Los servicios de emergencias, en el lugar del accidente. Ideal

El enigma de la pareja que murió atropellada tras tumbarse en la carretera de Molvízar

Al parecer, los fallecidos vivían en una caseta destartalada en la que los investigadores hallaron pequeñas cantidades de varias drogas

Carlos Morán

Granada

Viernes, 6 de diciembre 2024, 01:03

El conductor no vio a las víctimas. El ocaso había dejado paso a la noche y la visibilidad era escasa. La persona que iba al volante del coche no podía ni imaginarlo, pero, unos metros más adelante, un hombre y una mujer de unos 50 ... años estaban tumbados y semidesnudos sobre el asfalto de la carretera que da acceso a la localidad granadina de Molvízar, una vía estrecha y sin arcenes.

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Nadie está preparado para reaccionar ante algo así. Los ocupantes del vehículo, un vecino de la zona y dos familiares, sintieron un violento traqueteo que les zarandeó de un lado a otro. Quizá pensaron que habían chocado contra una animal salvaje que había bajado del monte. El turismo se detuvo en mitad de la oscuridad. Después, el horror y la ansiedad desbordada. La pareja había quedado atrapada en los bajos del automóvil. Habían muerto prácticamente en el acto.

La mujer se dedicaba ocasionalmente a tareas de limpieza y el varón llevaba a cabo algunas labores agrícolas, pero también de forma esporádica, según fuentes vecinales

La calzada, habitualmente tranquila y con poco tráfico, se llenó de voces. Las luces intermitentes y azules de los vehículos de emergencias iluminaban la escena. Agentes de la Guardia Civil y los lugareños consiguieron elevar el coche y extrajeron los cuerpos de los atropellados. Al parecer, uno de ellos aún respiraba, pero los equipos sanitarios nada pudieron hacer nada para reanimarlo.

Ocurrió alrededor de las ocho de tarde del pasado domingo 1 de diciembre. Comenzaba una investigación con muchas más preguntas que respuestas. De hecho, puede que nunca se llegue a saber qué fue lo que sucedió, porque los únicos que podrían explicarlo están muertos.

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Archivo

Lo que sí esta claro es que el conductor no cometió ninguna imprudencia y estaba en perfectas condiciones para circular.

De los fallecidos se sabe que se cobijaban en una caseta destartalada que está ubicada a escasos metros del lugar en el que se produjo el accidente.

En el interior del chamizo, las fuerzas de seguridad hallaron pequeñas dosis de varias drogas que, presumiblemente, eran para el autoconsumo. Dos vidas en los márgenes.

Él era de origen extranjero, pero residía desde hace años en la comarca de la Costa de Granada. Ella había nacido en un municipio del litoral. Ambos tenían familiares en la zona, pero, supuestamente, se relacionaban poco con ellos.

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Según fuentes vecinales, la mujer se dedicaba ocasionalmente a tareas de limpieza y el varón llevaba a cabo algunas labores agrícolas, pero también de forma esporádica.

Sea como fuere, todo apunta a que el caso será archivado policial y judicialmente, pero no el enigma de que lo que pasó aquella noche funesta.

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