protagonizaban una concentración para denunciar diversas agresiones contra los médicos que se habían producido en el municipio.

El uso de una manguera y de la ducha en el interior de las instalaciones provocó goteras en la sala de enfermería del consultorio. Diversas humedades ocasionaron desprendimientos de parte del techo y generaron que la atención a los pacientes fuese derivada al centro de salud de Purullena. El equipo de gobierno puso a disposición de los habitantes el coche de la Policía Local del municipio para que los vecinos tuvieran cómo desplazarse hasta la localidad vecina para asistir a sus citas médicas.

Además, una trabajadora tuvo que tomar antibióticos tras sufrir una infección respiratoria derivada del moho que había en las dependencias.

Según pudo constatar IDEAL, que estuvo dentro de las instalaciones, el piso se compone por una cocina, un baño y tres habitaciones.

El lugar funcionaba anteriormente como residencia de los médicos, cuando tenían la necesidad de quedarse a dormir en el pueblo por alguna urgencia. El alcalde de Darro, Manuel Blas Gómez, aseguró que el objetivo del Ayuntamiento era ampliar las dependencias del centro de salud.

El espacio también había funcionado anteriormente como escuela de mayores.