Un tren Avant atraviesa la cicatriz ferroviaria de Granada, junto a las viviendas de Rosaleda Pepe Marín

Soterramiento en Granada

Un documento de Adif reconoce los problemas «graves» de las vías en superficie

El proyecto para la reforma de la estación enumera los inconvenientes de índole urbanística en una ciudad «literalmente dividida» por el ferrocarril

Javier Morales

Granada

Martes, 13 de febrero 2024, 23:50

Adif publicó el pasado lunes los pliegos para la reforma integral de la estación de Andaluces. El dossier es una sucesión de códigos de ingeniería, normativas, fórmulas, mediciones y presupuestos; lo habitual en un documento de este tipo. Al margen de términos de ingeniería, las ... primeras páginas de la memoria hacen un recorrido por los antecedentes de la terminal y los datos de su entorno. Un detalle escondido en este apartado subraya los inconvenientes de las vías que dividen en dos a la ciudad, un problema reconocido por los técnicos para el que el Gobierno aún no ha propuesto solución.

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En la quinta página de la memoria, los redactores sitúan la estación para las empresas que estén interesadas en reformarla. La ubican en una «bocacalle de la Avenida de la Constitución, en barrio de La Chana» –pequeña imprecisión, pues la terminal está ya en terrenos de Pajaritos–. Hacen referencia a las vistas a la llegada a la estación, absorbida por el crecimiento de la ciudad: «La situación de las vías interrumpe las comunicaciones viarias de los barrios y las calles, creando bolsas autónomas en la ciudad que impiden la continuidad como son las instalaciones universitarias, el Estadio de la Juventud, carbonería, instalaciones militares, barrio de Los Pajaritos y una bolsa en la Vega atrapada entre la bifurcación vacía».

«Las vías constituyen una barrera física que incomunica sectores contiguos de la ciudad»

Más adelante, el documento ahonda en la idea de que el aumento de las necesidades y requerimientos del ferrocarril «no se ha visto acompañado por una modernización y transformación de sus infraestructuras», para concluir que el funcionamiento de la estación y sus anejos «se pueden calificar de obsoletos hoy en día». Algo que tratará de corregir la reforma. Una carencia a la que se suma el crecimiento de la ciudad: «El ferrocarril se convierte en una bolsa dentro de la ciudad y las vías constituyen una barrera física que incomunica sectores contiguos de la ciudad».

Es en este punto donde los técnicos son más contundentes a la hora de referirse a la cicatriz que forman las vías en la ciudad, que afecta a Cerrillo de Maracena y parte en dos a la zona de expansión de La Chana y Rosaleda. «Dejando a un lado los posibles riesgos que acarrea para la seguridad de las personas el paso del ferrocarril por la trama urbana, los problemas de índole urbanística que la actual implantación ferroviaria conlleva pueden considerarse graves».

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Literalmente dividida

La ciudad –sigue el documento– está «literalmente dividida por el paso de las vías y la presencia de las mismas junto con la autovía de Circunvalación ha propiciado la aparición de bolsas dentro del tejido urbano». En consecuencia, sectores «contiguos» de ciudad se encuentran «en la práctica distantes el uno del otro». Cita como ejemplo la falta de comunicación desde el final de Andaluces hasta el Camino de Ronda. Más adelante, el documento ya pasa a detallar las estaciones previstas en la estación.

La descripción de los técnicos, con términos como «problemas graves», ciudad «literalmente dividida» y sectores «distantes el uno del otro», contrasta con el retraso en la búsqueda de una fórmula para derribar las fronteras ferroviarias. En 2008 se firmó un convenio entre las administraciones que contemplaba, entre otros proyectos, la integración urbana del ferrocarril. Las plataformas ciudadanas reivindicaron el soterramiento de las vías mientras se desarrollaban las obras del AVE. Una vez concluidas, en 2018 el Gobierno promovió un estudio a redactar en dos años que debía aportar distintas soluciones técnicas. Nada se supo de aquel documento, solo llegó a la ciudad algún borrador con bocetos de ideas de integración sin vía bajo tierra. El nuevo Gobierno ha manifestado su intención de 'enterrar' los túneles que sí está construyendo en otras capitales –la más cercana Almería–, con un coste que considera inasumible, mientras el Ayuntamiento ha fijado en su propuesta urbanística para los próximos años un solo rumbo: el soterramiento.

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Logra un nuevo argumento a favor: los propios técnicos de la empresa que ha redactado el proyecto de reforma de la estación reconocen el «grave» problema de las vías en la capital.

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