Doce detenidos en Ávila, Madrid y Granada por cultivo marihuana a gran escala

La detención por un supuesto delito de cultivo y elaboración de droga, así como de asociación ilícita, se ha producido tras descubrirse en una explotación agrícola ubicada en Lanzahíta (Ávila), más de 5.000 plantas de marihuana.

Con esta operación desarrollada con el nombre de «Morisqueta II», la Guardia Civil considera que ha conseguido «evitar la venta fraudulenta de esta plantación de marihuana por todo el territorio nacional y europeo», ya que esas eran las pretensiones de esta «organización delictiva», según una nota difundida este martes.

Las últimas dos detenciones se produjeron en la localidad granadina de Albuñol, donde los agentes consiguieron dar con el paradero de «los dos cabecillas de la trama», que se encontraban allí para «continuar delinquiendo», ya que en ese municipio «poseían más plantaciones de grandes dimensiones».

Según la Guardia Civil, los dos cabecillas poseen una empresa dedicada a «la venta legal de cáñamo industrial de marihuana que, aprovechando su 'presunta legalidad', la camuflaron para intentar adquirir un beneficio económico por la venta ilegal de marihuana, al superar el componente psicoactivo permitido».

Su empresa tenía contratada una de «seguridad privada para vigilar durante las veinticuatro horas del día» la plantación de más de 5.000 plantas en la localidad abulense de Lanzahíta.

Esta actuación se produce cuando el Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arenas de San Pedro (Ávila) descubrió en la cercana localidad de Lanzahíta una finca agrícola de «más de una hectárea», con una plantación de marihuana «en avanzado proceso de floración».

Tras sucesivas gestiones policiales, se puso en marcha la denominada operación «Morisqueta II», gracias a la cual se descubrió que, supuestamente, el destino de esa «enorme plantación» era para «cultivo de cáñamo industrial con fines 'textiles y medicinales'».

Con el objetivo de certificar que se trataba de una actividad era legal y, dado que sus responsable carecían de la documentación necesaria para demostrarlo, los agentes analizaron «el constituyente psicoactivo (THC) del cannabis», descubriendo que era «unas 25 veces superior al permitido», lo que demostraba que «su destino era ilegal».

Por ello, realizaron una inspección ocular de la finca, descubriendo que las plantas halladas «primeramente» ya habían sido recolectadas, siendo localizadas en el interior de una nave de unos 250 metros cuadrados, así como en otras dos casetas en avanzado estado de secado, siendo aprehendidas y precintadas.

Como consecuencia de estos hechos, la Guardia Civil procedió a la detención de seis personas, una de las cuales era el agricultor responsable de la plantación y dueño de la finca, mientras que las otras cinco se encargaban del mantenimiento y riego.

En los días siguientes fueron detenidas dos personas más en Arenas de San Pedro y otras dos en la localidad madrileña de Villa del Prado, que se encargaban de «mantener en perfecto estado la plantación».

Ninguno de esos trabajadores poseía contrato de trabajo alguno, según ha señalado la Guardia Civil, que culminó la operación con la detención de los dos cabecillas en Albuñol (Granada).

La operación ha sido desarrollada y explotada por el Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arenas de San Pedro, con la colaboración del puesto la Guardia Civil de la cercana localidad abulense de Pedro Bernardo.

Se trata de la decimonovena actuación de estas características que el Instituto Armado realiza este año en la provincia de Ávila, habiendo incautado más de 7.500 plantas de marihuana y habiendo detenido a cerca de 70 personas como supuestas autoras de delitos contra la salud pública.