Manifestación contra el racismo en una imagen de archivo. EFE

Delitos de odio en Granada: «Ya no solo gritan 'maricón', añaden 'vete, no te quieren en tu pueblo'»

La motivación de la mayoría de delitos de odio en Granada sigue siendo la orientación sexual y la ideología, y solo se denuncia una de cada diez infracciones

Laura Velasco

Granada

Domingo, 22 de septiembre 2024, 23:54

Juan (nombre ficticio) fue a recoger a su primo al centro de Granada. Al llegar, se fundieron en un abrazo. Ahí llegó el primer comentario. «Estos son maricones», señalaron unos jóvenes en tono despectivo. «Respetad», contestó, incrédulo ante la situación. Al oír su acento, añadieron: « ... Y encima son colombianos. Maricones de mierda, iros a vuestro país a ser así. Viva España». Los insultos pasaron a los golpes, que dejaron inconsciente a uno de ellos y, al otro, con la nariz fracturada, entre otras lesiones. Sucedió hace tres meses y un menor de edad fue detenido. La orientación sexual vuelve a ser un año más el principal motivo de los ataques de odio, junto con la ideología y, después, el racismo/xenofobia y la discriminación de sexo/género, según desvela el Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España en 2023, recientemente publicado.

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En total, el pasado año se registraron 34 infracciones penales y administrativas de esta índole, lo que supone un 36% más que el año anterior, cuando fueron 25. Nueve personas fueron detenidas y el número de víctimas ascendió a 30; varias de ellas fueron objeto de más de un delito. La mitad de las infracciones han sido esclarecidas. Los motivos que llevan a los atacantes a delinquir se mantienen prácticamente igual estos años, aunque se suman infracciones penales por dos causas que en 2022 no se registraron: el antigitanismo y la discriminación a los discapacitados -en años previos sí habían propiciado algún ataque-.

Las cifras, ofrecidas por el Ministerio del Interior, son la punta del iceberg de una realidad mucho más cruda, ya que solo se denuncia una mínima parte de lo que ocurre. En delitos de orientación sexual y antigitanismo, según coinciden distintos colectivos, solo uno de cada diez casos se pone en conocimiento de las autoridades. El resto se calla por miedo a represalias, a que la propia familia se entere o por desconfianza de la justicia.

Redes sociales

El Defensor de la Ciudadanía de Granada, Manuel Martín, cree que se trata de una época alarmante por una tendencia que va en aumento. «Me inquietan los discursos de odio y las redes sociales, donde ante el anonimato se cometen muchísimos delitos de este tipo», expone. Le preocupa igualmente la aporofobia (rechazo a los pobres) de las administraciones, con «laberintos burocráticos» que no pueden resolver por la falta de documentación digital o móvil; así como el aumento de discriminación hacia las personas discapacitadas, con varios casos detectados, según el informe anual del Defensor de la Ciudadanía.

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Rafael Varón, presidente de la asociación Arco Iris Granada, recuerda que solo uno de cada 10 casos se denuncia, por lo que el informe del Ministerio de Interior «se queda corto». Al centrarnos en la orientación sexual, apunta que las agresiones verbales se han agudizado. «Ya no solo gritan 'maricón', añaden 'vete, no te quieren en tu pueblo' o 'vete de este barrio'. Asimilan al colectivo LGTBI con la pederastia o el sida y demuestran una ignorancia absoluta», critica.

En este sentido, lamenta que las víctimas se sienten especialmente solas. En los casos de racismo, por ejemplo, encuentra consuelo en su familia, con la que comparte origen, pero no ocurre lo mismo si hablamos de homosexualidad. «Puede que la víctima intente ocultarlo a sus allegados, mientras que en otros ámbitos es más fácil que te animen a denunciar, te sientes apoyado por un grupo», manifiesta.

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Sensibilizar a profesionales

Granada Acoge, que trabaja con la población inmigrante que reside en la provincia, confirma que muchas de las víctimas no denuncian, por lo que pusieron en marcha un proyecto contra los discursos de odio. «Tratamos de sensibilizar a profesionales y animar a los que sufren estos delitos a darlo a conocer, les informamos de los canales de los que disponen. El problema es que la carga probatoria es compleja», señala Marina Carbonell, la directora.

Por último, Edurne de la Hera, coordinadora de la Fundación Secretariado Gitano, indica que solo un 10% de los actos de antigitanismo se denuncian. En Granada no hay más de dos al año. «Son solo la punta del iceberg», añade. Sucede en «todos los ámbitos» y, en consecuencia, han comenzado un proyecto con 11 abogados en España para tratar estos asuntos. «Ocurre cuando no les contratan por ser gitanos, no les dejan entrar en determinados locales o cuando les vigilan, les miran el bolso e incluso les acusan de haber robado sin haber sido así», expone.

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El Defensor de la Ciudadanía critica el «racismo inmobiliario»

El Defensor de la Ciudadanía de Granada, Manuel Martín, critica lo que denomina «racismo inmobiliario», con siete casos en 2023 de discriminación a la hora de buscar casa. «En el acceso a la vivienda, ocurre que no alquilan a personas por ser inmigrantes, homosexuales o gitanos, por ejemplo», apostilla Martín, que insiste en que «hay numerosos casos, pero no está considerado delito, así que no se puede contabilizar».

Según afirma, en estas situaciones entra en juego el estereotipo, «lo que piensa el que va a alquilar, como que son incívicos o no van a pagar»; el prejuicio, «lo que sienten»; y la discriminación, «no alquilarla por ese motivo», concluye el Defensor de la Ciudadanía.

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