Techo desplomado en una de las viviendas alquiladas en Albolote por el Cubillas. IDEAL

Escuelas de fútbol del Cubillas y Base Las Gabias

Denunciantes por la estafa del fútbol dicen que no podían desayunar si no se despertaban a tiempo

Además de las condiciones de hacinamiento descritas por estos chavales, algunos aseguraban pasar hambre

Viernes, 14 de abril 2023, 00:19

Las denuncias presentadas contra el presunto fraude cometido por las escuelas de fútbol del Cubillas y el Base Las Gabias contienen perlas que no deben pasar inadvertidas para comprobar en qué situaciones se encontraban los chavales. IDEAL ha podido saber que distintos jugadores extranjeros del ... Cubillas se habían quejado de que no les servían el desayuno, en la vivienda donde estaban alojados, si se despertaban tarde y no llegaban a tiempo a la cocina donde se servía el café o la leche con cacao junto a tostadas, habitualmente.

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El Cubillas tenía a una mujer de origen brasileño encargada de hacerles el desayuno, comida y cena a los adolescentes y jóvenes alojados en los pisos alquilados en el municipio de Albolote. Esta mujer carecía de contrato de trabajo y no tenía permiso de residencia en España. Su función era la de cocinar y mantener la limpieza en la vivienda, así como hacer frente a las quejas procedentes de vecinos por el ruido que se montaba en estas viviendas. En otras ocasiones, había un adulto que hacía las veces de tutor o encargado de los chavales el tiempo que estaban alojados en estos pisos.

Bocadillos compartidos

Las manifestaciones vertidas por los denunciantes no solo describen que había días que se quedaban sin desayunar, sino que a veces, cuando el hambre arreciaba, bajaban al supermercado a comprarse un paquete de pasta para cocinarse unos macarrones e incluso en ocasiones aprovechaban los bocadillos que tomaban sus compañeros de equipo para compartir estas viandas. Todo ello tomado desde la presunción de inocencia de la que goza este club de fútbol frente a las declaraciones acusatorias de los denunciantes.

La otra escuela de fútbol investigada, Base las Gabias, también disponía de una persona encargada de cocinar para los futbolistas extranjeros, mayores y menores de edad, en la vivienda donde estaban alojados en Armilla, propiedad de los dirigentes del club Base Las Gabias. Esta persona encargada de la cocina tampoco tenía contrato de trabajo, tal y como pudo constatar la Policía Nacional en sus investigaciones.

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La dinámica diaria de estos chavales, los del Base las Gabias, era desayunar, después iban en un bus a clases de sesiones teóricas de técnica futbolística; más tarde volvían a casa para comer, descanso, y por la tarde iban en el mismo bus a los entrenamientos o a unas clases 'on line' que daban con una academia estadounidense a través de ordenadores conectados a internet, instalados en un edificio del Ayuntamiento de las Gabias. Una estudiante de tercer curso de Educación Primaria y un geólogo controlaban a estos chavales en sus conexiones con esta academia norteamericana. Una vez finalizadas sus clases virtuales, marchaban a casa para cenar y descansar.

Solo entrenaban

En el caso del Cubillas, la dinámica era algo distinta. Los chavales solo acudían a los entrenamientos vespertinos y el resto del día estaban a su albur. Cuando residían en Albolote iban andando al campo de fútbol que se encontraba en la misma localidad, pero tras ser desalojados de estas viviendas por impago del club al dueño de las viviendas, se trasladaron a un complejo hotelero de la capital granadina e iban a los entrenamientos en el metro, que tomaban en la parada de la Universidad o de la Estación de Renfe y se bajaban en Albolote.

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Ninguno de los setenta futbolistas adolescentes y jóvenes extranjeros identificados por la Policía Nacional en esta trama estaba escolarizado en un centro de enseñanza secundaria, formación profesional o bachillerato de Granada o su Cinturón.

La última denuncia contra estas dos escuelas de fútbol la presentó el miércoles por la tarde la madre de un menor afectado por este fraude. Vino expresamente a presentar la demanda, de momento son ya 16 denuncias de familias contra estas dos escuelas de fútbol denunciadas. Las familias abonaban mensualidades de entre 1.500 y 1.700 euros mensuales, además de una matrícula de 5.000 euros.

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Dos investigaciones distintas que se acaban encontrando

El grupo 1 de UCRIF de Policía Nacional comenzó la investigación a raíz de las denuncias presentadas por un exjugador coreano y un exentrenador del Cubillas. Todos los esfuerzos policiales se centraron en el club Cubillas, pero conforme fue avanzando la investigación se dieron cuenta que el Base Las Gabias era otra escuela de fútbol con un 'modus operandi' calcado al del Cubillas en cuanto al presunto fraude, aunque la forma de funcionar con los futbolistas era distinta. Finalmente, decidieron a investigar al club gabirro también. En un comunicado, emitido el miércoles por el Base Las Gabias, este club dijo que no tenía nada que ver con el Cubillas, aunque Policía Nacional sí ha encontrado conexiones tangenciales entre ambos.

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