La labor de Cáritas Diocesana es incesante y es fundamental en las parroquias repartidas por nuestra geografía. Con el objeto de mejorar «la atención y ... el servicio a las personas usuarias», su sede central se ha mudado y en ella han conseguido centralizar sus propuestas para quienes más lo necesitan. Así se explicaba tras la bendición del edificio, a cargo del arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, que presidió el acto, en el día de su santo, una jornada doblemente especial para el delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Granada, Alfonso Marín, que también ayer cumplía 41 años desde que ofició su primera misa. Momentos emotivos que se unían al haber conseguido una sede eficiente con la que dar respuestas a los nuevos retos porque, como recordó el arzobispo, «aunque pueda escocer a los políticos, España tiene necesidades».
Le escuchaban, entre otros, el subdelegado del Gobierno nacional, José Antonio Montilla; la delegada territorial de Inclusión Social de la Junta de Andalucía en Granada, Matilde Ortiz; la diputada provincial de Bienestar Social, Elena Duque; y, por el Ayuntamiento de Granada, la concejala de Política Social, Amparo Arrabal; y el presidente del Consejo Social, Javier de Teresa.
Un recorrido por las instalaciones permitió conocer también, algunas de las actividades que se realizan en lo que fue un Centro Integral de Empleo, y ahora un punto de encuentro para programas cuyos participantes son derivados de las distintas parroquias, algunas de ellas representadas en el acto. Es el caso de Juan Carlos Carrión, de Jesús Obrero; Manuel Valdivia, de La Paz; Manuel Velázquez, de Nuestra Señora del Carmen; Víctor Kouande, de las Mercedes; Mario Picazo, de Santa María Micaela; Antonio García, de San Juan de Ávila; Arcadio Barber, de San Ildefonso; además de Francisco Tomás Martínez, de Huétor Santillán y Ángel Beltrán, de Pulianas y Pulianillas.
Por parte de Cáritas no faltó el presidente nacional, Manuel Bretón, tan vinculado a esta ciudad, donde es muy querido; el regional, Francisco José Sánchez; Adoración Morillas, de Cáritas Diocesana Guadix-Baza; y de Cáritas Castrense, José Francisco Nistal y Ramón Molina, y acudieron los vicarios Enrique Rico y José Carlos Isla, además de David Salcedo, secretario particular del arzobispo.
Y la directora en Granada, María Luisa Maeso, buena anfitriona de «un día festivo», con muchos más asistentes que quisieron refrendar un acto en el que queda evidente la acción social de Cáritas.
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