Dos mujeres ofrecen sexo a cambio de dinero en la capital granadina.

Ordenanza de la convicencia, ¿hay que revisarla?

Un lustro después de que se aprobara la ordenanza de la convivencia, algunos de los problemas que buscaba erradicar han desaparecido, como la prostitución callejera

M. V. Cobo

Lunes, 11 de mayo 2015, 00:23

La ambiciosa ordenanza de la convivencia se aprobó hace más de cinco años. El texto prohibía desde el reparto de folletos por la calle, a hacer ruido a la hora de la siesta o jugar a la pelota en espacios públicos si conllevaba algún peligro para bienes o patrimonio. Pero, pese a la amplitud de su texto normativo, el objetivo principal que buscaba el Consistorio en aquel momento era el de poner freno a la prostitución callejera, que había tomado la carretera de Jaén y suscitaba continuas quejas de los vecinos. La ordenanza incluyó sanciones para los clientes y las chicas si se llevaba a cabo este negocio en la vía pública, con especial protección a centros escolares.

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Sin embargo, la amplitud de la ordenanza permite sanciones en situaciones poco definidas: ¿por qué hay que presuponer que un niño con un balón pone en riesgo a otra persona? o ¿por qué no se puede correr en grupo en un parque público? Por estas cosas, ¿es necesario revisar esta ordenanza? ¿Habría que ampliarla o reducirla?

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