Un enfermero granadino atrapado en Laos trata de regresar para ayudar en el Hospital Virgen de las Nieves

Permanece junto a un grupo de sanitarios que están en su misma situación y que se lamentan por no poder estar echando una mano mientras sus opciones de escapar del sudeste asiático se complican

ÁLVARO LÓPEZ

GRANADA

Viernes, 27 de marzo 2020, 13:47

Antonio quiere regresar a España como muchos otros compatriotas atrapados en el extranjero por culpa de la crisis del coronavirus que está cerrando las fronteras de todos los países. Pero a sus 31 años, este enfermero granadino, que ha trabajado en el servicio de urgencias ... del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, está buscando el modo de salir de Laos, un país del sudeste asiático que hace frontera con China, Tailandia y Vietnam entre otros, para poder ayudar a salvar vidas en su tierra.

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Comparte su desesperación con otro grupo de sanitarios que permanecen atrapados junto a él en Laos y que cuentan las horas para poder estar en España ayudando en la sanidad pública a superar la pandemia del coronavirus. «Nos sentimos frustrados por ver lo que está pasando y no poder ayudar», explica Antonio. Se encontraban de viaje por Asia cuando les sorprendió la crisis del Covid-19 nada más aterrizar en Laos y desde entonces han tratado de volver a casa.

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«Nos han cancelado todos los vuelos y algunos incluso en la misma puerta de embarque», asegura. Su preocupación aumenta porque «en Laos no hay embajada española y nos hemos tenido que poner en contacto con la que hay en Tailandia que lo único que nos traslada es que tengamos paciencia». Así llevan al menos una semana y el sanitario sostiene que «la situación está empeorando porque las fronteras por tierra también están cerradas, así que solo podemos regresar en avión y no desde Laos porque no tiene conexión directa con España».

Por eso, abona su suerte a poder regresar mediante un puente aéreo que les permita salir desde Tailandia, aunque para llegar al país vecino de Laos tampoco lo tienen sencillo. Dadas las circunstancias, Antonio y sus compañeros se han visto obligados a alquilar una vivienda que les permita pasar los días que les queden allí «porque el hotel en el que estamos ya ha anunciado que va a cerrar».

Las horas pasan y la angustia aumenta porque los pocos vuelos que no se cancelan «tienen billetes a precios desorbitados». Todos superan los 1.000 euros y aunque no piden que les permitan viajar gratis, sí quieren que haya un gesto con personas que están en una situación tan difícil como la suya. No saben qué pasará con ellos porque la repatriación tampoco parece que vaya a ser posible en corto plazo de tiempo. La estimación más optimista no baja del mes de espera y Antonio no duda que «la embajada está haciendo todo lo posible, pero nos sentimos aislados».

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Antonio tiene previsto regresar a Granada para ayudar en el Hospital Virgen de las Nieves y sus compañeros también tienen cada uno un destino fijado: una de las enfermeras pretende colaborar en el Hospital Costa del Sol de Málaga y los otros dos sanitarios que completan el grupo lo harían en la sanidad vasca. Sin embargo, sus intenciones se limitan a ser planes que no pueden cumplir de momento. Lo único que está en sus manos en aguantar en Laos hasta que haya esperanza de regresar: «Por suerte hemos podido comprar comida para aguantar estos días». Además, Antonio alberga la esperanza de «no cumplir mis 32 años aquí». Algo que teme porque su cumpleaños es a principios de abril.

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