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Javier en su librería, cerrada al público, sacia nuestra sed de lectura a través del comercio electrónico. Ramón L. Pérez
Estado de alarma por el coronavirus | Abierto por cuarentena: Alimento para la mente y el alma

Alimento para la mente y el alma

Abierto por cuarentena ·

Librería Praga trata de seguir funcionando a través de la web en un entorno que cambia en cuestión de horas

Jesús Lens

Granada

Viernes, 20 de marzo 2020, 02:02

Si toda Granada está semidesierta, en el barrio de la Magdalena no se oye una mosca. Subo por la calle Gracia pensando en qué música tendrá puesta Javier Ruiz, el librero de la blanca melena, en ese templo bibliófilo que es Librería Praga.

La persiana está a medio echar, como una bandera a media asta, y hay un cartel de 'Cerrado' bien visible en la puerta. Toco con los nudillos y, al ir a entrar, me doy un calamonazo en la cabeza. Hasta las puertas parecen haber menguado estos días.

No suena música alguna. Es lo primero que le comento a Javier, después de darnos a distancia, al modo de los mimos, el virtual abrazo prometido a través del móvil.

«Quiero mantener la librería en silencio. El barrio de la Magdalena está silencioso como jamás lo escuché, transmitiendo una extraña sensación de irrealidad. Ayer llegué y subí la persiana hasta arriba, pero después la dejé a media altura por esa sensación de que las cosas no son normales».

Antes de hablar de libros, le pregunto a Javier por otra de sus grandes pasiones, el fútbol. «Este parón nos hace ver que hay cosas que están por encima de nuestra vida y de cómo hemos conformado el mundo en el siglo XXI. Debemos mantener la serenidad. Es una hostia en la boca. Las personas de nuestra generación no estamos preparadas para esto, por lo que debemos apelar a la tranquilidad y a la responsabilidad de todos».

Hay contenido en cada palabra de Javier. Nada de filfa o farfolla. ¿Cómo le afecta a su trabajo la cuarentena dictada por el coronavirus? «Me limito a la venta de libros por internet, disciplina en la que fui pionero, allá por junio de 1997. Entonces, internet era una oportunidad estupenda de venta. Éramos pocos libreros quienes usábamos la red. Y éramos pequeños. Ahora hay auténticos monstruos que compiten por precios en el negocio del libro usado. Yo compito en calidad. De ahí que no pueda servir pedidos de menos de 4,95 euros».

¿Salen las cuentas con esta fórmula de venta de libros por internet? «Le ponemos demasiada energía y quizá no compensa en relación a la ganancia que obtenemos, pero sí te da una seguridad y permite mantenerte. Es un miniflotador. La recaudación de la librería se me reducirá en un 70%», sostiene Javier. Envía sus libros a través de Correos, como la mayoría de los pequeños comercios. «Es un servicio público que está funcionando muy bien y, de momento, no estoy notando grandes retrasos. Quizá hay alguna demora en la entrega, pero no más de 24 horas. Nos transmiten normalidad y estoy haciendo el esfuerzo de enviar sin coste a Granada capital y provincia desde que comenzó el confinamiento», señala Javier. (*)

En ese sentido, estos días ha repuntado la demanda del servicio a distancia: «clientes que tenían encargos pendientes de recoger y se los hemos enviado a casa porque no podían venir. También varios pedidos nuevos por mail, whatsApp y redes sociales». Lo último que ha salido de Praga es un libro de Javier García Sánchez titulado, paradójicamente, 'La historia más triste'. «También me están pidiendo más lecturas infantiles y juveniles. Otro que acabo de enviar es 'De la tierra a la luna', el clásico de Verne». Le pedimos a Javier alguna recomendación orientada al público juvenil para estas semanas y no duda: 'Zara y el librero de Bagdad', de Fernando Marías y 'El oro de los sueños', de José María Merino. ¿Y el librero, qué está leyendo? «Acabo de empezar 'El olor del bosque', un tocho de 700 páginas de Hélène Gestern, sobre la memoria de las mujeres y la I Guerra Mundial».

Aprovecho para llevarme 'La tierra permanece'. «Es una distopía, pero también un libro muy ecologista con un mensaje interesante para estos días: que somos parte de un todo y que cuando la naturaleza se pone seria hay que hacerle caso y recordar que sigue ahí. Porque hay cosas de la naturaleza que no podemos controlar». También me llevo 'Apocalipsis suave', otro título de la editorial Gigamesh que me parece adecuado para hoy en día, un Asterix, un Spiderman y 'El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo'. Porque tengo la sensación de que la posmodernidad nos está conduciendo de vuelta a las raíces, al origen de todo.

Nota

(*) Estuve en Librería Praga el miércoles. Para salir lo mínimo posible, trato de acumular estas entrevistas. El jueves, poco después del amanecer, tenía un audio de Javier. Correos suprime el servicio que utiliza y tiene que buscar alternativa. Hablamos por la tarde. Ha encontrado una posible solución. De momento, Librería Praga seguirá trabajando on line y sirviendo libros a sus clientes. Lo que Javier no asegura es que el servicio pueda seguir siendo gratuito para la provincia de Granada.

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