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Sergio González Hueso
Granada
Jueves, 27 de febrero 2020, 12:52
Desde el pasado mes de diciembre tres personas vivían en un instalación portátil asentada en el solar que se extiende entre el estadio Nuevo Los Cármenes y el Parque Tecnológico de la Salud (PTS). Allí, a la vista de todos, había hasta ayer por ... la tarde dos casetas de obra de color blanco en la que por las mañanas se veía, entre otras estampas costumbristas, ropa colgada en un tendedero improvisado.
Los tres individuos eran trabajadores de la famosa noria que desde algo antes de Navidad está instalada en el Paseo del Salón de la capital granadina. Y han tenido que irse del lugar en el que pasaban las noches después de que IDEALtrasladara al Ayuntamiento las dudas que se habían levantado en el vecindario tras constatar que dormían en este lugar desde hace meses.
Este periódico contactó el pasado martes con la Policía Local, que, efectivamente, confirmó la existencia de una instalación que estaban siendo utilizada por tres personas. Eran los empleados de la citada atracción y tenían permiso municipal, según estas fuentes, para usar este lugar como centro de operaciones donde cambiarse, guardar material o pasar un rato en los descansos. Si bien, por parte del Ayuntamiento dejaron claro que en ningún momento se les había concedido permiso para poder dormir por las noches.
El mismo martes, varios agentes del Cuerpo giraron una visita a este lugar y confirmaron que se estaba haciendo un uso indebido de estas instalaciones. Y quedaron a la espera hasta que el gerente de la noria les facilitase la documentación pertinente. Finalmente, en el día de ayer se dio la orden a estas personas para que recogieran y dejaran este lugar, que quedó completamente despejado antes de que se cerniese la noche sobre el barrio del Zaidín.
Antes de que las casetas desaparecieran, lo que alertó a los vecinos por encima de todo fue el ruido que producía el generador eléctrico que daba servicio a este asentamiento. El problema para ellos no era tanto la elevada contaminación acústica como sí la presencia de un gran bidón de gasolina que usaba para alimentarse. Para ellos, esta zona junto a la muy transitada calle Torre de Comares no era la más adecuada para tener un contenedor lleno de líquido inflamable. El tráfico es muy elevado en este punto precisamente por la cercanía con Los Cármenes o el PTS.
Asimismo, estas personas también cogían agua a través de una toma subterránea, algo que era muy criticado en el barrio. Desde la asociación de vecinos del Zaidín tuvieron la determinación esta semana de advertir a la Policía Local de estos hechos. Sobre todo cuestionaban que llevaran tanto tiempo allí plantados sin que nadie del Ayuntamiento reparara en ello. «Si me dices que es como en el Corpus, que los feriantes se tienen que quedar junto a las atracciones por unos días, pues es normal, pero es que ya llevan varios meses en esa zona. ¿Hasta cuándo van a estar ahí?», se preguntaba días antes el presidente del colectivo vecinal, Antonio Ruiz.
Al también vecino del Zaidín le preocupaba además que esto abriese un peligroso precedente y el terreno en cuestión acabara siendo una zona habitual de asentamientos. «A ver si ahora va a dar lugar a que vengan más personas a acamparse», subrayaba.
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