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Parte del equipo de profesionales que se encargan de los centros educativos en la capital. Alfredo Aguilar

Los enfermeros también vuelven al 'cole'

Enfermería escolar ·

Un total de 45 sanitarios velan por que el virus no se propague en el interior de los 876 centros granadinos que están bajo su custodia

Domingo, 19 de septiembre 2021, 23:10

¿Cuántos niños son? ¿Estuvieron todos en la misma mesa del comedor?». Miguel está al aparato haciendo preguntas. Al otro lado de la línea se encuentra respondiendo el coordinador covid de un colegio de la zona de Gran Capitán. Están hablando porque se ha detectado un caso en un escolar que en los días previos había estado, ajeno a que el virus ya poblaba su organismo, haciendo vida normal. Y claro, ahora toca seguir los pasos de un patógeno que hoy se propaga como nunca lo había hecho antes debido a la variante Delta, que es más contagiosa.

El nuevo curso educativo lleva ya más de una semana en marcha. Y con él se ha reactivado la enfermería escolar. Un servicio que se creó el año pasado con motivo de la vuelta a las aulas en mitad de la pandemia y que controla el buen funcionamiento de los protocolos en los centros, lleva a cabo la gestión de casos o la coordinación con los referentes covid de cada centro, a quienes se les resuelve dudas o se les da apoyo de cualquier tipo.

El equipo de enfermería escolar está compuesto por 45 personas, que se dividen en 37 profesionales rasos de enfermería, tres administrativos, cuatro coordinadores al frente de cada uno de los distritos sanitarios de Granada (capital, Cinturón, Sur y Nordeste) y la referente provincial, que es quien está en el puesto más alto del organigrama.

Raquel Rodríguez es quien ocupa actualmente este cargo. Ella coordina a un equipo que tiene la encomienda de velar por la salud de un total de 205.350 alumnos repartidos por 876 centros educativos. No solo son colegios e institutos, estos profesionales también se encargan de que todo marche bien en otros centros como guarderías, la formación permanente, entre muchos otros. «Nuestro servicio surgió el año pasado. Tras la suspensión de la actividad presencial, en septiembre de 2020 la vuelta a las aulas motivó que se diseñaran nuevas figuras de control de la pandemia en base a la experiencia de otros países. Las consejerías de Salud y Educación crearon entonces los coordinares covid y las enfermeras escolares, que desde entonces trabajan conjuntamente», señala Rodríguez.

El equipo de enfermería escolar se divide en 37 profesionales rasos, tres administrativos, cuatro coordinadores y la referente provincial

La misión del servicio es casi detectivesca. Tiene como objetivo principal perseguir al virus tanto dentro como fuera de estas dependencias educativas. Una labor de rastreo que comienza desde primera hora. Estas personas están dedicadas exclusivamente a los centros escolares todos los días por las mañanas. Además hay personal de guardia durante las tardes y los fines de semana. Se reparten por varias estancias y están armados con teléfonos y ordenadores llenos de bases de datos. En Granada capital trabajan 13 personas.Comparten todas una sala que está a medio camino entre un 'call center' y un aula escolar.

Elvira Soler es quien coordina a este equipo. Aprovecha para resaltar la labor de todos ellos. Según explica, los enfermeros base tienen asignada una zona determinada. Miguel, por ejemplo, comparte Gran Capitán con su compañera Begoña; Josefina se encarga de dar cobertura al área sur del Zaidín y así ocurre con el resto de puntos de la capital, el Cinturón Metropolitano o el resto de la provincia.

Soler indica que su labor comienza a las ocho de la mañana. Entonces recibe el listado de positivos detectados, en su caso en la capital, y va cribando los de aquellos granadinos que estén en edad escolar. Una vez filtrados estos datos, se discrimina por zonas y se reparte entre los referentes de cada una de ellas. Es entonces cuando empiezan las llamadas a los distintos centros escolares. «Hay que informarles porque esos casos pueden haberse detectado sin que se sepa en el colegio y es necesario comunicarlo para saber cuáles han sido los contactos estrechos, ya sea en el aula o fuera de ella, para hacerles seguimiento», comenta la enfermera referente de la capital.

Flujo de trabajo

Una labor de captación activa que se complementa también con todo el flujo de trabajo que les llega desde el interior de los distintos centros. Echar un rato en estas salas es ser testigo de un continuo sonido telefónico. Los referentes de cada zona tienen que estar a disposición de los coordinadores covid de cada colegio o instituto para resolver las dudas del día a día o para actuar en el caso de que surja algo inesperado. Por ejemplo, que se presente un menor sin mascarilla, algo que ya ha ocurrido este curso. «Las actuaciones pueden ir desde el positivo de un niño a una sospecha. Y somos nosotros quienes gestionamos las actuaciones que tenemos que realizar: desde mandar pruebas a cerrar aulas, entre otras casuística», indica Raquel Rodríguez. A pesar de todo el trajín, en este 2021 hay mucho avanzado respecto a un año pasado en el que costó que todo el engranaje funcionara al 100%.

Además, la incidencia registró picos que provocaron días de mucho estrés. «Hasta 50 llamadas llegábamos a recibir en un mismo día cada uno de nosotros», cuenta uno de los enfermeros del servicio. Ahora esas cifras son impensables, aunque el teléfono se sigue usando sin parar.

Según explican, una de las dudas de nuevo cuño que han detectado en estas primeras dos semanas está relacionada con las vacunas, que es la principal novedad respecto al inicio del curso pasado. Cómo aplicar los protocolos a los niños inmunizados es una de las preguntas más recurrentes de los coordinadores covid, que en muchas ocasiones son nuevos, por lo que también está tocando ahora afianzar los puentes con ellos. Al fin y al cabo, van a tener que estar codo con codo con ellos durante al menos nueve meses.

Dependerá del virus

Pero todo el trabajo dependerá del virus, como siempre. Aunque este año todo parece estar mucho más tranquilo y mejor coordinado, lo cierto es que el único posible foco claro de contagios hoy son las aulas de los más pequeños (de 0 a 12 años), únicos granadinos que no están vacunados. Rodríguez pide a todo el mundo que sea más responsable que nunca. Nota cierta relajación por parte de toda la comunidad escolar. Y alerta de que podrían venir problemas de no seguir haciendo las cosas bien.

No obstante, ya se han producido los primeros cierres de aulas, que a veces ocurren a raíz de un solo positivo. Es en estos casos cuando algunos profesionales se desplazan a los centros que controlan. Pues no lo hacen cuando surgen alguna urgencia médica, pues de ellas se encargan otros dispositivos sanitarios. Van allí a investigar junto a los epidemiólogos qué ha pasado y qué se puede hacer para que no se vuelva a repetir. Lo que implica también labores de formación presencial tanto con los alumnos como con los profesionales educativos.

Estas y otras labores de los enfermeros escolares, algunas incluso fuera del ámbito covid, forman parte de la historia de éxito que protagonizaron los colegios el año pasado. Casi todo el mundo esperaba que estos fueron los principales vectores del virus, pero no lo fueron. Y así lo dicen las tasas de contagio, que fueron del 9% entre los profesores y del 7% entre los alumnos, ambas muy por debajo de la media en otros ámbitos.En parte por ello se va a mantener un servicio que se ha consolidado como una de las mejores armas que tenemos la sociedad para luchar contra la pandemia.

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