Juan Diego Ramírez | Director provincial de la DGT en Granada

«Hemos establecido un plan especial para bajar la mortalidad de motoristas»

–Viene de estar 20 años en Jaén. ¿Ha encontrado diferencias?

–Cada provincia tiene sus características, pero tenemos dos grandes objetivos en la Dirección General de Tráfico, mejorar la seguridad vial y los trámites administrativos. Es verdad que venimos de una tendencia negativa de aumento en la siniestralidad en Granada y en otros puntos del país y por tanto tenemos que seguir trabajando en mejorar los niveles de seguridad.

–La siniestralidad, efectivamente, aumentó en 2024 en Granada ¿Qué se puede hacer desde la DGTpara frenar esa tendencia?

–Por supuesto, seguir con el desarrollo de todas aquellas medidas que están establecidas en el Plan Estratégico de Seguridad Vial. Hay unas estrategias establecidas por décadas en la Unión Europea hacia el objetivo de 2050 que es cero accidentes y cero víctimas mortales. También hay objetivos de década, ahora estamos en la 2021-2030, en la que se pretende reducir en un 50% la cifra de siniestros. Teniendo en cuenta esos parámetros, hay trabajar con educación vial, que es la principal herramienta para prevenir los accidentes de circulación y coordinarnos con Guardia Civil de Tráfico, policías locales y administraciones para generar una movilidad más segura, saludable y sostenible. Y luego hay que atajar las tres principales causas de producción de los accidentes: las distracciones, provocadas por ejemplo de por uso inadecuado de GPS o teléfono móvil; la conducción a una velocidad inadecuada; y la ingesta de sustancias como alcohol y sobre todo drogas, porque así como el alcohol está bastante controlado, con en el consumo de drogas los porcentajes aún están en torno al 30% de positivos. Además, no podemos olvidarnos del fomento del uso de los elementos de seguridad pasiva como el cinturón. El 19% de los fallecidos en accidente el año pasado en Granada no llevaba el cinturón.

–¿Realmente es posible llegar a la siniestralidad 0?

–Nosotros trabajamos en esto convencidos de que sí, tenemos que pensar que en los próximos años van a avanzar exponencialmente muchas cuestiones tecnológicas que ni siquiera ahora mismo se nos pueden pasar por la cabeza. Pensemos en los fallecidos que había en los años 80 o en los 90. Así que sí, creo que es posible.

–¿Funcionan las campañas de concienciación?

–La experiencia demuestra que los países que mejor funcionan en materia de seguridad vial, entre los que se encuentra España, son los que combinan ambas políticas, las campañas y las multas. Es cierto que tiene que haber una buena política sancionadora, saber que si no se actúa bien la administración va a estar detrás y va a castigarlo. Pero al final lo que consigue el cambio de comportamiento es que esas actitudes que al principio se hacen por temor a la multa se conviertan en repetitivas por concienciación y ahí tenemos el ejemplo del alcohol.

–En Granada hay varios tramos red carretera 'negros' por su alta siniestralidad. ¿Qué se puede hacer frente a eso?

–Hay que tener en cuenta, que los elementos que te intervienen son tres: el factor humano, el vehículo y la vía. Y sobre los tres se puede actuar. Pero sin duda, las carreteras son un elemento fundamental para reducir la siniestralidad. En ese sentido, existe una coordinación con los centros titulares de las vías. Se analizan tramos en los que hay una mayor accidentabilidad, cuál es el motivo o dónde se puede reforzar. En la mayor parte de los casos, la velocidad es inadecuada, pero eso no quita que en algunas ocasiones se plantee alguna reforma en el trazado. Aún tengo que hacer un estudio profundo, pero después de ver la situación de la provincia es fundamental en la A-92, en el tramo con el límite de la provincia de Málaga hasta Granada capital es una zona en el que hay que trabajar y aumentar la vigilancia. Y otra cuestión que me ha llamado la atención es que la tercera parte de las víctimas mortales en Granada son motociclistas. Y las vías en las que más mortalidad en este sector de las dos ruedas son la Nacional 340, la A-395 y la A-348. Entonces, estamos estableciendo un plan especial, sobre todo a los fines de semana, para que los motoristas disfruten de la carretera, pero se reduzca la siniestralidad.

–¿Cuándo habla de más vigilancia, a qué se refiere? ¿Más agentes?

–Más agentes sí, pero también servicios aéreos, los helicópteros y los drones que permiten llegar de una forma bastante permeable a zonas que cuesta más llegar con agentes. Además de estas vías, tenemos la GR-30, donde hay mucha accidentabilidad, pero en general son alcances.

–Se ha instalado el primer radar de tramo de la provincia en la GR-30. ¿En qué puntos se podrían colocar otros de este tipo?

–Constantemente estamos haciendo estudios de las vías, la accidentabilidad que se produce en las mismas. Y junto con los centros de gestión vemos dónde pueden colocarse los siguientes radares. En Granada, en un futuro, podría ser interesante tener un radar de tramo en la A-92, en este tramo que le he comentado desde la provincia de Málaga hasta Granada capital, porque hay varios kilómetros en los que hay mucha accidentabilidad por velocidad inadecuada, con lo que sería muy útil. Y quizás alguno más, además del que ya está instalado, en la GR-30.

–¿Y sobre el atasco en los exámenes de conducir, cómo se puede solucionar?

–Hay prioridades en lo que se refiere a la atención al ciudadano y una de ellas tiene que ver con los exámenes. La plantilla de Granada es adecuada a día de hoy. Hay 18 examinadores, a los que está previsto que se incorpore uno más, hasta los 19. Con esto es suficiente para la media anual, pero ¿qué ocurre?, que en verano y Navidad se incrementa la demanda y se reduce la plantilla por vacaciones.

Estamos en conversaciones con representantes de las autoescuelas para poner en marcha un plan de choque que espero que en las próximas semanas dé resultados. También voy a trabajar con los alcaldes de los municipios donde hay otros centros de examen; Motril, Baza, Guadix y Loja, para que demos un servicio de calidad como se merece la ciudadanía.