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Antonio Sánchez
Domingo, 21 de julio 2019, 01:40
EEl 27 de mayo de 2018 en España hizo sol. Ese día, el 14,8% de la energía que generó el país a las dos de la tarde fue consecuencia del impacto del sol en paneles fotovoltaicos u otros sistemas para generar los megavatios que ... permitieron encender las bombillas de los hogares de Granada. Un año después, ese porcentaje, con condiciones similares de sol, se incrementó en cuatro puntos y la energía solar satisfizo el 18,84% de la demanda, según los datos de Red Eléctrica de España. En términos comparados, el aumento es del 27,3% y confirma que la energía solar está de moda. La Unión Española Fotovoltaica confirma la tendencia y asegura que para este 2019 está previsto que la provincia cierre con un incremento del 40% de las instalaciones fotovoltaicas, entre las que destacan notablemente las realizadas en viviendas y edificios residenciales.
La clave de este auge está en dos cambios normativos producidos en los últimos años, el más reciente en abril de este año, que acabaron con el conocido como 'impuesto al sol', simplificaron la burocracia e incentivaron dar el paso para invertir en energía solar y empezar a ahorrar en la factura de la luz. Las empresas de sector refrendan los datos y confirman que la instalación de paneles fotovoltaicos se ha puesto de moda recientemente.
Su forma de funcionamiento con los cambios normativos de los últimos años es ahora mucho más simple y gran parte de las empresas optan por no colocar baterías junto a las placas para que 'guarden' la energía para la noche. El sistema es más simple. La energía solar generada durante el día sirve para dar luz a la vivienda o empresa sobre la que esté instalada y el resto se le vende al circuito de energía por, aproximadamente, cinco céntimos el kilovatio. Luego, por la noche, cuando no se dispone de energía solar, el usuario compra la energía al precio de mercado, unos 20 céntimos por kilovatios, como si no tuviera la instalación fotovoltaica encima. El balance final del día da como resultado un gasto en energía al que hay que descontarle los kilovatios vendidos durante las horas de sol y el recibo al final del mes es más barato.
Hay otro elemento importante que incentiva este desarrollo de la energía solar. Granada tiene una radiación solar muy superior al norte de España y resto de Europa y esto hace que una misma instalación fotovoltaica produzca mucha más energía aquí que en el resto de Europa. Así, la Agencia Andaluza de la Energía explica que en la última década se han llevado a cabo instalaciones fotovoltaicas conectadas a red en tejados de edificios, integradas en los núcleos urbanos, «tanto en edificios públicos como privados, favoreciendo de esta forma la difusión de esta tecnología limpia de generación eléctrica distribuida. También han proliferado, de manera muy destacada, las pequeñas centrales fotovoltaicas».
Los principales ahorros se producen cuando el consumo de electricidad coincide con las horas de sol. De acuerdo con esta lógica las instalaciones para bombeos en agricultura son las más rentables y permiten reducir a cero el coste del consumo eléctrico, según las cifras de UNEF. Para comercios e industrias se sitúa en el 70% y en viviendas en el 50%. Por tanto, un recibo de 200 euros mensuales de luz implicaría un ahorro de 1.200 euros anuales y el coste de la instalación de los paneles fotovoltaicos oscila entre los 6.000 y los 9.000 euros, por lo que en un periodo que se mueve entre los cinco y los ocho años estaría amortizada la inversión en energía solar y comenzaría el ahorro de los usuarios.
El año 2018, en Granada, cerró con 120 instalaciones fotovoltaicas en empresas, 600 en hogares y 80 bombeos en agricultura. En total son 800 trabajos según las cifras de UNEF, que estima un crecimiento del 40% para 2019, algo que implicaría la realización de más de 1.100 instalaciones a lo largo de 2019. «Las empresas especialistas en energía fotovoltaica son de reciente creación o empresas eléctricas que están ampliando su plantilla. Entre todas han facturado 17 millones de euros en la provincia a lo largo del 2018», indica Fermín Salcedo, delegado de Andalucía de la UNEF.
El auge de la energía solar es palpable con solo contactar con las empresas encargadas de realizar instalaciones fotovoltaicas en la provincia. El cambio en la normativa ha provocado que ahora sean los usuarios los que llamen a las propias empresas para pedir precio y que estas hayan tenido que incrementar su plantilla de instaladores para dar cobertura a la amplia demanda de los usuarios. La previsión es que esta tendencia se mantenga en los próximos tres o cuatro y que entonces se estabilice el mercado. De hecho, aunque todavía no se habla de que exista una 'burbuja' empresarial en torno al sol, sí se admite que se han creado nuevas empresas en los últimos dos años encaminadas a canalizar el aumento de demanda de instalaciones.
En el Área Metropolitana de Granada se encuentra Enerty Sur, una compañía que funciona desde el año 2002. Juan Manuel Cabezas, el coordinador del equipo comercial de esta empresa, explica que hasta hace unos años se hacían «muy pocas» instalaciones que se circunscribían a clientes esporádicos y que ahora se hacen en torno a 18-20 instalaciones para el autoconsumo al mes. El número de trabajos que se realizan cada vez por parte de Enerty Sur depende del volumen de las instalaciones que se ejecutan. Esto implica que en una misma semana los instaladores de esta empresa pueden pasar hasta por tres hogares diferentes para colocar las placas solares de las que posteriormente se beneficiarán los usuarios. Su empresa, que se encuentra centrada en las instalaciones de autoconsumo –para usuarios particulares– reclama que las comercializadoras de la luz le den a los ciudadanos que 'generan' energía sobrante un «buen precio» por los kilovatios (kW) vertidos a la red eléctrica. Cabezas explica que actualmente el trabajo de empresas como la suya se centra en que la instalación se aproveche «al 100%» y se ajusten al máximo a las necesidades de los usuarios. Sobre la inversión que se realiza, calcula que un usuario particular la puede recuperar en entre cuatro y ocho años y recuerda que el buen funcionamiento de las placas solares está «garantizado» durante al menos 25 años.
Ángel Azor, director técnico en AC Fotovoltaica, explica que desde finales del pasado año se ha percibido un incremento de la actividad en el sector. En su análisis actual detalla que cuando les cuestionan a los usuarios cómo les han conocido gran parte de ellos les dicen que de forma directa a través de su página web. «Esto antes no pasaba», explica Azor, que añade que hoy el cliente busca a las empresas para comparar precios y determinar con qué compañía realiza finalmente la instalación. En los cálculos de recuperación de la inversión que Azor realiza estima que una edificación industrial tiene capacidad para 'pagar' la colocación de la placas en entre cuatro o cinco años con el ahorro generado. Además, en ocasiones existen subvenciones de las que las empresas se pueden beneficiar y que abaratan aún más la inversión inicial. Para un particular calcula que el plazo de recuperación se extiende hasta los seis o siete años, pero recuerda que desde ese momento la instalación está pagada y se empieza a generar ahorro. En el análisis global de la situación de la energía fotovoltaica reconoce que España se encuentra muy retrasada con respecto a otros países europeos como Portugal o Alemania e incide convencido que el cambio normativo del pasado mes de abril «ha incentivado el autoconsumo fotovoltaico».
El gerente de Solurgy Renovables, Agustín Solás, explica que su empresa de obra civil (Cansol) ha decidido abrir una división de energía fotovoltaica al presumir un auge de este sector con el cambio normativo. «Nuestras expectativas son altas y por eso hemos ampliado nuestro ámbito de trabajo y hemos dirigido a nuestro personal, para crear una nueva marca», explica Solás. El responsable de esta sociedad asegura que uno de los problemas con los que se encuentra actualmente es la «desinformación» y los «cambios de normativa» que provocan que un cliente que va a realizar una inversión, por ejemplo, de 200.000 euros se lo piense antes de dar el paso. Aparte, añade, hay todavía «un poco de miedo» que considera que se esfumará cuando se conozca boca a boca el ahorro en el pago de la electricidad. «Podemos intentar convencer a un cliente con un estudio de su facturación, pero no es lo mismo que se lo diga un vecino a que se lo diga yo», explica Agustín Solás. El gerente de Solurgy Renovables cifra también la recuperación de la inversión inicial entre cinco y siete años, aunque remarca que en el caso de la industria este tipo de instalaciones se pueden amortizar en menos de cuatro años. «Para ellas es muy rentable e interesante», concluye.
Los cálculos de la Agencia Andaluza de la Energía (AAE) son distintos, pero en cualquier caso muestran una tendencia ascendente en la instalación de superficies fotovoltaicas. Así, en 2018, según la AAE se pusieron en marcha 139 instalaciones 'pequeñas' de menos de 100 kilovatios y en 2019 se han realizado hasta el momento 128, cuando todavía resta más de medio año por delante. En las plantas 'grandes' de más de 100 kilovatios también se verifica esta tendencia. En 2017 se solicitaron dos, el año pasado se pidieron once y este 2019 ya hay nueve procesos en marcha.
La burocracia y lentitud para poner en marcha estas instalaciones, sobre todo para empresas de energía, es un elemento que UNEF critica. Salcedo explica que sería deseable «una mayor celeridad en los trámites de las administraciones públicas. Ahora mismo es el principal lastre para un mayor despliegue de la energía fotovoltaica, ya que hay ayuntamientos que la tramitan rápidamente, pero existen otros donde sus técnicos municipales no tiene conocimiento ni asesoramiento de este tipos de instalaciones y eternizan la concesión del permiso de obras».
En cualquier caso, a pesar de la ralentización en algunos municipios, el auge de la energía solar se está traduciendo en el repunte o creación de empresas, de diversos tamaños, que se han apuntado a la energía solar. Según Fermín Salcedo lo han hecho, «desde simples electricistas a empresas especializadas con ingenieros eléctricos en plantilla. En Granada tenemos ya ejemplos de estas últimas, que empezaron en la provincia y se están expandiendo por todo el territorio nacional e internacional». A modo de ejemplo, Salcedo cita a AC Fotovoltaica, Tesa Energía, Tecnoleo, Greening Ingeniería, Cansol Infraestructuras, Grupo Cuerva, Enerty Sur, Solar Efic, Solar Europe, Solik Renovables y Armisol como las más representativas de la región.
El delegado en Andalucía de UNEF destaca que los empleos que se generan suelen ser directos en las empresas fotovoltaicas: «Con una plantilla media de 20 empleados y habrá unas 20 empresas, hay ya unos 500 empleos en la provincia». Sin embargo, los puestos indirectos son muchos más y, aunque no especifica una cifra, señala algunas áreas vinculadas al sector que pueden impulsar la contratación como los almacenes eléctricos, las empresas de transporte y logística, fabricantes de estructuras, herrerías, empresas de alquiler de maquinaría y gestorías.
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