«Las entradas anónimas facilitan el 'chanchulleo' y dan imagen tercermundista»

El director del Patronato de la Alhambra y el Generalife, Reynaldo Fernández Manzano, niega que el nuevo sistema haya provocado un descenso del número de visitantes y no considera necesaria la mesa propuesta por los empresarios: «No es que la rechace, es que ya existe, nos estamos reuniendo continuamente y nos volveremos a reunir en septiembre siempre que quieran».

Asegura que mantienen encuentros habituales con todo tipo de colectivos y cifra en 48 los mantenidos con los hosteleros en los últimos meses. La más reciente, en junio, «con todos los agentes y grupos políticos». «Lo que sucede es que el que tengamos reuniones no quiere decir que hagamos el 100% de lo que ellos quieren. Hay cosas que están haciendo y no nos parecen razonables», opina el director del Patronato, quien describe a la Alhambra como «el monumento que tiene más participación». Indica además que dan «todo tipo de facilidades» a los agentes y visitantes, a través del sistema y los distintos bonos.

Además desmiente los datos aportados por las asociaciones que ayer comparecieron en rueda de prensa junto al presidente de la Federación de Hostelería. «Están difundiendo un bulo, no ha descendido la venta de entradas a la Alhambra en absoluto.Se llena todos los días hasta el tope de aforo», señala el dirigente.

Con respecto a la titularidad de los tickets es tajante: «Las entradas anónimas, que es lo que ellos quieren, sólo facilitan el 'chanchulleo' y una imagen tercermundista del monumento». Se refiere a la imagen previa a la activación del nuevo sistema. Las entradas nominativas para grupos empezaron a funcionar en mayo, aunque la venta por Internet comenzó en el pasado otoño. «No podemos tener jóvenes liados en mantas a las tres de la mañana para sacar entradas anónimas y poderlas revender».

Sobre las «amenazas» que dice haber recibido acerca de su continuidad en el cargo, ha respondido que no quiere «eternizarse» y quiere «hacerlo lo mejor posible velando por el interés público, no el privado de algunos empresarios».