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Un vecino pasea por la zona donde ha sucedido el derrumbe, en el Camino de Beas. FERMÍN RODRÍGUEZ
Un desprendimiento vuelve a romper el Camino de Beas, en el Sacromonte

Vecinos aislados

Un desprendimiento vuelve a romper el Camino de Beas, en el Sacromonte

El autobús no puede pasar y los vecinos piden «una solución más rápida que la última vez», que tardó un año en llegar y dejó aislados a cincuenta vecinos del barrio

Domingo, 10 de marzo 2024, 17:37

El crujido sonó a una vieja pesadilla. La tormenta del sábado golpeó con tanta fuerza el Camino de Beas, en la parta alta del Sacromonte, que se rompió. Otra vez. Uno de los muros de la calzada se desprendió ladera abajo, dejando intransitable la única vía de acceso para decenas de vecinos. La Policía Local acudió en cuanto recibió aviso y dejó balizada y vallada la zona, a la espera de que este lunes los técnicos de Urbanismo analicen la situación, tal y como indican desde el Ayuntamiento de Granada. Una situación que, por desgracia, no es nueva. «La última vez tardaron casi un año en arreglarlo, estuvieron completamente incomunicados», lamenta Carlos Yagüe, de la asociación de vecinos del barrio.

Por el momento, el autobús no puede pasar por el Camino de Beas. Tampoco podrían, en caso de necesidad, ambulancias o coches de bomberos. «Y piensa que aquí hay muchos vecinos mayores que solo se mueven en autobús», advierte Yagüe. Uno de los primeros vecinos en llegar a la zona derrumbada fue José Marco. «Una vez más se ha ido...», resopla con frustración. «Lo importante ahora –retoma– es que de alguna manera llegue esto a los responsables institucionales para que lo arreglen rápidamente. La última vez se hizo eterno».

«Creo que puede ser peligroso. Hay otras edificaciones que pueden estar afectadas»

Marco se refiere a la tormenta del 14 de diciembre de 2022. Llovió tanto que las piedras rodaron hasta invadir la carretera. Aquello cortó el paso del autobús durante varios meses. «Deben darnos una solución más rápida que la última vez –insiste Marco–. Ya no entran el autobús y creo que puede ser peligroso... Hay otras edificaciones que pueden estar afectadas». Las obras para el arreglo del Camino de Beas se iniciaron el pasado 19 de septiembre de 2023, es decir, casi un año después de la tormenta. «Pretendemos que esta vez se agilice más... No es que queramos ser alarmistas, es que necesitamos una solución».

Los vecinos, conscientes de que quizás sea necesaria cortar el paso por el Camino hasta que se acometan las obras necesarias, apuntan que «sería bueno habilitar un paso por alguna de las fincas privadas, si fuera posible». «Es que si no está todo el mundo aislado si cortan el paso de vehículos –termina Marco–. Hoy algunos coches han pasado porque todavía no hay orden... pero hay una caída de 8 metros. Pedimos ayuda. ¿Si no lo hacemos nosotros, quién lo va a hacer?».

Un coche intenta pasar por el camino. FERMÍN RODRÍGUEZ

Un enfado mayúsculo

El problema de esta zona del barrio, tal y como sucedió con la tormenta de 2022, es que en este punto de la capital no existen tiendas, ni farmacias, ni tampoco otros servicios. Además, está lleno de gente mayor, que sin transporte público depende de que amigos, familiares y vecinos les echen una mano. Porque si no, no pueden salir del barrio. El enfado entonces fue mayúsculo, las quejas constantes y la espera larga. De ahí el temor de los vecinos desde el pasado sábado.

Las obras para el arreglo del talud del Camino de Beas se iniciaron en septiembre, hace solo cinco meses. En aquella ocasión, la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, explicó que el proyecto iba aparejado con la construcción de un muro de contención en el costado de la carretera que da al río Darro.  La obra se terminó en noviembre con presupuesto de 325.000 euros. «Es la respuesta geotécnica que el estudio ha ofrecido para acabar con los deslizamientos de la ladera», aseguró.

Detalle del estado del camino tras el derrumbe. FERMÍN RODRÍGUEZ

La alcaldesa lamentó en septiembre que el equipo de gobierno anterior «era conocedor desde abril de 2022 de la necesidad de poner freno a los deslizamientos» y afeó que no se tomara ninguna medida. Los vecinos afectados por este nuevo derrumbamiento en el Camino de Beas esperan que la alcaldesa «recuerde sus palabras y tome medidas rápidamente».

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