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«Ha sido un placer trabajar contigo, papá». Son algunas de las palabras que pronunció Cristina, la hija del toledano Manuel López-Brea, en el homenaje que le preparó por sorpresa el día de su jubilación. Él es comandante, ella azafata. Viajaban de Granada ... a Mallorca en el que sería el último vuelo de Manuel, que en menos de un mes cumple 65 años y por normativa europea no puede seguir al frente de aviones comerciales. Un último vuelo que jamás olvidará.
La jornada comenzó a las siete de la mañana. La programación del día era Palma de Mallorca-Alicante-Palma de Mallorca y después Palma-Granada-Palma. Fue al llegar a la ciudad nazarí cuando comenzaron las sorpresas. Para empezar, unos pasajeros muy especiales a los que no esperaba encontrar: su hijo, su sobrino, la novia de su hijo y el novio de su hija. Todos ellos presenciaron el emotivo discurso que Cristina le dedicó a su padre al aterrizar.
«Toda la tripulación había elegido volar conmigo ese día, podía esperarme algún homenaje, pero no todo lo que ocurrió. Cuando acaba el vuelo se suele despedir a los pasajeros, yo salí a la puerta de la cabina y ahí fue cuando mi hija soltó su discurso. Fue muy emotivo, se le cortaban las palabras y los pasajeros aplaudían. Una chica grabó un vídeo para Tik Tok y en menos de 24 horas tenía más de 60.000 reproducciones. Todo eran buenos comentarios, decían lo bonito que fue e incluso que les había hecho llorar», explica Manuel.
@neusdiaz Hoy a sido un vuelo algo especial 🤩 ##parati ##jubilacion ##padreehija ##CleananceTuPiel ##powerAwesome
♬ sonido original - Neus Diaz
Al llegar al Aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén el personal de tierra le recibió con pancartas, y miembros de Aena le regalaron unos libros y una tarta de piononos con una foto suya. «También al aterrizar el avión pasó entre los camiones de bomberos en forma de homenaje, y en el vuelo había banderines con el lema 'Nuestro comandante se jubila'. Fue todo muy emocionante», apostilla.
Granada le ofreció la mejor despedida posible. Curiosamente, la ciudad ya le dio la bienvenida cuando empezó su carrera en el Ejército del Aire: los dos primeros años los pasó en la Base Aérea de Armilla. «He volado a esta ciudad unas cuantas veces y también la he visitado por mi cuenta, Granada es una maravilla», afirma.
Manuel López-Brea se presentó al Ejército del Aire en 1975. Estuvo destinado en Badajoz, Valencia, Murcia, Zaragoza y Madrid. Cuando en 1992 lo pasaron a los despachos, decidió dejarlo y seguir en el aire: nada le hacía más feliz. «Estuve en Spanair 20 años, hasta que cerró, y después en Vueling hasta ahora. Estoy muy satisfecho, no puedo quejarme, solo tengo buenos recuerdos de todas estas etapas», asegura.
Manuel López-brea- comandante jubilado
Manuel deja atrás miles de horas en el aire para pasar a disfrutar de sus mayores hobbies en la tierra. Y en el agua, ya que es piragüista y podrá entrenar todo lo que no ha podido hasta ahora. Si vuelve a volar ya será como pasajero, para su disfrute: «Me quedan muchos sitios por ver», manifiesta. Ahora que tendrá tiempo, podrá volver a subirse a esos aparatos que le han acompañado toda la vida. Pero desde otra perspectiva.
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