Medio millar de personas se realizaron las pruebas PCR en Belicena. PEPE MARÍN

«Tras perder a nuestra niña, me duele ver que nos juzgan por el brote»

La tía de la joven de Belicena, cuyo funeral fue el origen de un foco de 45 contagios, afirma que respetaron todas las medidas

Martes, 14 de julio 2020, 01:48

«Del bicho estamos bien, pero del corazón estamos muy mal. Ha sido muy duro despedirnos de nuestra niña». Encarnación, al igual que su pareja y gran parte de su familia, lleva en aislamiento domiciliario desde el pasado miércoles, cuando a todos ellos les diagnosticaron ... el coronavirus. Ella es la tía de Ángela, la joven de 17 años de Belicena que falleció hace dos semanas tras una lucha incansable contra un tumor cerebral y en cuyo velatorio y entierro se produjo un brote de Covid.

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«La madre está destrozada, dice que, después de todo el sufrimiento que ha padecido, ahora tiene que vivir también con que la gente le señale por el brote. Pero ni nosotros ni nadie tiene culpa de esto, solo el virus, que afecta a todo el mundo», cuenta Encarnación. Y añade: «Es duro ver que la gente te juzga por el brote después de haber perdido a nuestra niña».

El consejero de Salud, Jesús Aguirre, comunicó el pasado miércoles la aparición de un foco en Belicena, municipio perteneciente a Vegas del Genil, tras la celebración del velatorio y el funeral de una joven en Santa Fe. Tras esta declaración, el Ayuntamiento se puso manos a la obra y, en apenas unas horas, tenían todo preparado para hacer pruebas masivas a todos los posibles contagiados por el virus.

En total, 524 personas pasaron por el Centro de interpretación de la Vega de Belicena, donde se llevaron a cabo las PCR, entre el miércoles por la tarde y el jueves por la mañana. Por el momento, solo se han confirmado 45 positivos, cifra que podría aumenta en los próximos días, pues aún continúan el rastreo de casos y las pruebas de detección del virus.

250 participantes

«Yo vi las colas que se hicieron para las pruebas y ahí había gente a la que ni siquiera conocía. Fue mucha gente que no había estado en contacto con ninguno de nosotros y no había acudido ni al velatorio ni al entierro», indica. Además, asegura: «Entre el velatorio y el entierro vendrían unas 250 personas, y todos estaban con mascarilla y usando gel desinfectante». Encarnación también afirma que a la misa acudió medio centenar de personas, más otras 25 que se quedaron en el pasillo, «pero todo se hizo respetando las medidas de seguridad y con el distanciamiento necesario».

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Desde que la pasada semana les dieran los resultados, tanto la madre de la pequeña como Encarnación y su marido y el resto de familiares y amigos contagiados se encuentran en sus hogares a la espera de que los test den negativo. «Entre nuestra familia y nuestro círculo más cercano, se ha confirmado cerca de unos 40 infectados, pero afortunadamente todos estamos bien. Yo tengo una especie de resfriado de verano, pero poco más, y los demás están también casi igual», cuenta Encarnación.

«Da pena que después de lo que hemos pasado, haya gente -afortunadamente no son muchos- que dice que deberían multarnos y que la culpa del brote es nuestra, pero la culpa no la tiene nadie», señala la vecina de Vegas del Genil. «El contagio no fue culpa de los médicos que acompañaron a mi sobrina ni de nosotros, ni de nadie. La culpa es del virus, de nadie más, y por eso no queremos que se señale a nadie», insiste Encarnación.

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Toda su familia está pasando por el momento «más duro de nuestras vidas», pero asegura que la ayuda que están recibiendo por parte de muchos de sus vecinos hace que la pena se haga algo menos dolorosa: «Nosotros solo tenemos palabras de agradecimientos para todos. Para el Ayuntamiento, los vecinos que nos han ayudado en todo, los médicos que se han volcado con mi sobrina y toda la planta séptima del hospital. Nunca olvidaremos lo que han hecho por nosotros y, sobre todo, lo que han hecho por nuestra niña».

«Están siento días muy duros para todos, pero el tener personas que te ayudan y te apoyan nos da ánimo, por eso nos da pena que haya pasado esto», afirma la vecina, que quiere dejar claro que en todo momento se respetaron las medidas de seguridad. «Eran momentos difíciles, pero la gente estuvo a la altura y mantuvo las distancias y la mascarilla puesta», explica.

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«Ha sido duro ver que hay gente que dice que es nuestra culpa y todo lo que se está hablando. Pero lo que más nos importa y lo que más nos duele es que ella ya no está con nosotros», indica Encarnación. Y asegura: «Ella era nuestra vida entera, y ha sido un golpe muy injusto y cruel perderla así».

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