«Estudios recientes han detectado el neumococo en un 60% de los pacientes ingresados por Covid»

¿Qué es el neumococo?

Es un agente infeccioso. Concretamente, una bacteria.

¿Qué provoca en el organismo? ¿Qué síntomas suelen dar la cara cuando se está infectado?

El neumococo provoca infecciones fundamentalmente en nuestro aparato respiratorio, aunque también puede llegar a afectar a todo el organismo en forma de sepsis o también meningitis. La forma grave y frecuente es la neumonía -antes llamada tradicionalmente pulmonía-, que como se sabe se trata de la infección de nuestros pulmones, lo que provoca su inflamación y como respuesta, la aparición de tos, mucosidad y expectoración, fiebre o dolor en el pecho. A esto se le suma que nuestros pulmones no pueden realizar la función vital del intercambio de oxígeno, y por ello también provoca la sensación de falta de aire y cansancio.

¿Cuál es su incidencia?

En la población general el número de casos anuales suele ser de aproximadamente ocho por cada 1.000 personas. Y sí, este germen, el neumococo, es la causa más frecuente de neumonía -más de la mitad de todas las identificadas-.

¿Cuándo suele atacar más, a quién y en qué contextos?

Incide algo más estacionalmente en los meses de frío, pero a diferencia de la gripe puede provocar infecciones en cualquier momento del año. Como casi todas las enfermedades infecciosas afecta más a los vulnerables -bueno, como casi todo ¿verdad?- y entre estas personas están los niños y los mayores, así como todos aquellos que tienen afectadas sus defensas por enfermedades inmunitarias concretas o por padecer enfermedades crónicas. Por ejemplo la diabetes, patologías cardíacas, enfermedad renal o problemas respiratorios como EPOC, asma o la fibrosis quística.

¿Qué letalidad tiene?

Entre las personas que llegan a ingresar como consecuencia de una neumonía, la letalidad puede alcanzar el 40%. Esta cifra tan elevada nos sorprende ya que desconocemos el alto riesgo de sufrir otras complicaciones a raíz de padecer una neumonía, como es infectarse por otro germen (como podría ser gripe o coronavirus), sufrir arritmias cardíacas, infarto de miocardio o ictus cerebral. Estas complicaciones cardiovasculares se pueden poner de manifiesto en estos momentos en el caso de la Covid-19, pero en la neumonía y la gripe no era un hecho que transcendiera a la población general.

¿Cómo se trata esta infección?

Para tratarla utilizamos antibióticos. Lamentablemente sin respuesta en muchas ocasiones y sin la posibilidad de prevenir directamente el resto de complicaciones que mencionábamos.

¿Existen consejos o buenas prácticas para evitar a este patógeno?

Cuando hablamos de prevención, en el caso de las patologías infecciosas, contamos con un gran aliado: nuestro propio organismo. Este está dotado de un sistema concreto para defenderse de esta y del resto de infecciones: nuestro sistema inmunitario. Para potenciarlo disponemos de vacunas que nos protegen. A nosotros y también a las personas de nuestro alrededor. Esto cobra tal importancia que a diferencias de otras medidas de salud, la vacunación frente a esta enfermedad se le administra a todas estas personas de forma gratuita sin ningún tipo de copago.

Por otro lado, la buena higiene dental y evitar la exposición al humo de tabaco, son dos medidas preventivas concretas, sumadas a una buena alimentación y a una vida lo más activa posible que fortalecen nuestras defensas.

¿Por qué es importante ahora con la Covid tenerlo controlado? ¿Podrían ser simultáneas ambas patologías? ¿Qué efecto tendrían?

Recientes estudios han constatado que en un 60% de los pacientes ingresados por Covid se detectó también la presencia del neumococo. Como explicábamos antes, los gérmenes suelen aprovechar la mayor vulnerabilidad del paciente ya infectado. La asociación de ambas infecciones no deja de ser otra complicación añadida, en este caso infecciosa, que también perjudica seriamente el pronóstico del paciente.