El presunto agresor sexual de la niña fue retenido en el hotel pero huyó

Este periódico ha podido saber que este presunto pedófilo tenía previsto huir de España y para ello planeaba tomar un vuelo en Málaga o en Madrid para huir a un país suramericano. Eso lo pretendía hacer el domingo; eran sus planes antes de ser arrestado. De hecho, la Guardia Civil pasó todo el sábado tratando de dar con el paradero de este sujeto y lo primero que hizo fue controlar las estaciones de tren, autobuses y aeropuerto para intentar localizarlo.

El mismo sábado, cuando sucedieron los hechos descritos en horario de mañana en el establecimiento hotelero, el juzgado decidió articular el protocolo contra agresiones sexuales que obliga a efectuar un reconocimiento médico-forense a la víctima para detectar posibles problemas de la menor capaces de demostrar algún tipo de violación o agresión sexual. La presunta agresión sexual registrada el sábado parece ser que no fue la única, supuestamente hubo más.

La menor es conocida del arrestado, así como los padres de la niña, desde que este individuo comenzó a trabajar en el establecimiento hotelero donde en algunas ocasiones, sólo en momentos puntuales, si la ocupación así lo demandaba, hacía funciones de monitor infantil en la piscina en un espacio abierto donde estaba controlado por la mirada de padres y demás responsables del hotel.

Los investigadores han podido hablar con los padres, así como con empleados del hotel donde estaba contratado el detenido. Los forenses también han aportado información muy valiosa a la investigación después de las pruebas practicadas a la víctima, así como los comentarios que esta ha podido efectuar durante su exploración.

El protocolo judicial marca que la víctima no sea interrogada por los investigadores, sólo se le podrá tomar declaración a través de una psicóloga especializada en este tipo de delitos. En Granada hay una organización no gubernamental, concertada por la Administración, y encargada de efectuar este tipo de trámites con los menores víctimas de abusos y agresiones sexuales.

Judicialmente hay otro matiz importante a tener en cuenta en este tipo de cuestiones. La diferencia entre agresión y abuso sexual la marca la existencia violencia e intimidación sin hacer distinciones entre víctimas mayores y menores de edad. Lo habitual cuando se trata de un menor de edad es que su agresor pertenezca a su propio entorno familiar o de amistades de sus progenitores. Ello conlleva, en demasiadas ocasiones, que para agredir sexualmente a una menor de edad no haga falta la violencia ni la intimidación sino que baste con el chantaje emocional, la manipulación o la coacción para conseguir los execrables fines delictivos que persigue el agresor sexual. Todo ello, tal y como lo marca el Código Penal, hace que este tipo de casos sean tipificados en demasiadas ocasiones como abuso sexual y no como agresión, aunque eso sí, hay agravante al tratarse de una menor de edad.

El Código Penal establece penas de cárcel de dos a seis años por abusos sexuales cuando las víctimas son menores y de ocho a doce si hay penetración. Cuando se trata de una agresión sexual las penas de cárcel se amplían de cinco a diez años, y de doce a quince años si hay penetración.

El ministerio público será el encargado de formular hoy los cargos contra este presunto pederasta en función del informe forense y del atestado policial.

Los trabajadores del hotel donde sucedieron los hechos se mostraban ayer muy afectados por todo lo ocurrido y nadie ha querido efectuar declaraciones. Lo importante es que el presunto pederasta está detenido y no ha podido fugarse, tal y como supuestamente tenía planeado, según han informado las fuentes consultadas a este periódico.

Esta presunta agresión sexual ha traído al recuerdo la cometida por un padre en un municipio de la comarca de Baza hace dos años contra una menor de once años que era hija de su pareja sentimental actual. La madre dejó una cámara de vídeo grabando porque tenía fundadas sospechas de que su pareja estaba abusando de su hija. No se equivocó. Este individuo fue arrestado por la Guardia Civil. La grabación logró recoger la presunta violación perpetrada por el arrestado.

Los investigadores del instituto armado han efectuado todo tipo de pesquisas para corroborar todos los indicios existentes de la existencia de la presunta agresión sexual del arrestado contra la menor de cinco años a la que conocía desde hacía más de un año, tiempo que él llevaba en el hotel contratado.