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Por el río Beiro solo reman los suspiros. Tiene un caudal mínimo y, cuando fluye, lo hace escondido desde el campus de Cartuja hasta el Camino de Purchil. Pero su ubicación y pendiente hacen de él un potencial peligro en caso de tormenta. Cruza desde ... el distrito al que da nombre hacia la Rosaleda justo por el inicio de la playa de vías de la estación de Andaluces.
Cualquier proyecto de soterramiento ha de tener en cuenta, en consecuencia, la necesidad de desviar el cauce del Beiro. Es uno de los obstáculos técnicos analizados en reuniones y mesas de debate sobre el futuro de las vías y la estación. El estudio informativo del proyecto de remodelación de la red ferroviaria de Granada elaborado en 2010 proponía un desvío de 846 metros para evitar el cruce con la línea de alta velocidad soterrada, pasando bajo Camino de Ronda para llegar a la altura de la calle Albondón, junto al estadio de la Juventud, en un punto más alejado de la estación.
El cauce actual tiene hasta cinco metros de altura y 4,8 de ancho. El nuevo encauzamiento estaría condicionado por la pendiente necesaria para la evacuación del agua hacia la Vega. Costaría –en precios de 2010– unos 11 millones de euros, el 3% del presupuesto total para el soterramiento.
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