Las encinas más verdes de los Goya

Además de las celebridades del celuloide y los representantes de la Alhambra, al acto se fueron sumando, en oleadas, primero la consejera de Cultura, Patricia del Pozo; luego, el concejal de Cultura del Ayuntamiento capitalino, Juan Ramón Ferreira, y finalmente, la alcaldesa, Marifrán Carazo. A pesar de lo empinado de la ladera, algo que hizo temer a los asesores de la Academia por la integridad de los participantes –sobre todo la de ellas–, no hubo accidentes que reseñar, y cada uno hizo lo que buenamente pudo con la azada, animados por el deseo de que hubiera una buena foto. Y la hubo. Mientras Maribel Verdú recibió aplausos entusiastas desde que la hundiera en el agujero en el que plantó su encina por ser la primera en animarse, Leonor Watling hizo valer su condición de hermana de biólogo para justificar que lo de plantar se le daba bastante bien. Aitana Sánchez-Gijón hizo lo propio con voluntad, y Méndez-Leite se quedó el último, pero como se dice en estas ocasiones, 'last but not least'. Eso sí, no faltaron las risas y la complicidad con la legión de fotógrafos y periodistas que asistieron al acto.

Especialmente emotivo fue el encuentro entre Verdú y Sánchez-Gijón. Ambas estuvieron abrazadas varios minutos susurrándose al oído frases de reconocimiento, y la conversación terminó con un «te lo mereces» y un «te quiero». La familia del cine español tiene mucha 'mili' a sus espaldas, y la complicidad se nota.

Cuando ya estuvieron todas las autoridades y tras hacer la foto 'definitiva' después de varios intentos, llegó el momento de los regalos. A las tres actrices, la consejera les entregó colgantes con la estrella de la Alhambra, mientras que Méndez-Leite recibió una corbata con motivos relacionados también con el monumento, la cual se colocó de inmediato, entre aplausos de ánimo. Todos ellos se llevaron, además, el libro 'Plantas de la Alhambra', un volumen de lujo editado por el sello granadino Miguel Sánchez, el cual recoge las particularidades botánicas del espacio.