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Más de medio centenar de docentes interinos de la provincia y otros puntos de Andalucía se concentraron el pasado miércoles frente a la delegación de Educación en Granada para pedir a la Junta que frene la convocatoria. S. B.
Los docentes interinos de Granada alzan la voz
Educación

Los docentes interinos de Granada alzan la voz

Cinco maestros visibilizan lo que supone para 1.286 granadinos y unos 20.000 andaluces que las oposiciones convocadas por la Junta salgan adelante

Lunes, 17 de marzo 2025, 00:27

Los docentes en calidad de interinos de Granada y toda Andalucía llevan semanas pronunciándose en contra de las oposiciones convocadas por el Gobierno andaluz el próximo mes de junio. En la provincia granadina, hay 1.286, según ha indicado a esta redacción la delegación de la Consejería de Educación, y el sindicato IIDEA ha calculado que en toda la comunidad puede haber unos 20.000. Insisten en que «lo justo» es que haya una convocatoria pactada entre todas las comunidades autónomas, que en los últimos años han coincidido en la alternancia de ofertas de Primaria y Secundaria, para así evitar el «efecto llamada».

El temor generalizado es que al ser el territorio andaluz el único en lanzar plazas –junto con Castilla y León y Ceuta–, docentes de todo el país se den cita aquí y, por lo tanto, la posibilidad de conseguir plaza o vacante se reduzca para ellos  al no tenerse en cuenta el tiempo de servicio y eso dificulte la conciliación familiar, entre otras cuestiones. Por ello, distintos sindicatos y movimientos como IIDEA, Ustea o Marea Verde, han impulsado huelgas los miércoles y jueves de forma indefinida, concentraciones en Sevilla y en cada capital de provincia, como ocurrió aquí el pasado miércoles frente a la sede de la delegación de Educación.

La Junta de Andalucía aúna en esta las convocatorias correspondientes a los años 2022, 2023 y 2024, así como la OPE de 2025. En total, se ofertan 7.808 plazas de 33 especialidades distintas, 4.401 correspondientes al cuerpo de maestros y 3.276, al de profesores de Enseñanza Secundaria. A los interinos de tres a cinco años se les exige un concurso-oposición, mientras que a los de cinco o más les basta con un concurso de méritos. Se escuda en la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que establece la obligación de las comunidades autónomas de reducir la interinidad un 8% y niega el 'efecto llamada', ya que «los andaluces logran el 89% de las plazas y solo un 11% son de otras comunidades».

En este contexto, cinco docentes interinos de la provincia de Granada alzan la voz y explican a IDEAL lo que se juegan si las oposiciones de junio salen adelante.

«Trabajo a 130 kilómetros de aquí y tengo un niño con discapacidad que no puedo mover»

Patricia Lara Profesora de Lengua Castellana y Literatura

«Trabajo a 130 kilómetros de aquí y tengo un niño con discapacidad que no puedo mover»

El primer concurso oposición de la granadina Patricia Lara fue en 2004. No aprobó hasta 2008. Aun así, no logró plaza. Volvió en 2010. Mismo desenlace. Se quedó la número 15 de 14. Pero entró en bolsa y en 2012 la llamaron para trabajar como profesora de Lengua Castellana y Literatura. Hasta entonces, estuvo promoviendo la escuela inclusiva y materiales DUA. Nació su hijo, al que diagnosticaron trastorno del espectro autista. Luego, tuvo una niña. Y en 2014, se presentó de nuevo al proceso de selección. Con el último proceso de estabilización, sacaron «poquísimas» plazas. «Nunca entendía a quién habían estabilizado porque mi bolsa apenas se movió», comenta.

Desde que empezó, esta mujer ha pasado por dieciocho centros diferentes. Estuvo dos años impartiendo clase en Huéscar, a 160 kilómetros, y a día de hoy, lo hace en El Ejido. «Trabajo a 130 kilómetros de aquí y tengo un niño con discapacidad que no puedo mover», cuenta. Su situación es «absolutamente ingobernable». Ha pedido reducción de jornada para poder atenderlo. Si en la convocatoria de junio no consigue una vacante, «es muy probable que tenga que cobrar el paro».

La mayoría de docentes interinos son mujeres mayores de 45 años con cargas familiares «muy grandes». El punto es que la gente «juzga mucho». «Nadie es interino por gusto ni permanece en una situación de inestabilidad porque sí. Se nos exige una formación continua. Estamos hiperpreparados para trabajar. Y no se nos está teniendo en cuenta», defiende.

«Soy afortunado por trabajar en mi provincia, pero hago mil kilómetros cada semana»

Dani Molinero Maestro de Primaria

«Soy afortunado por trabajar en mi provincia, pero hago mil kilómetros cada semana»

A sus 36 años, Dani Molinero llevo ocho trabajando, siete de ellos de forma continua. Es maestro de Primaria. Desde que se graduó en la universidad, ha pasado por «incontables» procesos de selección. «Te chocas siempre con el mismo problema, que es el acceso a un trabajo digno. He pasado por tres provincias, Sevilla, Málaga y Granada, y ojo, que yo he sido un afortunado. Además, hoy día estoy trabajando aquí, dentro de mi provincia», dice. Aun así, cada día tiene que conducir una hora y media para dar clase en Dehesas de Guadix y otro tanto para volver a casa, a la capital. «Me hago mil kilómetros cada semana, de lunes a viernes», lamenta.

Aunque prefiere eso que tener que desplazarse cientos de kilómetros más, fuera de la provincia. Podría pasar si las oposiciones de junio salen adelante. «No cuentan con los sentimientos de las personas. Somos personas. Yo tengo mi pareja, mi hogar, y dudo que pueda conseguir algo en Granada. Veo peligrar mi futuro laboral», admite. También está en juego la «estabilidad» del alumnado, advierte. «Cada año nos cambian de centro. Cada año son maestros nuevos que tienen que conocer a los niños y estos se tienen que adaptar a ese nuevo docente y eso perjudica la calidad de la enseñanza», concluye.

«He pasado por nueve centros de tres provincias diferentes en siete años»

Paula Martínez Orientadora

«He pasado por nueve centros de tres provincias diferentes en siete años»

Los orientadores pertenecen a Secundaria pero pueden trabajar tanto en colegios como en institutos. En estos últimos, hay uno por centro, mientras que en Primaria, uno solo lleva tres o cuatro a la vez. La Junta no ha convocado esta especialidad en junio y a Paula Martínez le viene «muy bien». «Yo me veré en esas el año que viene. Ahora tengo mi vacante en Motril y si me hubieran convocado tendría problemas para la conciliación familiar», comparte esta granadina de 36 años.

Martínez lleva en activo desde 2018. Ha pasado por nueve centros de Málaga, Almería y Granada y en tres años, ha ocupado vacantes en la capital, en Motril y en Iznalloz. Se ha presentado a cuatro procesos de selección y los ha aprobado todos, pero «no hay manera» de conseguir una plaza fija. Madre de una niña de año y medio, trabaja por las mañanas y la cuida por las tardes. Es el modelo familiar que quiere para ella. «Y es muy difícil someterse a esa tensión y presión de estar estudiando los mismos sesenta temas una y otra vez mientras trabajas y, además, intentas ser madre».

«Llevo todo el curso con una vacante. Si se convoca, media España va a venir aquí»

Pedro Lopera Maestro de Educación Física

«Llevo todo el curso con una vacante. Si se convoca, media España va a venir aquí»

Pedro Lopera tiene 42 años, vive en la Chana y es profesor de Educación Física en Primaria. Acumula once años de servicio a sus espaldas, aunque trabajando lleva uno o dos más. «Al principio, te dan contratos de meses y cuesta completar el primer año. En agosto cumplo siete ininterrumpidos trabajando para la Junta y he pasado por dieciséis colegios. He tenido una suerte inmensa porque solo he estado en la provincia de Granada, pero a costa de hacer 120.000 kilómetros en cinco años y medio y con la pandemia en medio», subraya.

De su especialidad, puede haber cien tribunales; en cada uno, noventa personas, aproximadamente, y entre dos y cuatro plazas, más o menos, según la especialidad. Este granadino se ha presentado a nueve procesos de selección y ha aprobado cuatro, pero no ha conseguido plaza fija. «Llevo todo el curso con una vacante, una sustitución. Si se convoca, al solo darse en Andalucía, media España va a venir aquí. Estoy divorciado y tengo una hija y familiares que necesitan atención. Mi madre está jubilada y mi abuelo, que tiene 94, se apoya en mí en muchos sentidos. Con el tiempo que llevo trabajando y ahora no se tiene en cuenta», sentencia, y añade que este curso el 20% del profesorado andaluz no tiene una plaza fija.

«Cuando el tiempo de servicio contaba, no tenía experiencia, y ahora que la tengo, ya no cuenta»

Virginia González Profesora de Lengua Castellana y Literatura

«Cuando el tiempo de servicio contaba, no tenía experiencia, y ahora que la tengo, ya no cuenta»

La pescadilla que se muerde la cola. Eso es, según Virginia González, el paradigma al que desde hace años se enfrentan los docentes interinos en Andalucía. «He sido víctima de las maldades de este sistema. En 2010, aprobé, pero no me dieron plaza. Me llevé la gran decepción de mi vida. Me fui a la universidad y con la crisis me redujeron la carga lectiva. Tuve que irme. Estuve cuatro años en Kuala Lumpur y luego en Singapur y en Grecia, buscándome la vida», rememora. Después, volvió y se presentó a dos de las tres oposiciones que ha habido. En la última, quedó cuarta y había tres plazas.

En medio, fue madre soltera. Su hijo tiene hoy cuatro años. En los últimos seis, esta granadina ha pasado por quince centros diferentes, la mayoría con vacante. Hoy, con 46, imparte Lengua Castellana y Literatura en el IES Francisco Giner de los Ríos, en Motril. Cada día sale de Granada capital a las siete de la mañana y llega allí a las ocho. A las tres, cuando termina, da media vuelta. Tiene que pedir ayuda a su familia. De cara al año que viene, no cree que consiga tener vacante. Ni siquiera cree que pueda tener trabajo.

«Cuando el tiempo de servicio contaba, no tenía experiencia, y ahora que la tengo, ya no cuenta. Cuenta el tiempo de servicio en concertados y los méritos», explica. Además, de conseguir un puesto, seguramente «tendría que cambiar a mi hijo de colegio y llevármelo quince días a Huelva, a Almería o a donde toque. Cuando decidí ser madre fue porque pensé que ya estaba estabilizada».

Academias de todo el país ofertan paquetes personalizados para Andalucía

Academias de Madrid, Valencia, Castilla-La Mancha y Extremadura, entre otros puntos del país, ofrecen ya paquetes personalizados para la convocatoria de oposiciones en Andalucía 2025. Los centros prometen apoyo para la elaboración de unidades didácticas; materiales actualizados; clases en directo; simulacros, y técnicas de estudio, entre otros recursos. Aseguran que muchos grupos ya están completos y que otros se van a ampliar debido a la alta demanda que se está registrando.

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