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Los embalses de la provincia granadina se enfrentan a una de las situaciones más difíciles que han vivido en las últimas décadas. De acuerdo con la información oficial de la que dispone el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que alcanzan hasta ... 2009, los pantanos que están adscritos a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) cerraron el mes de octubre en su valor promedio más bajo en más de una década, aunque la organización sitúa los referentes incluso más atrás, en los años noventa.
En concreto, los nueve embalses de Granada adscritos a este organismo acabaron el mes con un volumen de agua embalsada medio del 31,8%, un poco por debajo del tercio de capacidad, tras cuatro meses consecutivos de caída, pero todavía superando el nivel medio del conjunto de la cuenca, situado en el 26,2%. Además, se trata del valor más bajo de los últimos doce años, que es hasta donde alcanza la serie histórica más reciente de la CHG. Para encontrar valores similares a los actuales habría que remontarse al último trimestre de 2017, cuando las cifras rondaban el entorno del 36%.
La falta de precipitaciones, que se arrastra desde hace ya más de tres años y no ha podido ser corregida por las lluvias del pasado puente, lleva los datos a mostrar claros descensos de hasta 15 puntos porcentuales sobre las cifras del año pasado. La comparativa es aún peor si se realiza con la media del volumen embalsado durante la última década: en este caso el desplome es del 37,8%.
El dibujo actual de los datos que ofrece la CHG contrasta mucho con los de los años 2010 o 2013, por ejemplo, cuando el volumen medio de agua embalsaba superaba con claridad el 80% de la capacidad total y durante algunos meses, como en el caso de mayo de 2010, se llegó a superar el 90%.
Pese a ello, solo la zona de la Hoya de Guadix, donde se sitúa la presa de Abellán, entre La Peza y Cortes y Graena, ha sido declarada hasta ahora en situación de emergencia por sequía. El resto de las unidades territoriales se mantienen por el momento en nivel de alerta, donde ya se encontraban.
De hecho, seis de los once embalses situados en la provincia granadina tienen hoy menos de la mitad del agua de la considerada normal en ese agregado de una década, y eso teniendo en cuenta que los últimos años ya vienen arrojando datos preocupantes. Solo los pantanos de Rules, Béznar y Canales se libran; este último, además, es el único que ha ganado agua en este tiempo. En concreto, un 4,5% en el último año. Esta infraestructura es uno de los tres elementos principales que abastecen de agua a la capital granadina, junto al de Quéntar y las aguas subterráneas del acuífero de la Vega.
En los últimos doce meses el volumen de agua embalsada ha caído a la mitad o menos en hasta tres pantanos de la provincia: se trata de los de Colomera, que ha perdido casi dos tercios del total (-61,5%), El Portillo (-52%) y Quéntar (-50%).
Hasta el cierre del mes de octubre, el volumen de agua embalsada con respecto a su capacidad total cuatro de los once pantanos repartidos por la provincia no alcanzaba el 25%, según los datos del Ministerio para la TransiciónEcológica. La situación más preocupante se vive en dos de ellos, donde se supera por poco el diez por ciento. Se trata de los de San Clemente, situado en el municipio de Huéscar (13%), y el de Colomera (13,4%). Por debajo del cuarto de capacidad se situaron también en ese momento los de Bermejales, en Arenas del Rey (23,1%), y El Portillo, en Castril (23,3%). Por el lado contrario, solo el de Canales, una de las fuentes de agua de la ciudad de Granada, está por encima de la mitad (69%).
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