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Un enclenque
Crónicas granadinas

Un enclenque

Domingo, 27 de marzo 2022, 00:15

Mi generación se crió con dificultades para salir adelante. No podíamos presumir de ser los niños de la posguerra porque nacimos en los cincuenta. T tampoco veníamos de los años de las hambres, pero fuertes, lo que se dice fuertes, no éramos. Yo me crié ... siendo un enclenque hasta bien entrada la pubertad. Para ir medio tirando, en el colegio nos daban un jarrillo de leche americana en polvo disuelta en agua. Para ver si tirábamos para adelante. También una loncha de queso americano cuadrada y amarilla para que los huesos se fueran formando, haciéndose menos quebradizos. España, al no haber participado en el conflicto mundial, no pudo beneficiarse del Plan Marshall para la reconstrucción europea. No obstante, necesitaba ayuda con urgencia. Por ello, en 1953, se firmaron con Estados Unidos los Pactos de Madrid, según los cuales se instalarían en territorio español cuatro bases militares norteamericanas a cambio de contrapartidas económicas y de defensa. Dentro de estos acuerdos, se contemplaba una ayuda alimenticia para remediar la difícil situación de la infancia española, deficientemente nutrida y con un índice de mortalidad de 140 niños por mil, 35 veces superior al de la actualidad. En concreto, los productos que se enviaron fueron leche en polvo, queso, mantequilla y aceite de soja, alimentos vedados durante muchos años para amplios sectores de la población. Estas donaciones procedían de la Ayuda Social Americana, de iniciativa privada, y eran repartidas en los colegios nacionales.

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