La cumbre internacional –ya hay más cumbres que reuniones– ha dado esta semana otro espaldarazo al proyecto del acelerador de partículas, que requiere 700 millones de euros. Fue clave el apoyo de Croacia en el mes de noviembre, en aquel viaje donde el rey Felipe ... VI apadrinó la candidatura granadina. A efectos de equilibrios políticos y territoriales, también supuso que dos semanas después, el 5 de diciembre, el Consejo de Ministros resolviera que la agencia de inteligencia artificial se fuera para La Coruña, en un proceso oscuro que ha acabado en los tribunales. Ese mismo día se concedió a Sevilla la agencia espacial, cuyos estatutos se aprobaron el 6 de marzo, y que solo durante el primer año gestionará un presupuesto de 700 millones. Los mismos que todo el proyecto del Ifmif-Dones.
Del concurso de la agencia de inteligencia artificial (AESIA) no conocemos ni la baremación oficial –si acaso la hubo– ni el expediente completo. Las versiones son tan disparatadas que subestiman las entendederas humanas. Se ha hecho tan mal que el día que se conozcan esos informes –si eso sucede– difícilmente resulten creíbles.
El Gobierno se resiste a entregarlos tanto en el Congreso como en el Senado. Se cumplen los plazos y no hay respuesta. En algún momento tendrá que enfrentarse a las iniciativas que se le acumulan. El diputado de Vox Onofre Miralles presentó el 5 de enero tres preguntas, de las que dos siguen pendientes y la contestada no aporta nada. El 14 de marzo Miralles volvió a insistir sobre ellas y, arropado por la cúpula de su grupo, ha elevado la presión. Vox ha presentado una proposición no de ley para que el reparto de las sedes se haga con la participación del Congreso y el Senado y ha solicitado la comparecencia de la vicepresidenta Nadia Calviño para que explique el concurso de la agencia de inteligencia artificial que se fue a su Coruña natal e informe de los procedimientos judiciales que hay abiertos. En el Senado, José Antonio Robles (PP) sigue sin noticias de sus dos iniciativas registradas el 13 de diciembre, en las que se interesaba por el expediente completo y los informes de los ministerios que intervinieron.
No hay que entrar en enjuagues que eviten que se aclaren las dudas que, pasados 104 días, persisten sobre el paripé del concurso
Tampoco han trascendido novedades del recurso que presentó el Ayuntamiento en representación del resto de instituciones y agentes sociales. Según fuentes internas, se notificó la recepción el 7 de febrero y el Supremo acordó requerir el expediente al Gobierno. Tenía veinte días de plazo. En paralelo está la intentona de la asociación Juntos por Granada. Este 15 de marzo el Supremo le emplazó a alegar en cinco días frente a la Abogacía del Estado, que quiere dejarla fuera de la causa.
En todo este tiempo, el PSOE de Granada se ha movido para intentar quitar el foco de la agencia de inteligencia artificial y arrancar una compensación al Gobierno. Lo ha hecho el alcalde, Paco Cuenca, y también ha intervenido el diputado José Antonio Rodríguez. Se producirá este martes y dicen que lo ganado es mejor que lo que se ha perdido. Tampoco pueden decir otra cosa.
Celebremos el acelerador –proyecto que Granada ha peleado con visión y unidad– y todo lo que venga. Pero no hay que entrar en enjuagues que eviten que se aclaren las dudas que, pasados 104 días, persisten sobre el paripé del concurso de la AESIA.
CITA INTERNACIONAL EL 27
El próximo 27 de marzo está prevista otra visita –casi cumbre– a Granada para cerrar otro acuerdo de colaboración internacional que se ha estado gestando sigilosamente con contactos a gran nivel. Resultará determinante para la viabilidad y el futuro de una de las industrias señeras de la provincia que ha pasado por momentos críticos. De entrada, supondrá una inversión millonaria para mejorar las instalaciones. El acuerdo también suscitará algunas voces críticas; casi seguro. Esta tierra es así.
EL PARKING DE LA CAMPAÑA
De un tiempo a esta parte ha vuelto a la actualidad el parking inconcluso bajo el Camino de Ronda, en el túnel que quedó vacío con las obras del metro. Lleva así desde 2009, cuando se planteó la posibilidad. Y en este tiempo no ha aparecido ninguna empresa ansiosa por acabarlo –hay que invertir varios millones– y explotarlo; sea cual sea el signo político tanto en la Junta como en el Ayuntamiento, que ha habido casi de todo. El parking se ha ofrecido a empresas granadinas especializadas. Quizás –y es una hipótesis–, tampoco haya excesivo interés en que se sume otro subterráneo más a la oferta de una ciudad donde falta aparcamiento pero también hay algún que otro parking público semivacío.
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